Todo el mundo sabe que fumar no es bueno para la salud, no hace falta
que os lo repita. También se sabe que es la droga más adictiva y que es
difícil dejar de fumar, pero en este post os facilitaré algunos
consejos para que los que fumáis os cuidéis más y mejor.
También será útil para aquellos que conviváis con fumadores, los llamados “fumadores pasivos” que lo son, ya que no les queda otro remedio.
La mejora nutricional de los fumadores y “compañía” puede ser de gran
ayuda para reducir o minimizar los problemas de salud que se asocian al
tabaco.
La dieta de los fumadores por lo general es peor que la de los no
fumadores. Está comprobado que cuántos más cigarrillos se fumen, peor es
la dieta que lleva.
Los fumadores suelen consumir más café y alcohol que
los no fumadores, potenciando los efectos negativos de éstos (alcohol y
tabaco) en el organismo. Toman menos fruta, verdura y lácteos, a lo que
se le añade también que suele ser gente menos activa físicamente. El
consumo de grasa animal también es superior en los no fumadores. Esta
modificación de los hábitos alimentarios condiciona la ingesta de
algunos nutrientes que se ve disminuida como: hidratos de carbono,
ácidos grasos insaturados, fibra, vitaminas y minerales.
Por ello nos encontramos que los fumadores suelen tener carencia de varios micronutrientes, como son: Vitamina C, E, B1, B2, B12, fólico, B-carotenos, calcio, magnesio, hierro y yodo.
Faltan nutrientes antioxidantes (que se encuentran en fruta y verdura), que parecen ser los encargados de neutralizar los oxidantes liberados por el tabaco. Las necesidades de vitamina C
entre los fumadores son mucho más altas, al menos necesitan el doble
que los no fumadores. Por ello los alimentos que tenéis que vigilar
especialmente si sois fumadores, son: aumentar el consumo de frutas frescas (al menos cuatro piezas al día) para facilitar el aporte de vitamina C o en su defecto tomar suplementos de vitamina C.
También presentan déficit de vitamina E, que se asocia con un aumentos del riesgo cardiovascular (los problemas de corazón juntamente con las enfermedades respiratorias y el cáncer son más frecuentes entre los fumadores).
En el caso del pescado, tampoco toman la cantidad
necesaria y se aconseja aumentar el consumo, principalmente del azul, a
dos o tres veces a la semana y si no es posible recurrir a los
suplementos de omega 3.
También el humo del cigarrillo aporta cadmio que favorece la aparición de cataratas.
Los alimentos ricos en vitaminas y minerales que contengan como el
selenio y zinc (frutas, verduras, cereales integrales) actúan como
defensa frente a la oxidación. También está demostrado que los fumadores
tienen un mayor riesgo de osteoporosis, por ello deben aumentar el consumo de calcio.
Algo que preocupa, principalmente a las mujeres es que después de dejar de fumar puede producirse un aumento de peso,
es cierto. Pero también lo es que al cabo de un tiempo y, si es
necesario con ayuda de un profesional, se vuelve al peso anterior. Los
inconvenientes del tabaco, el riesgo de enfermedades muy graves que
conlleva, superan con creces al problema de unos kilos de más que pueden
solucionarse.
La salud es lo primero. Además si os preocupa la estética, fumar envejece, y
mucho…. Sí, sé que dejar de fumar es complicado, pero estas simples
consideraciones te pueden ayudar a mejorar tu salud a pesar de que sigas
fumando, aunque por supuesto espero que se trate solo de un primer paso
de este difícil proceso de deshabituación. Piénsalo, a la larga tu
cuerpo te lo agradecerá encarecidamente.
Ánimo, en el próximo post os hablaré de la dieta que os puede ayudar para dejar de fumar…
No hay comentarios:
Publicar un comentario