Un equipo de Área del Vino estuvo en tierras sanjuaninas con el objetivo de visitar bodegas, conocer sus historias y sus vinos y reconocer, finalmente, una región donde la transformación vitivinícola ha levantado vuelo, beneficiada por los diferimientos impositivos para el agro.
Intentamos recorrer San Juan con una mirada ingenua, nueva, sin comparaciones. Visitamos siete bodegas de renombre cuyos vinos se elaboran principalmente con uvas de Caucete, Zonda, Tulum y el famoso valle de Pedernal, la promesa de San Juan para vinos de alta gama, dada su gran amplitud térmica, por su ubicación a más de 1.000 metros de altura sobre el nivel del mar. Recordemos que excepto Pedernal, los valles productivos de San Juan tienen una altitud promedio de 600 m/s/n/m.
Recorriendo viñedos, el primer dato que salta a la vista es que los cultivos que surgieron de los diferimientos agrícolas son aptos para cosecha mecánica, un hecho que le otorgará a la región ventajas competitivas en costos en un futuro no muy lejano.
Otro aspecto visible está dado por los avances en desarrollo vitícola y cuidado del agua que ha realizado la región.
Por normativa provincial, las plantaciones deben tener su propio reservorio de agua. Un ejemplo es el de Casa Montes, que construyó una reserva de agua 33 millones de litros, que cubre las necesidades de sus 160 hectáreas y más. "No tenemos pozo acá, toda el agua es de riego y tenemos turno para toda la superficie con derechos de agua. El agua proviene de deshielo y la vertiente es el río San Juan", explicó Carlos Pujador, gerente de Finanzas de la empresa.
Con rendimientos que oscilan los 12 a 15 mil kilogramos por hectárea en los emprendimientos de envergadura, el valor promedio de la hectárea se sitúa en los U$S 10 a U$S 15.000.
Syrah, ¿varietal emblema?
En San Juan no todas las bodegas están de acuerdo con que el Syrah es lo mejor que tienen para ofrecer. Un tema importante está ligado a la productividad; la planta no es longeva, su vida útil ronda los 10 años. Si bien los técnicos están trabajando en esto, aún no han encontrado una solución para el problema.
Al parecer, el trabajo impulsado por Callia en el mercado interno con sus líneas Callia Alta, Reserva y Magna con el Syrah -que dio un importante impulso al varietal en Argentina- no tuvo un impacto homogéneo en el resto de las empresas, que buscan diferenciarse encontrando lo mejor de su terroir.
Callia tiene 180 hectáreas en producción: 120 son de Syrah. En sus líneas Callia Alta, Callia Reserve, Callia Magna y Grand Callia el Syrah está presente. La bodega del Grupo Salentein, además, tiene como caballito de batalla para los mercados externos un blend Malbec - Syrah para aunar lo mejor de Argentina y de San Juan.
Si bien hay Syrah en la mayoría de los portfolios, algunas bodegas no lo consideran su mejor exponente. Todas están trabajando el Malbec, con resultados dispares y están realizando pruebas muy honrosas con blancos, como el Viognier, en versión vinos secos, dulces y tardíos: Casa Montes y Finca Las Moras elaboran con buenos resultados este varietal.
Diversidad, una marca sanjuanina
Augusto Pulenta y Graffigna, en tanto, ofrecen excelentes Pinot Gris, variedad con gran un gran potencial de exportación y escasa producción en Argentina. Los Pinot Gris (o Grigio) degustados mostraron una notable frescura en nariz, con aromas florales y cítricos, buena acidez, equilibrada dulzura y una muy buena relación precio-calidad.
Graffigna ha logrado, asimismo, un soberbio Cabernet Sauvignon para su línea de alta gama, el Graffigna Gran reserva que está en el orden de los $100 en góndola.
