El salvado de avena es uno de mis alimentos preferidos y es por eso
que lo incorporo en la mayoría de dietas y en casi todos lo desayunos.
Para mi, es el cereal más completo que existe por sus
cualidades energéticas y nutritivas. Antes de iniciar, os quiero
recordar, que este es el segundo alimento que incorporo en el desayuno
ya que en un artículo anterior, os hablé sobre el primer alimento, el huevo.
A continuación, os doy las razones para incluir el salvado de avena a vuestro desayuno.
- Ayuda al cuerpo a no asimilar las grasas y los azúcares innecesarios. Cuando comemos, nuestro aparato digestivo divide en componentes individuales el alimento (ácidos grasos, hidratos de carbono y aminoácidos) y las calorías de estos componentes son absorbidos por el cuerpo. En cambio, cuando ingerimos este alimento se activan una serie de procesos los cuales hacen que la mayor parte de las calorías sean eliminadas y ralentizan la asimilación de azúcar, manteniendo los niveles de azúcar en sangre bajos y estables.
- Proporciona una sensación duradera de saciedad. Gracias a sus grandes cantidades de fibra soluble hace que este alimento absorba una gran cantidad de líquido, aumente su volumen y se expanda en el estómago, haciéndonos sentir llenos y retrasando la sensación de hambre.
- Ayuda a preservar la masa muscular. Aunque sea un cereal, posee proteínas de un alto valor biológico y una cantidad de 17 gramos por cada 100 de alimento.
- Mejora la salud en general. Las grandes cantidades de Vitamina B que contiene y los minerales, ayudan a mejorar el sistema nervioso, el sistema endocrino y a fortalecer el sistema inmunológico.
El salvado de avena es ideal para dietas de definición o pérdida de peso,
aunque también es válida para dietas de volumen si la combinas con
otros tipos de cereal que te aporten más hidratos de carbono complejos.
Además, combina con muchos alimentos sean dulces o salados. En mi caso,
lo suelo combinar con leche o con tortilla.
Fuente: vitonica.com
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