Según un artículo publicado esta semana en physorg.com, una investigación realizada por la profesora de inmunología nutricional Elizabeth Gardner, de la Universidad Estatal de Michigan, indica que las personas que hacen dieta o consumen menos calorías durante el invierno podrían ser más propensas a perder la batalla contra el virus de la gripe.
En un estudio publicado en el número de noviembre de la revista Journal of Nutrition, Gardner mostró que los ratones con una dieta de restricción calórica eran más propensos a morir durante los primeros días de infección que los ratones con una dieta normal. La restricción calórica consiste en reducir la ingesta de calorías hasta un 40% de una dieta normal, manteniendo una ingesta adecuada de vitaminas y minerales.
Si la persona se ve expuesta a una nueva cepa de gripe, de la que el cuerpo no ha fabricado los anticuerpos adecuados para protegerse de la infección, ése dependerá de que las células eliminen el virus, señaló Gardner. "Las células asesinas naturales son importantes para controlar la infección vírica en sus primeras etapas, porque actúan rápidamente tan pronto como encuentran células infectadas por el virus. Nuestros estudios indican que los ratones con restricción calórica son más susceptibles a la gripe y sus cuerpos no están preparados para producir la cantidad de células asesinas naturales necesaria para hacer frene al estrés de combatir una infección".
En la investigación de Gardner, al ser expuestos al virus, tanto los ratones bien alimentados como los de la restricción calórica mostraron una disminución en la ingesta de alimentos mientras intentaban combatir la infección. No obstante, los ratones con la dieta de restricción calórica tardaron más en recuperarse y presentaron una mortalidad más elevada, además de pérdida de peso y otros efectos negativos. Aunque ambos grupos siguieron dietas enriquecidas con las vitaminas adecuadas, los ratones que consumían cantidades normales de alimentos recuperaban antes el apetito y se curaban más rápido.
"Nuestra investigación indica que si el cuerpo está listo para combatir un virus nuestra recuperación será más rápida y los efectos no serán tan graves como si está sometido a una restricción calórica", señaló Gardner. "Los adultos pueden reducir las calorías de su dieta ocho meses al año, pero durante los cuatro meses que dura la estación de la gripe deben incrementarlas para estar preparados. Hacen falta reservas para que el cuerpo esté preparado para un estrés adicional, incluido el de combatir un virus".
Fuente: Physorg
En un estudio publicado en el número de noviembre de la revista Journal of Nutrition, Gardner mostró que los ratones con una dieta de restricción calórica eran más propensos a morir durante los primeros días de infección que los ratones con una dieta normal. La restricción calórica consiste en reducir la ingesta de calorías hasta un 40% de una dieta normal, manteniendo una ingesta adecuada de vitaminas y minerales.
Si la persona se ve expuesta a una nueva cepa de gripe, de la que el cuerpo no ha fabricado los anticuerpos adecuados para protegerse de la infección, ése dependerá de que las células eliminen el virus, señaló Gardner. "Las células asesinas naturales son importantes para controlar la infección vírica en sus primeras etapas, porque actúan rápidamente tan pronto como encuentran células infectadas por el virus. Nuestros estudios indican que los ratones con restricción calórica son más susceptibles a la gripe y sus cuerpos no están preparados para producir la cantidad de células asesinas naturales necesaria para hacer frene al estrés de combatir una infección".
En la investigación de Gardner, al ser expuestos al virus, tanto los ratones bien alimentados como los de la restricción calórica mostraron una disminución en la ingesta de alimentos mientras intentaban combatir la infección. No obstante, los ratones con la dieta de restricción calórica tardaron más en recuperarse y presentaron una mortalidad más elevada, además de pérdida de peso y otros efectos negativos. Aunque ambos grupos siguieron dietas enriquecidas con las vitaminas adecuadas, los ratones que consumían cantidades normales de alimentos recuperaban antes el apetito y se curaban más rápido.
"Nuestra investigación indica que si el cuerpo está listo para combatir un virus nuestra recuperación será más rápida y los efectos no serán tan graves como si está sometido a una restricción calórica", señaló Gardner. "Los adultos pueden reducir las calorías de su dieta ocho meses al año, pero durante los cuatro meses que dura la estación de la gripe deben incrementarlas para estar preparados. Hacen falta reservas para que el cuerpo esté preparado para un estrés adicional, incluido el de combatir un virus".
Fuente: Physorg
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