Sostenido por tres pilares -la cerveza, el fernet y el vino-, el
consumo de bebidas alcohólicas ya registra un consumo actual superior a
los 3.000 millones de litros anuales, un récord. Pero lo más
significativo es cómo impacta la inflación: si bien la cerveza lidera el
mercado ampliamente, con más de 1.800 millones de litros por año, el
fernet y el vino en tetrabrik capturan porciones cada vez mayores en la
mesa de los argentinos.
Así lo indican diferentes estudios de consumo. Para Kantar World Panel, pese a estar presente en siete de cada diez hogares, la venta de cerveza perdió un 6% en volumen durante 2012. El vino capitalizó algo de esa pérdida: tras dos años sin subas, según el INV (Instituto Nacional de Vitivinicultura), el consumo en general creció un 4,96% durante 2012, pero mientras se registra una leve caída en las ventas de embotellados, los envasados en cajas crecieron el 8%.
El tetra es la versión más económica del vino. Sobre este fenómeno, Santos Rubino, dueño de la bodega que lleva su apellido, explica: "A diferencia de la cerveza, cuyos precios se duplicaron en este último año y medio, nuestro sector logró sacar ventaja con el tetra. Pero en toda la industria se nos complica llevar los costos a precios". Al tanto de esta tendencia, Rubino acaba de lanzar al mercado una línea premium de vinos en tetra, bajo su marca La Delfina.
Hoy por hoy, el vino en caja ya retiene más del 40% del segmento y prevén que siga creciendo en 2013. Se entiende: sus precios oscilan entre los $7 y $10. No obstante, en el sector recalcan la imposibilidad de trasladar los mayores costos de producción a los precios, por lo cual "el margen de rentabilidad es por volumen", dicen.
En esa línea, las bodegas también apuestan a envasar vinos finos en formato de botellas más grandes, sin elevar demasiado. Así un mismo vino de buena selección de 750cc, con un valor promedio de $20, puede costar $25 en una botella de 1,5 litros. "El que toma vinos seleccionados no sale de ahí. Sí hay que trabajar para que la inflación no perjudique al buen producto", opina el somellier especializado en vinos Robinson Salerno.
A diferencia del vino, un mercado atomizado entre más de 2.000 bodegas, la participación cervecera se reduce a un puñado de grandes jugadores: la cervecería Quilmes, que controla el grupo belga-brasileño InBev, lidera cómodo con sus marcas Quilmes y Stella Artois. Le siguen Compañías Cerveceras Unidas (CCU), de origen chileno, en cuyo catálogo figuran Budweiser, Heineken y Schneider. Y más lejos aparece ICSA, con Imperial, Bieckert y Palermo.
Sobre los rubros que ganan terreno, el vicepresidente de Marketing de Cervecería y Maltería Quilmes, Ricardo Fernández, señala la estrategia: "El consumidor está descubriendo nuevas opciones y la cerveza se ajusta y se acerca a esos nuevos estilos".
Entre estas nuevas tendencias, los jóvenes y la noche resultan determinantes. La calidad, en gran parte de estos compradores más sofisticados, se superpone con el precio. En este sentido, nuevamente la inflación tiene un rol decisivo y el fernet es uno de los segmentos más favorecidos. Según sintetiza Juan Manuel Pumbas, country manager de Kantar World Panel, el consumo de fernet creció un 25% en cantidad de litros gracias al incremento de hogares compradores, superando los 2,5 millones. Y la coexistencia con la cerveza, agrega, es cada vez mayor: "Uno de cada cuatro compradores de esa bebida, compró también fernet", dijo.
Con relación al ticket de compra, señala la misma consultora, el del fernet es superior: "En promedio, cada vez que se compró fernet el ticket alcanzó unos $39,40 y para cerveza llegó a $27,80". La mayor parte del consumo de esta categoría se concentra en la región central del país, sobre todo en Córdoba, que representa el 35% del total. "Esta región presenta el mayor crecimiento de los últimos dos años logrando duplicar su volumen", señala el informe de Kantar.
"En oposición a la cerveza, que casi es tenida en cuenta como una gaseosa más, el fernet rescató el valor de disfrutar, compartir, y gana más terreno en el consumo de la noche", advierte Wendy Méndez Casagriego, brand manager de 1882, una marca de fernet que debutó en el país en 2007.
En el negocio del amargo de origen italiano, los expertos indican que el liderazgo lo posee Fratelli Branca, que retiene alrededor del 50% del mercado, con sus marcas de alta gama Branca y Branca Menta, y con Veneto y Vittorio, que apuntan al público masivo. También figuras actores fuertes como Ramazzoti, Cinzano y Capri.
La categoría que agrupa al bitter, el fernet y los amargos, para la Cámara Argentina de Destiladores Licoristas, retiene el 36,59% de los aperitivos. Después están los vermouths, con el 28,39%. "El aperitivo trascendió las ocasiones emblemáticas de consumo, y hoy son consumidos tanto de día como de noche, entre amigos o en un bar con barra internacional", explica Hernán Tantardini, director de Marketing de Cepas Argentinas, dueña de Gancia, la marca que acapara más de la mitad del mercado. El mítico Amargo Obrero, por ejemplo, fue renovado por Cepas el año pasado: a tono con el boom, ya crece a un 10% por año.
