domingo, 16 de mayo de 2010

El camino de una chef a la fama


El 23 de enero, un programa de cocina debutó en el canal estadounidense de TV por cable Food Network con una cara nueva, la de Marcela Valladolid. El primer episodio del programa Mexican Made Easy (Comida mexicana hecha fácil) atrajo una audiencia similar a la obtenida por algunas de las mayores estrellas culinarias del canal, así que los ejecutivos de Food Network rápidamente encargaron más episodios. Después de un esfuerzo de 12 años para convertirse en una chef de televisión famosa, Valladolid había alcanzado la cima.

La ex profesora de culinaria de Tijuana, México, está respaldada por un séquito de agentes de la firma William Morris Endeavor, un manager veterano y una firma de relaciones públicas de primera. La misma Valladolid ha invertido gran parte de su vida adulta y su propio dinero para contratar a expertos, organizar eventos promocionales y atravesar Estados Unidos de punta a punta para participar de audiciones televisivas.

Su ascenso es una muestra de cómo los programas de culinaria, que solían ser un nicho de entretenimiento particular y de pequeño alcance, se han transformado en un gran negocio. Los chefs que logran alcanzar el éxito en la TV crean verdaderos imperios de entretenimiento con acuerdos millonarios de libros, giras y patrocinio de productos.

Mientras que en el pasado las carreras de muchos chefs famosos se construían de manera casi accidental —la popular chef estadounidense Rachael Ray fue descubierta mientras enseñaba clases de cocina en una tienda de alimentos gourmet— la industria del entretenimiento de hoy se encuentra en una búsqueda frenética por nuevos talentos, con la esperanza de dar con una personalidad con potencial de expansión.

El equipo de Valladolid cree que hay una oportunidad especial para el avance de una estrella de la cocina latinoamericana en Estados Unidos. La famosa chef italiana Giada de Laurentiis ha puesto su nombre en una línea de productos de comida italiana para la cadena minorista Target. Pero aún no existe un chef hispano en la televisión estadounidense con capacidad de atraer anunciantes, generar libros de cocina y con el peso suficiente para ayudar a vender marcas de tortillas, salsa y frijoles.

Bob Tuschman, director de programación y producción de Food Network, dice que el canal comenzó a buscar una estrella de la cocina hispana a principios de 2000, después lanzar un programa de platos multiétnicos llamado Melting Pot. El show registraba un aumento en los índices de audiencia siempre que mostraba comida latina.

"Tenemos una gran audiencia hispana. Tanto ellos como el público no latino expresaron su interés en aprender sobre la cocina latinoamericana. Estamos en el negocio de dar a los espectadores lo que quieren", dice Tuschman. Casi 6% de la audiencia de Food Network es hispana.

Auténtica

En televisión, Valladolid, de 31 años, da la impresión de ser una persona dulce que verdaderamente ama la comida. Valladolid demuestra un entusiasmo juvenil al presentar sabrosas recetas con un inglés idiosincrásico, pero también tiene cuidado de pronunciar palabras en español, como "tortilla", con acento mexicano, lo que le da un aire de autoridad.

Valladolid se enfoca en recetas mexicanas fáciles con toques sofisticados, como codornices en un adobo de tequila o una salsa de mole en la que sustituye el tradicional maní en polvo por la mantequilla de maní. Su educación culinaria incluye un año de estudios en el Instituto de Culinaria de Los Ángeles, que fue cerrado, y un programa de tres meses de pastelería en la escuela Ritz Escoffier de París. Trabajó en la revista Bon Appetit como verificadora de recetas durante tres años, donde se mostró como una "muy buena cocinera", dice la editora en jefe, Barbara Fairchild. También dio clases de cocina en su casa en Tijuana, durante cinco años.

Nacida en San Diego, de padre y madre mexicanos y con doble ciudadanía, Valladolid creció en un hogar de habla hispana en Tijuana. Todos los días cruzaba la frontera para asistir a la escuela secundaria en San Diego. Durante el bachillerato tuvo su primera exposición a la vida culinaria, al trabajar como ayudante en la escuela de cocina de su tía en Tijuana. Cuando tenía 19 años, Valladolid contrató a un camarógrafo para que la grabara cocinando con su tía y envió la cinta a Food Network. Para su sorpresa, el canal la llamó y la invitó a Nueva York a que participara en el programa In Food Today, conducido por David Rosengarten.

A principios de la década, la agencia William Morris vio la oportunidad para una estrella de la culinaria hispana. Raul Mateu, el jefe de talento latino de William Morris, lideró la búsqueda de la persona ideal.

"Estaba buscando a alguien que hablara inglés y español perfectamente. Algunas personas hablaban con un fuerte acento", dice Mateu, quien es bilingüe. Otros tenían la habilidad del lenguaje, pero "no brillaban en la pantalla."

En 2005, William Morris recibió una cinta de Valladolid participando en un reality. Mateu no quedó muy impresionado, pero sintió que su búsqueda de una celebridad culinaria latina se estaba prolongando demasiado y decidió representarla. Para darle más confianza frente a las cámaras, Mateu organizó demostraciones de Valladolid en el programa de las mañanas de la cadena estadounidense Telemundo.

En 2007, Food Network finalmente la invitó para una prueba, con la esperanza de lanzar un programa de cocina latina. Aunque Valladolid fue una fuerte candidata, no logró proyectar la autoridad suficiente. La elegida fue la colombiana Ingrid Hoffman, una chef conocida de Miami.

"Nunca había llorado tanto en mi vida", dice Valladolid. Pero muy pronto recibió una oferta del canal de TV por cable Discovery en Español para presentar 12 episodios del programa de cocina y cultura Relatos con sabor. Un agente editorial de William Morris la ayudó a venderle a la editorial Clarkson Potter, una división Random House, un libro de cocina.

Mateu también logró un acuerdo con Unilever para que Valladolid hiciera demostraciones de productos como la mayonesa Hellmann's y la línea de sazones Knorr en vídeos en español para un sitio Web orientado al consumidor hispano.

Valladolid decidió utilizar una pequeña herencia que le dejó su madre para dar el empujón final a su sueño: contrató a Door Marketing Group, una firma de relaciones públicas, para que organizara una gran fiesta de lanzamiento de su libro en Nueva York.

El plan funcionó. Sus publicistas llenaron la fiesta con representantes de los medios de comunicación, entre ellos un productor del programa Today de la cadena NBC, quien contrató a Valladolid para un segmento. Sus agentes enviaron copias de la cinta a Tuschman en Food Network. Convencido de que estaba lista, Tuschman la contrató para un programa exclusivo.

Fuente: the wall street journal

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