La baja de la rentabilidad en la industria ya está
dando sus primeros signos negativos en el exterior. Entre enero y
setiembre de 2012 se dejaron de exportar 9 millones de botellas de vino,
lo que supone una caída del 5% en el volumen de exportaciones en ese
envase.
El cambio operado en 2012 ha sido drástico, mientras que en 2011 las exportaciones de embotellado tuvieron un desempeño positivo aumentando un 10,4% en valor, lo que compensó la caída del 3,5% en volumen, este año la retracción se ha hecho notar.
Un informe de Wines of Argentina, elaborado por Caucasia Wine Thinking, muestra que los vinos argentinos caen en tres segmentos de precios claves, en los cuales se concentra el mayor volumen. Los envíos de menos de U$S 18 la caja (9 litros ? 12 botellas) disminuyeron un 27,4%; el siguiente segmento que va de U$S 18 a U$S 29 se contrajo un 11%, mientras que el tercero de U$S 29 a U$S 40 cayó sólo 1%. Si lo analizamos por valor la situación es similar. Los dos primeros segmentos caen un 26,3% y 9,4%, respectivamente, mientras que el tercero prácticamente se mantuvo, alcanzando una performance de 0,8%.
Caen los varietales
Los cuatro principales varietales que exporta Argentina: malbec, cabernet sauvignon, chardonnay y torrontés tuvieron un desempeño negativo en volumen. En tanto, en valor el único que no cayó fue el malbec (0.8%).
A saber: en nueve meses se dejaron de exportar 3,6 millones de botellas de malbec; 2,3 millones de botellas de cabernet sauvignon; 1,8 millones de botellas de chardonnay y 1,5 millones de botellas de torrontés. En valor esto supuso, un derrumbe del 5,3% para el cabernet, del 9,1% para el chardonnay y del 17,9% para el torrontés.
Este es el resultado de heterogéneas variables. Para Alberto Arizu, la razón principal de la caída del embotellado es el deterioro de los márgenes en las exportaciones. El director comercial de Luigi Bosca sostiene que el aumento en los costos de producción no se puede trasladar a los precios internacionales y eso desalienta a los segmentos más competitivos en volumen. "Se discontinúan marcas, se desincentivan proyectos o negocios y esto atenta contra la evolución de la categoría", indica.
Ricardo Puebla, gerente de Comercio Exterior de Lavaque, coincide en señalar que el escenario es bastante complejo. "La industria continuó invirtiendo y desarrollando nuevos productos para el mercado, pero hay un proceso de estancamiento del valor de cambio del dólar combinado con la inflación, que han repercutido negativamente".
Puebla sostiene que para los vinos argentinos hay demanda, pero el problema está el "price point". "Hoy Argentina no puede participar en un segmento de precio muy comercial, el cual está siendo aprovechado por otros países como Chile".
Las ventas perdidas ya no se pueden recuperar. Pero la pregunta que ronda en la industria es que si recobrando la rentabilidad se puede volver a competir en los segmentos de precios más fuertes del mercado.
Muchos analizan que de continuar estas condiciones el deterioro puede ser mayor y puede hacer que Argentina comience a perder vigor, después de muchos años de crecimiento ininterrumpido. "Si la categoría pierde entusiasmo en el comercio mundial, puede resultar difícil volver a recuperar la posición lograda. El negocio del vino es muy competitivo. En este momento es importante pensar en que la categoría no pierda share", dice Arizu.
En tanto, Pablo Ghiorzi, gerente de exportaciones de Trapiche, se mostró optimista y aseguró que en algún punto espera que Argentina recupere el espacio perdido.
¿El malbec llegó a su techo?
Es el vino emblema y el que abrió las puertas en la mayoría de los mercados en donde Argentina está presente. Aunque vislumbra una caída en volumen, los actores de la industria aseguran que todavía hay mucho potencial por desarrollar para este varietal.
