Sin ser una gran figura de la cocina, conocer de vinos para un
consumidor curioso, es estar al tanto de las góndolas y sus etiquetas.
¿En qué gama de precios conviene comprar vinos hoy? ¿Qué hay que saber
sobre terruños? ¿Cuáles son las nuevas zonas en las que el vino crece?,
son algunas de las preguntas.
Mientras que en 2002 el boom eran los vinos de bodegas boutique, en 2005 sólo existía el Malbec, en 2011 los single vineyards, en estos días, crece el consumo de vinos como el rosado y los blancos. Aunque todavía no llegó al gran consumo, la tendencia es que tanto blancos como rosados ocupan un lugar cada vez más destacado en la oferta de vinos. Por un lado, aportan a la apertura estilística y por otro, hay mejores vinos. Especialmente Sauvignon Blanc y Chardonnay, donde la tendencia gustativa es ir hacia la frescura. En materia de rosados hay productos más ligeros que buscan, de paso, el color salmón como trazo. También se vuelven accesibles vinos de alta gama. A partir de 2009 cuando llegó al mercado Luigi Bosca Ícono, que desembarcó con la intención de ser el vino más caro de la Argentina, se dio un fenómeno de precios ascendentes que posicionaron a un puñado de tintos en valores insospechados tiempo atrás: mil pesos o más, como cuestan Última Hoja 2007, Cobos Nico Malbec 2009 y Nicolás Catena Zapata 2007. Como contrapartida se configuró una suerte de alta gama accesible y que cuestan una décima parte. Tampoco se han descuidado los vinos de bajos precios pero de buena calidad, para que no se queden fuera de la góndola. Así, las bodegas reaccionaron lanzando una serie de nuevos vinos en la gama de precios inmediata superior, y en la que, además, el consumidor exige encontrar algo más que fruta fresca.
Terruño
En materia de vinos es mucho lo que se habla del terruño y pocos los conocimientos que se manejan. Así, uno de los movimientos más interesantes es el nuevo interés por diferenciar los vinos desde el suelo en que fueron plantadas sus uvas. Y en la lengua de los especialistas ahora se habla de suelos calcáreos, arenosos y limosos, de rocas y granitos, tosca y esquistos, y de su influencia en los vinos a la hora de explicar cada terruño. En el extremo de esta tendencia hay sommeliers pergeñando cartas de vino en restaurante por tipo de suelo. Y así como hubo un pelotón de nuevas bodegas en zonas tradicionales, otras regiones que no tenían vides pero sí climas propicios vieron una oportunidad. Nuevas provincias ingresan al mapa del vino, como Tucumán, Córdoba y San Luis, que ofrecen cada una un puñado de bodegas consolidadas.
Las nuevas uvas en cuestión
Con un parque varietal amplio, en la Argentina ganan terreno uvas que abren el abanico estilístico del vino. Ya nadie se sorprende si se piden Cabernet Franc o Petit Verdot, Old Vineyard. Y aunque en el mercado es de menor incidencia, lo concreto es que poco tiempo atrás no existían en la góndola y que forman un pequeño pelotón de nuevas uvas directamente para la mesa del consumidor que busca nuevas experiencias y sabores.
De esta manera, en los últimos años, bodegas y consumidores le prestan cada vez más atención a estas nuevas etiquetas y aunque complejizan las búsquedas, también son alternativas a la hora de darle variedad al sabor. También debemos incluir aquí a los vinos Single Vineyard es decir, elaborados todos los años a partir de un mismo y único viñedo.
Fuente: http://www.eltribuno.info/salta/322813-Se-avecinan-nuevas-tendencias-en-el-vino.note.aspx
Mientras que en 2002 el boom eran los vinos de bodegas boutique, en 2005 sólo existía el Malbec, en 2011 los single vineyards, en estos días, crece el consumo de vinos como el rosado y los blancos. Aunque todavía no llegó al gran consumo, la tendencia es que tanto blancos como rosados ocupan un lugar cada vez más destacado en la oferta de vinos. Por un lado, aportan a la apertura estilística y por otro, hay mejores vinos. Especialmente Sauvignon Blanc y Chardonnay, donde la tendencia gustativa es ir hacia la frescura. En materia de rosados hay productos más ligeros que buscan, de paso, el color salmón como trazo. También se vuelven accesibles vinos de alta gama. A partir de 2009 cuando llegó al mercado Luigi Bosca Ícono, que desembarcó con la intención de ser el vino más caro de la Argentina, se dio un fenómeno de precios ascendentes que posicionaron a un puñado de tintos en valores insospechados tiempo atrás: mil pesos o más, como cuestan Última Hoja 2007, Cobos Nico Malbec 2009 y Nicolás Catena Zapata 2007. Como contrapartida se configuró una suerte de alta gama accesible y que cuestan una décima parte. Tampoco se han descuidado los vinos de bajos precios pero de buena calidad, para que no se queden fuera de la góndola. Así, las bodegas reaccionaron lanzando una serie de nuevos vinos en la gama de precios inmediata superior, y en la que, además, el consumidor exige encontrar algo más que fruta fresca.
Terruño
En materia de vinos es mucho lo que se habla del terruño y pocos los conocimientos que se manejan. Así, uno de los movimientos más interesantes es el nuevo interés por diferenciar los vinos desde el suelo en que fueron plantadas sus uvas. Y en la lengua de los especialistas ahora se habla de suelos calcáreos, arenosos y limosos, de rocas y granitos, tosca y esquistos, y de su influencia en los vinos a la hora de explicar cada terruño. En el extremo de esta tendencia hay sommeliers pergeñando cartas de vino en restaurante por tipo de suelo. Y así como hubo un pelotón de nuevas bodegas en zonas tradicionales, otras regiones que no tenían vides pero sí climas propicios vieron una oportunidad. Nuevas provincias ingresan al mapa del vino, como Tucumán, Córdoba y San Luis, que ofrecen cada una un puñado de bodegas consolidadas.
Las nuevas uvas en cuestión
Con un parque varietal amplio, en la Argentina ganan terreno uvas que abren el abanico estilístico del vino. Ya nadie se sorprende si se piden Cabernet Franc o Petit Verdot, Old Vineyard. Y aunque en el mercado es de menor incidencia, lo concreto es que poco tiempo atrás no existían en la góndola y que forman un pequeño pelotón de nuevas uvas directamente para la mesa del consumidor que busca nuevas experiencias y sabores.
De esta manera, en los últimos años, bodegas y consumidores le prestan cada vez más atención a estas nuevas etiquetas y aunque complejizan las búsquedas, también son alternativas a la hora de darle variedad al sabor. También debemos incluir aquí a los vinos Single Vineyard es decir, elaborados todos los años a partir de un mismo y único viñedo.
Fuente: http://www.eltribuno.info/salta/322813-Se-avecinan-nuevas-tendencias-en-el-vino.note.aspx
Fuente: Area del Vino
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