Así lo indican diferentes estudios de consumo. Para Kantar World Panel, pese a estar presente en siete de cada diez hogares, la venta de cerveza perdió un 6% en volumen durante 2012. El vino capitalizó algo de esa pérdida: tras dos años sin subas, según el INV (Instituto Nacional de Vitivinicultura), el consumo en general creció un 4,96% durante 2012, pero mientras se registra una leve caída en las ventas de embotellados, los envasados en cajas crecieron el 8%.
El tetra es la versión más económica del vino. Sobre este fenómeno, Santos Rubino, dueño de la bodega que lleva su apellido, explica: "A diferencia de la cerveza, cuyos precios se duplicaron en este último año y medio, nuestro sector logró sacar ventaja con el tetra. Pero en toda la industria se nos complica llevar los costos a precios". Al tanto de esta tendencia, Rubino acaba de lanzar al mercado una línea premium de vinos en tetra, bajo su marca La Delfina.
Hoy por hoy, el vino en caja ya retiene más del 40% del segmento y prevén que siga creciendo en 2013. Se entiende: sus precios oscilan entre los $7 y $10. No obstante, en el sector recalcan la imposibilidad de trasladar los mayores costos de producción a los precios, por lo cual "el margen de rentabilidad es por volumen", dicen.
En esa línea, las bodegas también apuestan a envasar vinos finos en formato de botellas más grandes, sin elevar demasiado. Así un mismo vino de buena selección de 750cc, con un valor promedio de $20, puede costar $25 en una botella de 1,5 litros. "El que toma vinos seleccionados no sale de ahí. Sí hay que trabajar para que la inflación no perjudique al buen producto", opina el somellier especializado en vinos Robinson Salerno.
A diferencia del vino, un mercado atomizado entre más de 2.000 bodegas, la participación cervecera se reduce a un puñado de grandes jugadores: la cervecería Quilmes, que controla el grupo belga-brasileño InBev, lidera cómodo con sus marcas Quilmes y Stella Artois. Le siguen Compañías Cerveceras Unidas (CCU), de origen chileno, en cuyo catálogo figuran Budweiser, Heineken y Schneider. Y más lejos aparece ICSA, con Imperial, Bieckert y Palermo.
Sobre los rubros que ganan terreno, el vicepresidente de Marketing de Cervecería y Maltería Quilmes, Ricardo Fernández, señala la estrategia: "El consumidor está descubriendo nuevas opciones y la cerveza se ajusta y se acerca a esos nuevos estilos".
Entre estas nuevas tendencias, los jóvenes y la noche resultan determinantes. La calidad, en gran parte de estos compradores más sofisticados, se superpone con el precio. En este sentido, nuevamente la inflación tiene un rol decisivo y el fernet es uno de los segmentos más favorecidos. Según sintetiza Juan Manuel Pumbas, country manager de Kantar World Panel, el consumo de fernet creció un 25% en cantidad de litros gracias al incremento de hogares compradores, superando los 2,5 millones. Y la coexistencia con la cerveza, agrega, es cada vez mayor: "Uno de cada cuatro compradores de esa bebida, compró también fernet", dijo.
Con relación al ticket de compra, señala la misma consultora, el del fernet es superior: "En promedio, cada vez que se compró fernet el ticket alcanzó unos $39,40 y para cerveza llegó a $27,80". La mayor parte del consumo de esta categoría se concentra en la región central del país, sobre todo en Córdoba, que representa el 35% del total. "Esta región presenta el mayor crecimiento de los últimos dos años logrando duplicar su volumen", señala el informe de Kantar.
"En oposición a la cerveza, que casi es tenida en cuenta como una gaseosa más, el fernet rescató el valor de disfrutar, compartir, y gana más terreno en el consumo de la noche", advierte Wendy Méndez Casagriego, brand manager de 1882, una marca de fernet que debutó en el país en 2007.
En el negocio del amargo de origen italiano, los expertos indican que el liderazgo lo posee Fratelli Branca, que retiene alrededor del 50% del mercado, con sus marcas de alta gama Branca y Branca Menta, y con Veneto y Vittorio, que apuntan al público masivo. También figuras actores fuertes como Ramazzoti, Cinzano y Capri.
La categoría que agrupa al bitter, el fernet y los amargos, para la Cámara Argentina de Destiladores Licoristas, retiene el 36,59% de los aperitivos. Después están los vermouths, con el 28,39%. "El aperitivo trascendió las ocasiones emblemáticas de consumo, y hoy son consumidos tanto de día como de noche, entre amigos o en un bar con barra internacional", explica Hernán Tantardini, director de Marketing de Cepas Argentinas, dueña de Gancia, la marca que acapara más de la mitad del mercado. El mítico Amargo Obrero, por ejemplo, fue renovado por Cepas el año pasado: a tono con el boom, ya crece a un 10% por año.
Fuente: http://www.ieco.clarin.com/economia/Bebidas-alcoholicas-fernet-crecen-argentinos_0_947305546.html
Por Agustín Ríos ESPECIAL PARA CLARIN
Por Agustín Ríos ESPECIAL PARA CLARIN
Fuente: Area del Vino
No hay comentarios:
Publicar un comentario