jueves, 22 de agosto de 2013

De la mano de los nuevos Numina, Salentein apuesta por revalorizar el terroir del Valle de Uco

Algo estaba faltando en el portfolio de Salentein: luego de su línea Reserve, que cotiza en góndolas a un precio sugerido de $90, los consumidores debían saltar hasta el Numina blend -que ahora tiene un valor de $260- si pretendían hacer un upgrade dentro de la misma marca. 

Para subsanar esa falencia, Bodega Salentein acaba de presentar en sociedad tres nuevos varietales dentro del paraguas de la marca Numina, que ahora sí oficialmente es considerada una línea. 

En un evento organizado en Puerto Madero y que contó con la presencia del enólogo de la bodega, el prestigioso José "Pepe" Galante, Salentein presentó en sociedad tres nuevas etiquetas que vienen a cubrir esa brecha de casi $170 que se había abierto dentro del portofolio.

En concreto, se trata de un Syrah, un Malbec y un Cabernet Franc. El primero de ellos tiene un precio sugerido de $130, en tanto que los dos últimos "cotizan" a $150.

En el arranque del almuerzo organizado para la prensa especializada, Matías Bauza Moreno, gerente de RRPP de la bodega, destacó que "nuestra idea con estas nuevas etiquetas fue la de atacar el segmento de vinos de entre $100 y $200, que tiene cada vez más peso en el consumo".

"Son tres varietales que viene a cubrir un espacio que no está muy explotado en el mercado, donde es usual encontrar muchas propuestas pero separadas, sin conformar una línea, que es a lo que nosotros estamos apuntando ahora", acotó.

Los vinos

A la hora de trazar una radiografía sobre estos tres nuevos varietales de Salentein puede destacarse que hay un concepto claro; existe un hilo conductor y mucha coherencia. 

En primer lugar, se partió de materia prima que garantizó, desde el inicio, una buena acidez natural. A partir de esta característica en común, que permite que se exprese la uva tal cual es, sin la necesidad de hacer correcciones en laboratorio, se logran vinos con una frescura sana y equilibrada.

A esto se suma -en sintonía con la tendencia global- un uso racional de la madera.

Si bien se trata de vinos que fermentaron en madera y registran un paso de 14 meses por barricas de roble francés -50% nuevas y la otra mitad de segundo y tercer uso-, la utilización de una graduación de tostado bajo permite que el aporte de la misma sea bajo, evitando así los clásicos aromas torrefactos, como el café, la moca o el tabaco.

El otro punto a destacar es que los tres vinos realizaron la fermentación maloláctica -destinada a afinar un poco la acidez natural y redondearlo un poco- también en barricas, trabajo que, a entender de Galante, "permite una excelente integración entre el vino y la madera".

Todas estas variables -buena materia prima, acidez natural y uso racional del roble- garantizan que cada ejemplar exprese la tipicidad propia de la cepa y, lo que es más importante en este trabajo de "hilar fino": que el terroir se manifieste sin mayores interferencias.

El arranque correspondió a Numina Syrah 2011, un ejemplar que está llamado a ser uno de los lanzamientos más interesantes del año, dado que se trata de un Syrah de zonas frías, con características que se diferencian sustancialmente de sus pares de áreas cálidas, como aquellos provenientes de San Juan o de los Valles Calchaquíes.

Vinos & Bodegas se encontró con un Syrah cuya paleta de aromas está dominada por mucha fruta al frente, como ciruelas e higos. Completa una leve nota cárnica, típica de la variedad, pero en muy bajas dosis, y trazos de pimienta negra. La madera, realmente bien integrada, suma una cuota casi imperceptible de caramelo. En boca es un Syrah con buena estructura y taninos firmes, pero con una acidez que le confiere una frescura y un nervio envidiables, lo cual prolonga su final, alcanzando así un concepto difícil de amalgamar: modernidad y elegancia.

Galante destacó que elaborar esta variedad es todo un desafío, dado que "hay que tener mucho cuidado con las fechas de maduración y con la vinificación, porque si uno se excede con la maceración puede haber problemas en el resultado final".

Acto seguido, el enólogo no escondió su pasión por esta variedad: "Apenas llegué a Salentein, surgió un romance con este Syrah, que es de los primeros viñedos que se implantaron en Valle de Uco".

Un detalle: los $20 de diferencia entre esta etiqueta y los otros dos varietales no están vinculados con la calidad sino que es resultado de la estrategia de comercialización. A aquellos fanáticos que quieran descubrir un Syrah de zonas frías que aprovechen antes de que su esperada buena performance en ventas equilibre los precios.

Posteriormente fue el turno de Numina Malbec 2011, un rico ejemplar con una nariz que se caracteriza por aromas que recuerdan a frutos rojos, algo de anís y toques de hierbas aromáticas, sumado a una pincelada de vainilla. Al paladar ataca brioso, con taninos levemente dulzones que le confieren buena musculatura. La buena acidez manda, convirtiéndolo en un ejemplar que premia con una frescura dominante, evitando así que se torne denso en boca y excesivamente goloso. En síntesis, es de esos Malbec de alta gama que tienden a desaparecer rápido de la copa, sin prisa y sin pausa.

Sobre este ejemplar, Galante destacó que "es 100% Valle de Uco, es un fiel exponenente por su color aroma y sabor. Lo que buscamos fue llevar la expresividad del terruño a la copa".

Por último, fue el turno de Numina Cabernet Franc 2011, una etiqueta que desembarca para jugar en las grandes ligas en este partido tan peleado que se generó alrededor de esta cepa que viene ganando relevancia año tras año en la vitivinicultura argentina.

Se trata de un interesante ejemplar, que en nariz aporta notas de mermelada de frutas negras, especias y una sugerente pimienta verde. Todos aromas que se sobreponen sin mayores esfuerzos a una madera que suma aromas sutiles de crianza. En el paladar, este Cabernet Franc sigue la misma línea de sus compañeros de la línea Numina: estructura, jugosidad, taninos con nervio y perfectamente trabajados, una buena acidez y un logrado balance general.

Por su precio y sus características, se trata de una etiqueta que contribuirá a marcar un poco el estándar para la cepa y que atrapará la atención de aquellos que vienen buscando algo nuevo en el relativamente nuevo mundo de los Cabernet Franc argentinos.

Por J.D.W. - Editor Vinos & Bodegas iProfesional - vinosybodegas@iprofesional.com

Fuente: iprofesional.com

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