La aparición de una gran cantidad de marcas en diferentes categorías de
bebidas alcohólicas y el crecimiento del mercado cervecero tuvo un
impacto negativo en los últimos diez años en el consumo de vino no
solamente en la Argentina sino también en el plano mundial.
Según un informe elaborado por Fundación Mediterránea, en el mercado interno se ha dado una "continua disminución del consumo de vinos en Argentina".
"A inicios de los años 80 se consumían 70 litros per cápita", destacan desde la consultora, para luego recalcar que "se ha llegado a los 25 litros en 2012".
Desagregando por tipo de vinos, la caída se ha dado en los de menor calidad "aunque tendrían un leve repunte en los dos últimos años", rescata el informe.
No obstante, la aparición de nuevas etiquetas en el segmento de precios medio-altos ha provocado un aumento en las ventas de vinos de mejor calidad.
Sin embargo, destacan que "la disminución del consumo per cápita de vinos no es un fenómeno exclusivamente local", dado que esto también se observa también en los principales países productores de vinos.
El consumo per cápita experimentó una fuerte caída del 40% en la Argentina desde el año 1995 hasta 2012.
Sin embargo, al trazar un comparativo respecto de países productores de Europa, se observa una contracción superior: en el caso de España, por ejemplo, se registró un descenso del 43% en dicho período, al pasar de 39 a 22 litros, en tanto que en Italia la baja alcanzó el 42%, con un nivel de consumo actual de 36 litros.
Sólo en Francia el descenso fue menor, dado que el consumo pasó de 63 litros a 48 litros, registrándose una caída del 24 por ciento.
Cerveza
En un informe publicado tiempo atrás por la consultora Abeceb destacaron que el retroceso en el consumo de vinos se dio de manera paralela al crecimiento exponencial que viene experimentando la cerveza. "Además del impulso generado por el crecimiento económico general de los últimos ocho años, se produjo un efecto sustitución que favoreció el consumo de cerveza en detrimento del vino de mesa".
Por un lado, se da una tendencia a nivel mundial de reducción del consumo de vino no varietal, el cual se vio reemplazado en nuestro país por una mayor ingesta de cerveza en el consumo diario, lo que favoreció a la reducción de los efectos estacionales de la misma, que en general se concentra en los meses de más calor. Por otra parte, la cerveza también se ve favorecida en el consumo ocasional, por un diferencial de precios respecto de los vinos de mayor calidad.
Los altos niveles de publicidad, el fortalecimiento de marcas y el desarrollo de nuevos segmentos son algunas de las estrategias que utilizó la industria cervecera para consolidar dicho cambio, que, entre otras cosas, fue capaz de hacer aumentar el consumo del segmento de edad más joven, lo cual marca el dinamismo del mercado.
Según un informe elaborado por Fundación Mediterránea, en el mercado interno se ha dado una "continua disminución del consumo de vinos en Argentina".
"A inicios de los años 80 se consumían 70 litros per cápita", destacan desde la consultora, para luego recalcar que "se ha llegado a los 25 litros en 2012".
Desagregando por tipo de vinos, la caída se ha dado en los de menor calidad "aunque tendrían un leve repunte en los dos últimos años", rescata el informe.
No obstante, la aparición de nuevas etiquetas en el segmento de precios medio-altos ha provocado un aumento en las ventas de vinos de mejor calidad.
Sin embargo, destacan que "la disminución del consumo per cápita de vinos no es un fenómeno exclusivamente local", dado que esto también se observa también en los principales países productores de vinos.
El consumo per cápita experimentó una fuerte caída del 40% en la Argentina desde el año 1995 hasta 2012.
Sin embargo, al trazar un comparativo respecto de países productores de Europa, se observa una contracción superior: en el caso de España, por ejemplo, se registró un descenso del 43% en dicho período, al pasar de 39 a 22 litros, en tanto que en Italia la baja alcanzó el 42%, con un nivel de consumo actual de 36 litros.
Sólo en Francia el descenso fue menor, dado que el consumo pasó de 63 litros a 48 litros, registrándose una caída del 24 por ciento.
Cerveza
En un informe publicado tiempo atrás por la consultora Abeceb destacaron que el retroceso en el consumo de vinos se dio de manera paralela al crecimiento exponencial que viene experimentando la cerveza. "Además del impulso generado por el crecimiento económico general de los últimos ocho años, se produjo un efecto sustitución que favoreció el consumo de cerveza en detrimento del vino de mesa".
Por un lado, se da una tendencia a nivel mundial de reducción del consumo de vino no varietal, el cual se vio reemplazado en nuestro país por una mayor ingesta de cerveza en el consumo diario, lo que favoreció a la reducción de los efectos estacionales de la misma, que en general se concentra en los meses de más calor. Por otra parte, la cerveza también se ve favorecida en el consumo ocasional, por un diferencial de precios respecto de los vinos de mayor calidad.
Los altos niveles de publicidad, el fortalecimiento de marcas y el desarrollo de nuevos segmentos son algunas de las estrategias que utilizó la industria cervecera para consolidar dicho cambio, que, entre otras cosas, fue capaz de hacer aumentar el consumo del segmento de edad más joven, lo cual marca el dinamismo del mercado.
Fuente: Area del Vino
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