Andrea Pulenta, dueña junto a su hermano Mario, de Augusto Pulenta, subraya que la empresa "trabaja mucho por ofrecer todo lo que San Juan, como terroir, da. Tiene muchos atributos, es difícil encontrar bodegas sanjuaninas que elaboren el varietal tal cual es en la zona. El Malbec es distinto al de Mendoza y lo rescatamos como tal, tiene sus atributos y sus diferencias. Lo podemos decir y hacer porque todos son viñedos propios y tenemos todo el proceso cuidado"
En tanto, Merced del Estero, una bodega boutique ubicada en el Valle del Zonda, ha logrado excelentes resultados con el Torrontés sanjuanino, obteniendo varios premios en concursos y degustaciones regionales, y a la hora de elaborar un vino ícono optó por el Malbec.
Por su parte, Bórbore tiene muy buenos exponentes varietales en relación precio-calidad de Torrontés, Chardonnay, Syrah, Malbec y Cabernet Sauvignon. El resto de las variedades cultivadas las utiliza para cortes, para su marca La Quebrada (vinos genéricos) y también para sus vinos especiales Moscato y Mistela. La compañía tiene 335 hectáreas distribuidas entre Norte y Sur del Valle de Tulum y Cañada Honda.
Una sorpresa la presentó el emprendimiento de Luis Antonio Chirino, Antigua Bodega, bodega que en su diferimiento de 50 hectáreas tiene variedades como Chardonnay, Semillón, Sauvignon Blanc y Pinot Noir, esta última para base de espumantes. Cabe destacar el espumante logrado por Gino Santinoni, un mendocino que trabajó en Casa Montes y que desde hace varios años es el enólogo de Antigua Bodega. Santinoni logró un excelente Extra Brut Chardonnay-Pinot Noir del que se elaboran con método champenoise, entre 12 y 15 mil botellas.
Pros y contras para el turismo del vino
Aún con el gran potencial que tiene el turismo enológico en la región -el 80% de los turistas que llegan a San Juan visita al menos una bodega- el desarrollo del área se ha retrasado un poco en relación a la mejora de la calidad en los vinos.
Una gran falencia de San Juan es la señalización; son inexistentes los carteles sobre las rutas que indiquen cómo llegar a las bodegas. Las mismas, además, están distribuidas en puntos muy distantes unos de otros y aquellas que no están integradas a Caminos del Vino, no aparecen en los mapas de la Secretaría de Turismo.Este tema puede convertirse en un serio desafío para los visitantes que quieren conocer más a fondo la región.
Mario Pulenta, integrante de la comisión de Turismo de Bodegas de Argentina, subrayó que el problema con la cartelería es un viejo reclamo que se ha hecho al gobierno de la provincia, el cual debe gestionar ante la dirección nacional de Vialidad que coloque los carteles sobre las rutas nacionales.
Según supimos, todavía no hay bodegas con alojamiento para el turismo. Las que visitamos, sin embargo, han hecho grandes esfuerzos por lograr un acercamiento de los turistas a sus vinos y están logrando excelentes resultados.
En dos años, desde que abrió sus puertas al turismo, Callia recibió 45 mil visitas; la bodega situada a 40 kilómetros de la ciudad, tiene un programa de "bike and wine" muy exitoso, cuenta con una sala de degustación, una galería de arte y un wine shop.
Antigua Bodega, situada en plena ciudad de San Juan, cuenta con un museo y una galería de arte dignas de admiración, además de un restaurante que trabaja el maridaje vino-gastronomía.
Graffigna, que pertenece al Grupo Pernod Ricard y también ubicada en el centro, es la que más turismo atrae por su museo y su sala de degustación, a pleno todo el día con visitas guiadas.
En Merced del Estero, el pequeño edificio, ideado por su propio dueño, Carlos Rodríguez Landi, se recibe a los turistas con degustaciones de vino y tablas de queso y fiambre a pedido de los visitantes.
Augusto Pulenta también realiza degustaciones de sus vinos para los turistas, en la antigua y remozada bodega de 1901, que tiene como principal patrimonio no solamente el exquisito edificio, que aún conserva sus muros de adobe, sino una larga historia para contar, ya que la familia Pulenta, ex propietaria del Grupo Peñaflor, que se desprendió en tres ramas, la de Mendoza, San Juan y Buenos Aires, tuvo su primera rama de inmigración en San Juan.
Fuente: Area del Vino
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