lunes, 29 de julio de 2013

La buena performance en precios no fue suficiente para compensar la caída en volúmenes

El último informe de exportaciones publicado por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) da cuenta de la disminución de las exportaciones de vino argentino en el acumulado enero-mayo de 2013 respecto del año anterior. La caída en términos de volumen fue de casi un 24%. Sin embargo, el precio promedio de exportación pasó de 2,44 a 3,06 dólares por litro (incluyendo todas las categorías de vino); es decir un 25% de incremento respecto del mismo período de 2012. No obstante, esta buena performance en precios no fue suficiente para compensar la fuerte caída en los volúmenes exportados.

Persisten los interrogantes acerca de las posibilidades de continuar imponiendo incrementos de precios de esta magnitud para amortiguar las caídas en las cantidades exportadas, sobre todo considerando las magras perspectivas económicas mundiales. De hecho días atrás el FMI corrigió las proyecciones de crecimiento a la baja para varios países de la Eurozona, Estados Unidos y algunos países emergentes, como es el caso de China.

Si bien los datos globales de las exportaciones son desalentadores, hacia el interior de las categorías y destinos de los vinos argentinos encontramos una gran disparidad de situaciones. Esta caída en los volúmenes exportados se debió fundamentalmente al derrumbe de la modalidad a granel, que contabilizó una reducción de más del 50% en cantidades, respecto a los primeros 5 meses de 2012. Los envíos de vinos fraccionados, por su parte, sufrieron caídas de menos del 2% en volumen y hasta un incremento de casi 3% en valores. La buena noticia es que dentro de esta categoría, los vinos embotellados volvieron a crecer en volumen, casi un 1%, lo cual no se había observado por varios períodos.

La disminución de la demanda de vino a granel por parte de EEUU, que en 2012 llegó a representar el destino del 70% del volumen de granel exportado por Argentina, fue la principal causa de las mermas en esta categoría. Según el último informe trimestral de Rabobank, la caída en las importaciones del país norteamericano fue del 17% en la categoría a granel, dada la excelente cosecha californiana de 2012 y las buenas perspectivas para 2013. Mientras que, según el informe, en el caso de vino fraccionado hubo un aumento del 8% en las importaciones. En este segmento, las exportaciones Argentinas lograron expandirse en la misma proporción, colocando 5,8 millones de litros de vinos fraccionados tranquilos en el mes de mayo. 



Otro factor importante que ha generado esta situación de los envíos a granel es la  pérdida de competitividad causada por la inflación. Estos vinos se ubican en la base de la pirámide de precios, por lo que son los más afectados por esta situación y nuestros demandantes tienen la posibilidad de cambiar rápidamente por otros países proveedores que cuenten con precios más competitivos.

En Canadá la situación fue similar a la de Estados Unidos; gran caída en los envíos a granel e incrementos es la facturación por vinos fraccionados, aunque con una leve caída en las cantidades. Por su parte, las exportaciones a Reino Unido y Países Bajos han repuntado en los últimos meses, mostrando un crecimiento sólido.

Las ventas a Brasil, por su parte, mostraron notables incrementos en los meses de Abril y Mayo, luego de los malos resultados de los primeros meses del año. No obstante, en el acumulado del año, el saldo aún es negativo. Si bien la totalidad de los vinos fraccionados sufrió una leve caída, las exportaciones de vino en botella creció tanto en valor como en volumen. De continuarse con esta buena performance de los últimos meses, se podría frenar la pérdida de posiciones experimentada en los últimos años ante nuestro principal competidor en este mercado: Chile.

Fuente: Area del Vino

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