* Comer ananá: esta fruta contiene bromelina, una
enzima que ayuda a las células pancreáticas a descomponer las sustancias
alimenticias para que te brinden energía. Es utilizada por la medicina como parte de tratamientos gastrointestinales. Pero…¡Cuidado! El trago con piña colada no cuenta.
* Beber té verde:
una taza de este tipo de infusión es muy buena para quienes estén a
dieta. Las catequinas son un químico que se encuentra en el té y actúa
como un antioxidante natural
que ayuda a acelerar el metabolismo y a reducir el índice de masa
corporal. Además, estudios aseguran que ingerir esta bebida baja el
colesterol malo.
* Acercarte a la meditación: el estrés
puede causar estragos en tu cuerpo como por ejemplo la retención de
líquidos y la acumulación de grasa en la cintura y las piernas. La
meditación ayuda a controlar y mejorar este malestar, y colabora con un
desarrollo normal de la metabolización de alimentos realizada por los
órganos del cuerpo humano.
* Comer alimentos orgánicos:
varias investigaciones demuestran que los pesticidas químicos,
incluidos en el cultivo de alimentos, hace que las células de grasa se
almacenen dentro de tu organismo, en vez de eliminarse de forma natural.
Es por eso que se recomienda consumir productos que deriven de agricultores orgánicos que no usen productos de este tipo en su elaboración.
* Bañarte con agua fría: al tomar una ducha con agua a muy baja temperatura,
se logrará que el cuerpo tiemble para tratar de volver al clima normal.
Este movimiento hará que los músculos se contraigan y ayuden a quemar
calorías sólo con un baño.
* Condimentar con picantes:
al comer cebolla, ají morrón y ajo se utiliza más energía para digerir
los alimentos por lo que aumenta la frecuencia cardíaca y se queman más
calorías. Agregale picante a tu vida.
* Reír más y mejor:
varias investigaciones determinan que reír cien veces equivale a hacer
15 minutos de ejercicio en la bicicleta fija. La risa ayuda a reducir el estrés,
y disminuye el azúcar en la sangre, ya que con cada carcajada éste baja
su nivel. Por todo esto se puede evidenciar que quien ríe último, es
también el más delgado.
* Hacer caminatas y movimientos en el trabajo: uno de los mayores responsables de la obesidad es el permanecer sentadas
por mucho tiempo. Y suele ser la oficina el lugar en donde estamos más
cantidad de horas en posición sedentaria. Por eso se recomienda ponerse
de pie, caminar y moverse por lo menos cinco minutos cada 15 ó 20 que
permaneces en tu escritorio. El simple impulso de moverse te hará gastar
calorías.
* Beber agua fría: esencial para el funcionamiento del cuerpo, ayuda a quemar calorías
ya que el cuerpo debe gastar más energía en calentar el agua para que
esté a la misma temperatura que los órganos. Además, la sensación de
deshidratación puede ser confundida por hambre, lo que nos llevará a
comer más. Por lo tanto, tomar líquido y mantenerse hidratado hará que
se sienta más saciedad.
* Tomar más sol: las personas que tienen una deficiencia de vitamina D, suelen tener un metabolismo que tarda más tiempo en quemar las calorías.
Una buena opción es tomar 10 minutos de sol por día y recuperar el
nivel de esa vitamina. Claro que hay que tener los cuidados específicos
dependiendo de la estación del año y del horario en el que nos paremos
frente a esta fuente de calor y vida. La idea no es “freírse”, sino
simplemente aumentar la energía del cuerpo.
Foto: Thinkstock Photos
Fuente: entremujeres.com
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