La Argentina se ubica tercera en el mundo en cantidad de hectáreas cultivadas; se exporta la mayor parte.
Respetar los ciclos de la naturaleza, hacer una vida sana y cuidar el ambiente son algunas de las premisas que persigue la producción y el consumo de alimentos orgánicos en la Argentina.
Y, al parecer, cada vez tiene más adeptos: el Senasa indica que la cantidad de hectáreas cultivadas ha crecido en los últimos años, tanto que a nivel internacional el país ya se ubica en el tercer lugar en el mundo en cuanto a la producción de alimentos que no son tratados por ningún tipo de fertilizante.
"Hay un despertar del consumo orgánico. Aunque desde hace dos años se empezó a conocer más sobre este tipo de alimentos, ahora se observa un mayor interés", explicó Fernando Baz, creador de Jardín Orgánico ( www.jardinorganico.com.ar ), una página web en la que se presenta un abanico de ofertas para el público.
Este joven emprendedor comercializa los productos de la granja orgánica La Anunciación, ubicada en La Plata, una de las pioneras en materia de producción orgánica del país.
El último informe elaborado por el Senasa indica que, durante 2008, la superficie orgánica cosechada mostró un aumento del 16 por ciento con respecto a 2007. "Las cifras muestran que fueron los cereales y oleaginosas los que marcaron esa tendencia, que crecieron el 23 por ciento", según dice el informe. La superficie cosechada en 2008 fue de 71.298 ha y marca el máximo histórico, al superar al registrado en 2001, cuando se alcanzaron las 63.704 ha, según las cifras oficiales.
En el mundo, el mercado de este tipo de producción crece a un ritmo de 5000 millones de dólares al año. Según el Instituto de Investigación de Agricultura Orgánica de Suiza, hay en el planeta 30,4 millones de ha cultivadas. La Argentina suma 2,2 millones de ha y sólo es superada por Australia (12,3 millones de ha) y por China (2,3 millones de ha).
Mercado interno
Daniela Zanotti, subdirectora de la Organización Internacional Agropecuaria, una de las tres certificadoras que trabajan en el país, sostuvo: "Uno de los grandes desafíos que tenemos es desarrollar el mercado interno. En general, la gente se suma cuando se quiere exportar el producto".
Quizás esto tenga que ver con uno de los mitos que Baz quiere derribar: el precio. "Es un tema que se generaliza, pero en muchos casos un producto orgánico no es tanto más caro que lo que se consigue en las verdulerías", sostiene.
Con el desafío de abastecer sólo el mercado interno comenzó la producción Carlos Marro, uno de los socio-propietarios de Tallo Verde, una granja orgánica en Open Door. "Todo lo que se produce acá se consume en el mercado interno. Para poder abastecerlo hacemos una producción escalonada y así cada alimento se cultiva cuando está listo", explicó. Marro contó que el cambio que más le cuesta al público es acostumbrarse a consumir las frutas y verduras de estación. "En invierno, no se pueden pedir tomates porque no hay. Tenemos lechugas, zanahorias y remolachas, pero tomates, no", indicó.
Sucede que la filosofía orgánica respeta los tiempos y los ciclos naturales. Al no utilizar agroquímicos, la tierra sólo produce lo que puede en la estación que corresponde.
Este es uno de los desafíos que tiene el último eslabón de la cadena: los almacenes o restaurantes que ofrecen estos productos.
"Hay veces que nuestro menú en invierno sólo tiene espinaca y brócoli. Hay que tener una conducta muy fuerte. En Estados Unidos y en Europa, siempre hay una fruta de contra estación porque la importan, pero acá la gente no está dispuesta a pagar por eso", explicó Claudia Carrara, una de las dueñas del restaurante Bio ( www.biorestaurant.com.ar ).
Sin embargo, la imaginación y el convencimiento de las dos socias de este restaurante de Palermo brindan muchas variedades: desde deliciosas ensaladas con verdura recién cosechada, hasta pizzas, hamburguesas, una gran variedad de pastas y jugos a elección. Además, hacen catering y dictan cursos para quienes quieran conocer más sobre los alimentos y la salud.
Otro lugar en donde pueden disfrutarse platos elaborados con comida orgánica es Natural Deli ( www.natural-deli.com ). "En marzo de 2007, inauguramos nuestro primer local, en La Imprenta, para ofrecer a la gente una alternativa integral que la ayudara a cuidar su cuerpo, mente y espíritu, al ofrecer productos y alimentos nutritivos y saludables. Por eso, además del mercado, incluimos un restaurante con propuestas gastronómicas orgánicas, asesoramiento nutricional, clases de yoga y diversas actividades que ayuden a vivir mejor", comentó Michael Legge, socio fundador de Natura Deli, que abrió otra sucursal en Barrio Norte.
"El consumo de productos orgánicos y naturales aumenta día tras día por sus numerosos beneficios -agregó Legge-. Son alimentos más sanos, sabrosos y con un gran valor nutritivo, poseen menos residuos químicos y tienen propiedades anticancerígenas, entre otros beneficios."
Un estudio que pone en dudas sus ventajas
* A pesar de que quienes alientan el consumo de los alimentos orgánicos destacan sus beneficios para la salud, un estudio conocido en Londres sostuvo que las diferencias halladas entre estos productos y los tradicionales no alcanzan para afirmar que sea más beneficioso. Se trata de una revisión de 162 análisis publicados, realizada por un grupo de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de la capital británica. "No hay evidencias de que los productos orgánicos tengan superioridad nutricional", afirmó Alan Dangour, coautor del informe publicado en el American Journal of Clinical Nutrition .
