jueves, 22 de noviembre de 2012

Zuccardi lanza Bravo y busca llevar el negocio del aceite de oliva a otro nivel

En el mundo del vino ya es moneda corriente que las bodegas busquen superarse a sí mismas y lancen nuevas etiquetas de muy alta gama.

Así, con el objetivo de reforzar el portfolio y que sirva como una suerte de paraguas para la marca, las compañías cada vez apuestan más por los vinos ícono, que no generan caja pero sí alimentan ese concepto que los expertos en marketing denominan "aspiracional". 

Sin embargo, esto que es tan común en el negocio vitivinícola, no lo es en el terreno del aceite de oliva, donde las novedades llegan con menos dinamismo y los lanzamientos son menos rimbombantes.

Hasta ahora. 

Sucede que Familia Zuccardi acaba de presentar "Bravo", un aceite de oliva extra virgen que, trazando un paralelismo con el vino, vendría a funcionar como una suerte de "ícono", tanto por su precio ($140 el medio litro) como por los cuidados que recibió desde la planta hasta el envasado.

Así las cosas, días atrás en el siempre funcional Esacio Dolli, en Palermo, la bodega dio a conocer su última novedad de la mano de Miguel Zuccardi, líder de la División de Aceites de Oliva de Familia Zuccardi.

"Es un aceite blend, de corte, cosecha 2012, que está producido en nuestra finca de Maipú. Para nosotros, en esta botella quisimos resumir lo más importante: la región. Por eso decimos que es un aceite de ´pago´, porque tiene que ver con la expresión justamente de una región, a la que le estamos dando cada vez más identidad", destacó el experto para dar inicio a la presentación.

Este aceite es un blend conformado por un 80% de aceitunas de la variedad Arauco y un 20% de Picual. 

Al respecto, Zuccardi destacó que "predomina la variedad Arauco porque es la más característica de la zona. De hecho, Maipú es la región más importante del mundo en lo que se refiere a l cultivo de esta aceituna".

En relación a la decisión de incorporar Picual, Zuccardi destacó que "la elegimos porque el aceite que se logra aporta mucho equilibrio, muy verde y almendrado".

Respecto a los cuidados que demandó este aceite, el experto destacó que "las aceitunas que se utilizaron se seleccionaron de hileras específicas de uno de nuestros cuarteles de la finca".

Luego, destacó que "la cosecha se realizó un día de bajas temperaturas, algo fundamental para que se afecte lo menos posible a la materia prima antes de la molienda".

Un punto clave de Bravo -del cual se elaboraron apenas 5.000 botellas-, es que, tal como explicó Zuccardi, "la molienda la realizamos apenas tres horas después de la cosecha, cuidando así al producto de la oxidación. Hay que tener en cuenta que para elaborar un aceite de oliva tradicional suelen pasar 12 horas desde que se cosecha hasta que se muele".

A la hora de referirse a este aceite "ícono", el experto hizo hincapié en su intensidad media.

En nariz presenta notas de tomate verde, que está muy presente. Es un aceite muy herbáceo, no hay aromas de aceitunas maduras, sino que recuerda a aceitunas verdes.

Ya en boca, destacó la complejidad y cómo va mutando desde que ingresa hasta varios segundos después de ser ingerido.

Si bien automáticamente se percibe un intenso picante, Zuccardi recalcó que esto inmediatamente se ve compensado por una nota amarga.

A modo de síntesis, Zuccardi destacó como puntos fuertes de este aceite "el equilibrio y la elegancia. La idea es revalorizar la variedad Arauco y esta es una de las formas: haciendo buenos aceites".

Fuente: vinos.iprofesional.com

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