"La caída de los embotellados en vinos varietales afecta mucho a la imagen del país", comenta Puebla, al tiempo que agrega: "Nosotros hoy vivimos lo mismo que le pasó a Francia hace unos años. Tenemos un vino malbec de origen argentino que se exporta a granel y se fracciona en destino. Esto influye en la imagen, va en desmedro de la calidad". Arizu cree que todavía el varietal no ha llegado a un techo, pero advierte que "en lo que debemos trabajar, y lo estamos haciendo, es en evitar que la variedad se comoditice, logrando comunicar sus atributos de diferenciación". *
Esta nota fue publicada en el Suplemento Económico de Diario Los Andes.
Embotellar afuera para bajar costos
La performance de las exportaciones de vinos a granel ha sido sorprendente en el último año. Esta ha tenido su base en diversos factores, entre ellos: una fuerte demanda de moscato en Estados Unidos y un precio internacional en donde Argentina vuelve a ser conveniente como proveedor. Pero una porción de este éxito también correspondería a una nueva forma de exportar vinos para eficientizar costos.
Situación similar a la que se registró antes de sancionar la Ley de Envasado en Origen. Desde la industria dan cuenta de que existen bodegas que para reducir los costos y mantener las marcas desarrolladas en el exterior, exportan el vino a granel y lo envasan con su marca en destino. Insumos secos y mano de obra, son los ítems que por su precio vuelven atractiva la opción.
Para Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina, esta es una forma de mantener la marca en donde se invirtió tiempo y dinero para lograr una posición en la góndola, pero todavía no es una tendencia.
"Ahora lo que nosotros vemos es que hay una pérdida de valor agregado. Si se convierte en una tendencia en la industria será un asunto para analizar", dice Pina.
Sergio Villanueva, gerente de la Unión Vitivinícola Argentina, describió la situación y subrayó que hay condiciones macroeconómicas que no favorecen a la vitivinicultura. Si bien no es malo que crezca el granel, señaló que esto no tiene que realizarse en desmedro del fraccionado. "Si en Estados Unidos es más barato fraccionar, allí se queda el valor agregado. Y por otro lado se produce una baja de precios en los varietales locales", sintetiza.
El cambio operado en 2012 ha sido drástico, mientras que en 2011 las exportaciones de embotellado tuvieron un desempeño positivo aumentando un 10,4% en valor, lo que compensó la caída del 3,5% en volumen, este año la retracción se ha hecho notar.
Un informe de Wines of Argentina, elaborado por Caucasia Wine Thinking, muestra que los vinos argentinos caen en tres segmentos de precios claves, en los cuales se concentra el mayor volumen. Los envíos de menos de U$S 18 la caja (9 litros ? 12 botellas) disminuyeron un 27,4%; el siguiente segmento que va de U$S 18 a U$S 29 se contrajo un 11%, mientras que el tercero de U$S 29 a U$S 40 cayó sólo 1%. Si lo analizamos por valor la situación es similar. Los dos primeros segmentos caen un 26,3% y 9,4%, respectivamente, mientras que el tercero prácticamente se mantuvo, alcanzando una performance de 0,8%.
Caen los varietales
Los cuatro principales varietales que exporta Argentina: malbec, cabernet sauvignon, chardonnay y torrontés tuvieron un desempeño negativo en volumen. En tanto, en valor el único que no cayó fue el malbec (0.8%).
A saber: en nueve meses se dejaron de exportar 3,6 millones de botellas de malbec; 2,3 millones de botellas de cabernet sauvignon; 1,8 millones de botellas de chardonnay y 1,5 millones de botellas de torrontés. En valor esto supuso, un derrumbe del 5,3% para el cabernet, del 9,1% para el chardonnay y del 17,9% para el torrontés.
Este es el resultado de heterogéneas variables. Para Alberto Arizu, la razón principal de la caída del embotellado es el deterioro de los márgenes en las exportaciones. El director comercial de Luigi Bosca sostiene que el aumento en los costos de producción no se puede trasladar a los precios internacionales y eso desalienta a los segmentos más competitivos en volumen. "Se discontinúan marcas, se desincentivan proyectos o negocios y esto atenta contra la evolución de la categoría", indica.
