Cuando elevamos los canteros de cultivo con tablones, durmientes, hileras de troncos, etc., estamos usando el criterio de cultivo en cama alta.
Sirve para lugares de suelo empobrecido o anegadizo. Representa un costo de inversión inicial que se recupera en la mejor calidad de los productos, en el bajo mantenimiento posterior y en la optimización del espacio.
Si bien existen diferentes formas de armar la cama alta, vamos a ilustrar una en particular.
- Disponemos maderas para formar un cajón.
- Colocamos una capa de ramas (fruto de la poda de árboles no resinosos). Hará las veces de colchón de aire, mejorará el drenaje y, al descomponerse, emitirá calor.
- A continuación, ponemos panes de tierra, una capa de tierra fina para nivelar imperfecciones, una franja de hojas secas, compost y, por último, tierra. Utilizar este modo de cultivo nos permite
- Favorecer la actividad microbiana del suelo.
- Proporcionar al suelo una buena estructura.
- Lograr un óptimo desarrollo de raíces.
- Asegurar una buena retención hídrica.
- Mejorar el drenaje.
- Con el tiempo, trabajar menos, ya que la estructura dura varios años
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