Fuente: lanacion.com
Respetar los ciclos de la naturaleza, hacer una vida sana y cuidar el ambiente son algunas de las premisas que persigue la producción y el consumo de alimentos orgánicos en la Argentina.
Y, al parecer, cada vez tiene más adeptos: el Senasa indica que la cantidad de hectáreas cultivadas ha crecido en los últimos años, tanto que a nivel internacional el país ya se ubica en el tercer lugar en el mundo en cuanto a la producción de alimentos que no son tratados por ningún tipo de fertilizante.
"Hay un despertar del consumo orgánico. Aunque desde hace dos años se empezó a conocer más sobre este tipo de alimentos, ahora se observa un mayor interés", explicó Fernando Baz, creador de Jardín Orgánico ( www.jardinorganico.com.ar ), una página web en la que se presenta un abanico de ofertas para el público.
Este joven emprendedor comercializa los productos de la granja orgánica La Anunciación, ubicada en La Plata, una de las pioneras en materia de producción orgánica del país.
El último informe elaborado por el Senasa indica que, durante 2008, la superficie orgánica cosechada mostró un aumento del 16 por ciento con respecto a 2007. "Las cifras muestran que fueron los cereales y oleaginosas los que marcaron esa tendencia, que crecieron el 23 por ciento", según dice el informe. La superficie cosechada en 2008 fue de 71.298 ha y marca el máximo histórico, al superar al registrado en 2001, cuando se alcanzaron las 63.704 ha, según las cifras oficiales.
En el mundo, el mercado de este tipo de producción crece a un ritmo de 5000 millones de dólares al año. Según el Instituto de Investigación de Agricultura Orgánica de Suiza, hay en el planeta 30,4 millones de ha cultivadas. La Argentina suma 2,2 millones de ha y sólo es superada por Australia (12,3 millones de ha) y por China (2,3 millones de ha).
Mercado interno
Daniela Zanotti, subdirectora de la Organización Internacional Agropecuaria, una de las tres certificadoras que trabajan en el país, sostuvo: "Uno de los grandes desafíos que tenemos es desarrollar el mercado interno. En general, la gente se suma cuando se quiere exportar el producto".
Quizás esto tenga que ver con uno de los mitos que Baz quiere derribar: el precio. "Es un tema que se generaliza, pero en muchos casos un producto orgánico no es tanto más caro que lo que se consigue en las verdulerías", sostiene.
Con el desafío de abastecer sólo el mercado interno comenzó la producción Carlos Marro, uno de los socio-propietarios de Tallo Verde, una granja orgánica en Open Door. "Todo lo que se produce acá se consume en el mercado interno. Para poder abastecerlo hacemos una producción escalonada y así cada alimento se cultiva cuando está listo", explicó. Marro contó que el cambio que más le cuesta al público es acostumbrarse a consumir las frutas y verduras de estación. "En invierno, no se pueden pedir tomates porque no hay. Tenemos lechugas, zanahorias y remolachas, pero tomates, no", indicó.
Sucede que la filosofía orgánica respeta los tiempos y los ciclos naturales. Al no utilizar agroquímicos, la tierra sólo produce lo que puede en la estación que corresponde.
Este es uno de los desafíos que tiene el último eslabón de la cadena: los almacenes o restaurantes que ofrecen estos productos.
"Hay veces que nuestro menú en invierno sólo tiene espinaca y brócoli. Hay que tener una conducta muy fuerte. En Estados Unidos y en Europa, siempre hay una fruta de contra estación porque la importan, pero acá la gente no está dispuesta a pagar por eso", explicó Claudia Carrara, una de las dueñas del restaurante Bio ( www.biorestaurant.com.ar ).
Sin embargo, la imaginación y el convencimiento de las dos socias de este restaurante de Palermo brindan muchas variedades: desde deliciosas ensaladas con verdura recién cosechada, hasta pizzas, hamburguesas, una gran variedad de pastas y jugos a elección. Además, hacen catering y dictan cursos para quienes quieran conocer más sobre los alimentos y la salud.
Otro lugar en donde pueden disfrutarse platos elaborados con comida orgánica es Natural Deli ( www.natural-deli.com ). "En marzo de 2007, inauguramos nuestro primer local, en La Imprenta, para ofrecer a la gente una alternativa integral que la ayudara a cuidar su cuerpo, mente y espíritu, al ofrecer productos y alimentos nutritivos y saludables. Por eso, además del mercado, incluimos un restaurante con propuestas gastronómicas orgánicas, asesoramiento nutricional, clases de yoga y diversas actividades que ayuden a vivir mejor", comentó Michael Legge, socio fundador de Natura Deli, que abrió otra sucursal en Barrio Norte.
"El consumo de productos orgánicos y naturales aumenta día tras día por sus numerosos beneficios -agregó Legge-. Son alimentos más sanos, sabrosos y con un gran valor nutritivo, poseen menos residuos químicos y tienen propiedades anticancerígenas, entre otros beneficios."
Un estudio que pone en dudas sus ventajas
* A pesar de que quienes alientan el consumo de los alimentos orgánicos destacan sus beneficios para la salud, un estudio conocido en Londres sostuvo que las diferencias halladas entre estos productos y los tradicionales no alcanzan para afirmar que sea más beneficioso. Se trata de una revisión de 162 análisis publicados, realizada por un grupo de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de la capital británica. "No hay evidencias de que los productos orgánicos tengan superioridad nutricional", afirmó Alan Dangour, coautor del informe publicado en el American Journal of Clinical Nutrition .
Fuente: lanacion.com
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