El estudio tomó en cuenta a más de 15 mil adultos mayores de 65 años que vivían en China, India y en Cuba, República Dominicana México, Perú y Venezuela. En general, las probabilidades de tener demencia bajaban cuando el consumo de pescado aumentaba.
Los investigadores se percataron que aquellos que cambiaron su forma alimenticia, de no comer o casi nunca comer pescado a ingerir este alimento casi todos los días o durante toda la semana, mostraron que el predominio de la demencia bajo en un 19%.
El estudio también reveló que la relación demencia - pez no refleja los beneficios de una dieta de buena calidad. El estudio encontró que los adultos que comían mayor cantidad de carne en sus dietas, tenían un predominio más alto a la demencia, que aquellos quienes nunca habían comido carne.
El doctor inglés Emiliano Albanese, quien participó en esta investigación, advierte que este estudio se basó en una encuesta del momento y no en causa y efecto. El siguiente paso de Albanese y su equipo será seguir el comportamiento de estos adultos mayores para descubrir si el consumo de pescado consigue bajar efectivamente los riesgos de demencia. Si es así, si este alimento logra recubrir al cerebro dañado, los investigadores creen que ese beneficio viene del omega 3, encontrado en pescados grasos como el salmón y el atún.
Ya varios estudios han demostrado las cualidades del omega 3 para detener la demencia como proteger las neuronas, limitar la inflamación y ayudar a prevenir la acumulación de las proteínas amiloide, las cuales se han visto presente en los pacientes con alzheimer.
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