
La bodega española Losada Vinos de Finca elaboró una serie de consejos a seguir para saber elegir la copa correcta, según consigna el sitio Hola.com .
El fondo de las copas tiene que ser redondeado para ayudar a airear el vino (esto sirve para que sus aromas se desarrollen correctamente). La parte superior de las copas tiene que terminar en forma cónica hacia el interior para que no se escape la esencia.
El tallo de la copa tiene que ser suficientemente largo para que no toquemos con las manos el cáliz y así evitar que se caliente el vino (eso sí se hace cuando se sirve un coñac, en copas pequeñas, porque el calor de las manos ayuda a liberar el bouquet del licor).
El cristal tiene que ser transparente y liso para poder apreciar el color del caldo.
Las medidas estándar de una copa son de 5 cm. de alto, 10 cm. de fondo y 6,5 cm. de ancho, establecidas por la ISO (International Standard Organization).
Los vinos jóvenes (como los que se consumen generalmente en la Argentina) requieren de copas con fondo grande y boca cerrada, mientras que para los añejos es preferible utilizar copas de boca ancha y fondo pequeño.
Los espumantes se sirven en copas aflautadas (altas y delgadas) para que estos vinos no pierdan su efervescencia.
El vino blanco puede servirse en la misma copa que el tinto, pero se recomienda utilizar una copa un poco más grande para el tinto, porque al tener más cuerpo necesita moverse para oxigenarse más.
No se debe llenar demasiado la copa porque el vino necesita espacio para airearse y liberar sus aromas.
Información provista por Piano15
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