Ver para creer, o mejor dicho, beber para creer. Porque según un estudio de la Universidad Gutenberg, en Mainz, Alemania, conviene prestar atención a cómo está iluminada una habitación para disfrutar mejor de una copa de vino. Según el estudio, la iluminación en tonos azules o rojos predispone mejor a quienes beben vino blanco, mientras que la luz blanca o en la gama de los verdes no les permite disfrutar completamente de la misma copa de vino.
Los investigadores se basaron en diversos estudios llevados a cabo con un grupo de personas, a quienes se les hizo beber de una misma botella de vino blanco Riesling en ambientes con distintos tonos de iluminación.
Los resultados del estudio mostraron que los participantes consideraban el vino una vez y media más dulce si era bebido con luz ambiente azul o roja que con luz blanca o verde. Y lo mismo sucedió cuando se les preguntó cuánto estaban dispuestos a pagar por cada vino. Todos aceptaron pagar hasta un euro más por los vinos que habían probado con la iluminación azul o roja, según informa The Daily Telegraph .
"Es bien sabido que el color de una bebida puede afectar la forma en que la degustamos. Queríamos saber en qué medida el color de la luz ambiente, como por ejemplo en un restaurante, también podía modificar nuestra percepción del gusto", afirmó el Doctor Daniel Oberfeld-Twistel, director del equipo de investigación.
El especialista explicó que todavía no podían determinar de qué manera cada color influenciaba la percepción de las personas, pero los primeros indicios mostraban que la iluminación podría estar afectando el estado de ánimo de cada uno.
Fuente: lanacion.com
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