Ricardo Puebla, gerente de Comercio Exterior de Lavaque, coincide en señalar que el escenario es bastante complejo. "La industria continuó invirtiendo y desarrollando nuevos productos para el mercado, pero hay un proceso de estancamiento del valor de cambio del dólar combinado con la inflación, que han repercutido negativamente".
Puebla sostiene que para los vinos argentinos hay demanda, pero el problema está el "price point". "Hoy Argentina no puede participar en un segmento de precio muy comercial, el cual está siendo aprovechado por otros países como Chile".
Las ventas perdidas ya no se pueden recuperar. Pero la pregunta que ronda en la industria es que si recobrando la rentabilidad se puede volver a competir en los segmentos de precios más fuertes del mercado.
Muchos analizan que de continuar estas condiciones el deterioro puede ser mayor y puede hacer que Argentina comience a perder vigor, después de muchos años de crecimiento ininterrumpido. "Si la categoría pierde entusiasmo en el comercio mundial, puede resultar difícil volver a recuperar la posición lograda. El negocio del vino es muy competitivo. En este momento es importante pensar en que la categoría no pierda share", dice Arizu.
En tanto, Pablo Ghiorzi, gerente de exportaciones de Trapiche, se mostró optimista y aseguró que en algún punto espera que Argentina recupere el espacio perdido.
¿El malbec llegó a su techo?
Es el vino emblema y el que abrió las puertas en la mayoría de los mercados en donde Argentina está presente. Aunque vislumbra una caída en volumen, los actores de la industria aseguran que todavía hay mucho potencial por desarrollar para este varietal.
"La caída de los embotellados en vinos varietales afecta mucho a la imagen del país", comenta Puebla, al tiempo que agrega: "Nosotros hoy vivimos lo mismo que le pasó a Francia hace unos años. Tenemos un vino malbec de origen argentino que se exporta a granel y se fracciona en destino. Esto influye en la imagen, va en desmedro de la calidad". Arizu cree que todavía el varietal no ha llegado a un techo, pero advierte que "en lo que debemos trabajar, y lo estamos haciendo, es en evitar que la variedad se comoditice, logrando comunicar sus atributos de diferenciación". *
Esta nota fue publicada en el Suplemento Económico de Diario Los Andes.
Embotellar afuera para bajar costos
La performance de las exportaciones de vinos a granel ha sido sorprendente en el último año. Esta ha tenido su base en diversos factores, entre ellos: una fuerte demanda de moscato en Estados Unidos y un precio internacional en donde Argentina vuelve a ser conveniente como proveedor. Pero una porción de este éxito también correspondería a una nueva forma de exportar vinos para eficientizar costos.
Situación similar a la que se registró antes de sancionar la Ley de Envasado en Origen. Desde la industria dan cuenta de que existen bodegas que para reducir los costos y mantener las marcas desarrolladas en el exterior, exportan el vino a granel y lo envasan con su marca en destino. Insumos secos y mano de obra, son los ítems que por su precio vuelven atractiva la opción.
Para Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina, esta es una forma de mantener la marca en donde se invirtió tiempo y dinero para lograr una posición en la góndola, pero todavía no es una tendencia.
"Ahora lo que nosotros vemos es que hay una pérdida de valor agregado. Si se convierte en una tendencia en la industria será un asunto para analizar", dice Pina.
Sergio Villanueva, gerente de la Unión Vitivinícola Argentina, describió la situación y subrayó que hay condiciones macroeconómicas que no favorecen a la vitivinicultura. Si bien no es malo que crezca el granel, señaló que esto no tiene que realizarse en desmedro del fraccionado. "Si en Estados Unidos es más barato fraccionar, allí se queda el valor agregado. Y por otro lado se produce una baja de precios en los varietales locales", sintetiza.
Fuente: Area del Vino
Hola, me gustaria saber las razones por las que ha disminuido la Exportacion vino Malbec
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