La dieta mediterránea tradicional en Grecia, Italia y otros países mediterráneos tiene múltiples beneficios para la salud, entre los que se incluyen la reducción del riesgo de desarrollar cáncer gástrico o estomacal.
Así lo indicaron los autores de un estudio en American Journal of Clinical Nutrition, La investigación fue realizada en Europa por el equipo del doctor Carlos A. González, del Instituto Catalán de Oncología, en Barcelona, España.
Aunque existen menos datos sobre cómo su consumo influye el riesgo de sufrir ciertos tumores, el equipo se concentró en el cáncer de estómago, que representa la segunda causa oncológica de muerte en el mundo.
El equipo analizó los datos del estudio European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition (EPIC) de 485.044 hombres y mujeres, de entre 35 y 70 años, de 10 países europeos.
A todos se les asignó una calificación según una escala de 18 puntos según cuán cercana era su alimentación a la dieta mediterránea, rica en frutas, vegetales, legumbres, pescado, cereales y aceite de oliva, con un consumo relativamente bajo de carnes rojas y productos lácteos.
Durante nueve años de seguimiento, 449 participantes desarrollaron cáncer gástrico. Las personas que tenían una alimentación más cercana a la mediterránea eran un 33 por ciento menos propensas a desarrollar la enfermedad que aquellas con patrones alimentarios más alejados del ideal mediterráneo. El riesgo de cáncer gástrico bajó un 5 por ciento por cada punto más.
Fuente: Reuters
Así lo indicaron los autores de un estudio en American Journal of Clinical Nutrition, La investigación fue realizada en Europa por el equipo del doctor Carlos A. González, del Instituto Catalán de Oncología, en Barcelona, España.
Aunque existen menos datos sobre cómo su consumo influye el riesgo de sufrir ciertos tumores, el equipo se concentró en el cáncer de estómago, que representa la segunda causa oncológica de muerte en el mundo.
El equipo analizó los datos del estudio European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition (EPIC) de 485.044 hombres y mujeres, de entre 35 y 70 años, de 10 países europeos.
A todos se les asignó una calificación según una escala de 18 puntos según cuán cercana era su alimentación a la dieta mediterránea, rica en frutas, vegetales, legumbres, pescado, cereales y aceite de oliva, con un consumo relativamente bajo de carnes rojas y productos lácteos.
Durante nueve años de seguimiento, 449 participantes desarrollaron cáncer gástrico. Las personas que tenían una alimentación más cercana a la mediterránea eran un 33 por ciento menos propensas a desarrollar la enfermedad que aquellas con patrones alimentarios más alejados del ideal mediterráneo. El riesgo de cáncer gástrico bajó un 5 por ciento por cada punto más.
Fuente: Reuters
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