Las acelgas son muy resistentes a las temperaturas extremas, sobre todo a las veraniegas, por eso las cosechas suelen abundar en verano y en otoño. Sus hojas son muy verdes, lisas y grandes, y ofrecen al cocinero gran versatilidad a la hora de elaborar platos muy nutritivos.
El color y el tamaño de las hojas determinan los diversos tipos de acelgas que podemos encontrar en el mercado. Las Ruby Chard y las Rainbow Chard tienen las pencas rojizas y gruesas, mientras que las variedades Silver Chard o Seakale Beet disponen de hojas muy verdes y arrugadas y pencas más blancas.
Composición nutritiva
Algunas de las mayores ventajas de las acelgas son: su alto contenido en fibra, su ausencia de grasas, su escaso valor calórico y su alto contenido en agua, lo que la convierte en una verdura diurética e ideal para regímenes de adelgazamiento. La fibra es esencial para regular el tránsito intestinal.
Cuando más verde es la hoja, más cantidad de vitaminas poseen las acelgas. Después de las espinacas, esta verdura es la más rica en calcio, aunque tampoco se puede obviar la cantidad de magnesio que almacena. Además, es una excelente fuente de folato o vitamina B9, esencial para embarazadas, ya que evita la aparición de malformaciones en el bebé. Asimismo, este alimento es rico en vitamina C, aunque sus cantidades disminuyen mucho con la cocción.
• Acelgas, 12 unidad
• Carne picada, 350 gr.
• Salsa de tomate 1 taza
• Diente de ajo, 3 unidad
• Salsa bechamel, 2 cucharada
• Jamón serrano, 100 gr.
• Papa mediana, 2 unidad
• Vino blanco, 1 vaso
• Huevo, 1 unidad
• Harina,
• Agua,
• Sal,
• Aceite, lo que se estime
Procedimiento:
Se separan las partes verdes del tronco de la acelga y se reservan. Se limpian las partes blancas de pieles e hilos y se cocinan en agua con sal. Una vez cocidas, se escurren y trocean en pedazos de unos seis centímetros más o menos.
Las partes verdes se cocinan también en agua con sal, un chorrito de aceite y las papas, previamente peladas. Una vez cocidas, se trituran, obteniendo la crema de verduras.
Saltear los ajos en láminas y el jamon serrano picado, añadir la carne y rehogarlo todo a la vez sazonado. Se añade el vino blanco, después el tomate y un poco de salsa bechamel, al gusto de cada uno. Se le puede añadir además una cucharada de pan rallado. Se deja que se reduzca y enfríe.
Con esta masa se rellenan las partes blancas (pencas) de las acelgas, como si fuese un sandwich. Se pasan por la harina y el huevo batido, y se fríen en aceite bien caliente.
Por último se echa la crema de verduras en una fuente. Encima de la crema colocamos las pencas y lo servimos.
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