lunes, 16 de julio de 2012

Argentina investiga el comportamiento de 12 nuevas variedades

Lo sugirió el crítico británico Tim Atkin cuando visitó Argentina traído por Wines of Argentina durante la última Vendimia: Argentina necesita experimentar con variedades italianas, que están teniendo muy buena aceptación en los mercados. California sigue esta tendencia, informó esta semana  un diario del vino. Sus investigadores trabajan sobre 55 nuevas variedades que se adapten mejor a zonas cálidas, previendo el avance del calentamiento global. El trabajo lo está haciendo la Universidad de Kearny, pero el trabajo de mercado lo monitorea Constellation Brands (http://www.todovinos.cl/noticias/3956-en-california-investigan-nuevas-variedades-)

"El mercado está listo para algo nuevo, quizás un Fianio, un vino blanco con un estilo fresco y joven que evoca los sabores de melón y toronja, o el estilísticamente único Marselan Noir, un vino tinto con un sabor de cereza", señala la nota.

Argentina también tiene su programa experimental de variedades, a través del INTA, aunque sin apoyo del sector privado, como en Estados Unidos. Santiago Sari, ingeniero agrónomo a cargo del proyecto en Mendoza, explica que la investigación es sobre 12 nuevas variedades y ya lleva 4 años. 

"La inquietud surge para abrir una mayor oferta varietal, como parte del PEVI; nosotros vemos el comportamiento de la variedad, tanto en campo como enológico, no desde el punto de vista comercial; esa información se la enviamos a los productores y ellos son los que deben ver la conveniencia comercial".

Las variedades sobre las que se trabaja son famosas en sus lugares de origen con vinos de corte. En las parcelas demostrativas en San Juan, Mendoza, y Rio Negro, hay 12 variedades: Ancellota, Nebbiolo, Nero Dávola, Croatina, Caladoc, Grénache, Corvina, Rondinella, Touriga Nacional y Mouvèdre en tintas y Verdicchio, Riesling en blancas.

Las que muestran mejor performance

Algunas variedades han mostrado mejor desarrollo que otras. La Ancellotta, sostiene Sari, originaria del Norte de Italia, muy utilizada como base de color de mostos, o para agregar color a vinos de bajo color muestra una muy buena sanidad, un poco más sensible a oidio. Tiene una madurez más temprana que el Malbec, y con respecto a los vinos, da mucho color tanto en zonas cálidas como en zonas frías. "Parte de intensidad colorante 3000 unidades, es muy  tánica, necesita manejo de taninos para hacer un varietal, si hay que hacer clarificación no se pierde color; no es una  variedad con mucho aroma, y en boca depende como se la trabaje. Es más interesante para corte que como varietal", se ha comprobado. Hoy está en el mercado como varietal de la mano de Familia Zuccardi con su vino Textual. 

Otra que da excelentes resultados es la Croatina, una variedad originaria del Norte de Italia, que allá también se conoce como Bonarda, aunque no es la Bonarda piamontesa; la que conocemos en Argentina como Bonarda es el Corveau, del Sur de Francia. 

"La poca información bibliográfica que tenemos nos dice que su intensidad es media, no es muy tánica, hemos visto que tiene un muy buen color, disminuye en regiones cálidas, aunque no tanto como el Malbec; en Argentina desarrolla muchos taninos y se adapta bien a una crianza en barrica".

Algo muy interesante es que desarrolla buena acidez aún en zonas cálidas y tiene muy buena aptitud para ser desarrollada como varietal. "En Luján está dando 2000 unidades de color. El promedio de acidez es de PH 3,5. En zonas cálidas no llega 3,6 y en zonas frías 3,4 de PH", explica Sari. 

"El rendimiento está en 130 qq/ha, medio, en algunas zonas cálidas puede cargar un poco más, pero tiene poca fertilidad en las yemas basales. Tal vez si cambiamos a cordón pitoneado, podría andar mejor. En relación a las enfermedades, es poco susceptible al oidio pero es sensible a la peronóspora y la podredumbre", enfatizó.  

Acorde a los estudios otra que presenta resultados muy buenos es la portuguesa Touriga Nacional, que en su país de origen se usaba sobre todo para el Porto pero que ahora también se está trabajando bien en vinos varietales. El trabajo del INTA se hace con clones más productivos que los originales de Portugal. "Para nosotros es interesante, porque tiene mucho aroma frutal;, como varietal va muy bien y como aporte de fruta iría muy bien para sumarle a otras tintas internacionales. La acidez no es tan interesante, PH promedio 3,8", explica Sari. 

De las blancas el Verdicchio se desarrolla con excelente acidez, aún en zonas cálidas sale con PH de 3,2. "Se puede elaborar tanto como blanco seco o dulce; tiene aromas florales, a damasco fresco, según el estado de madurez; es un varietal que ha logrado mucha adhesión", subrayó el investigador. 

Una variedad famosa en el Norte de Italia, el Nebbiolo  -base de los célebres  Barolo y Barbaresco - en todos los casos nos ha dado casi nada de color en las experimentaciones. "Es un varietal muy parecido al Pinot Noir, tiene cierta elegancia sobre todo los de zonas frías, aparecen aromas especiados y es bastante corpulento, tánico; tiene muy buena acidez, en Luján 3,6 de acidez, pero es un PH interesante".

Interesantes en nariz

La Rondinella y el Grénache,  variedades de poco color, muy famosas en el Norte de España y en Sur de Francia, presentan en Argentina taninos secantes, por lo que requieren maceraciones más cortas. "La variedad que hicimos en La Consulta sale con poco color; son uvas que aparecen con mayor intensidad aromática cuando se la elabora como rosado. Es una variedad más sensible a la peronóspora, tiene corrimiento, es medianamente productiva. Pese a ser un clima continental como el del Ródano, o en el Norte de España, lo que encontramos como similitud es la intensidad aromática, la intensidad de color es baja". 

El Caladoc, cruza de Grénache y Malbec -cruzamiento que hizo el INRA a fin de incorporar más taninos y color al Grénache en el sur de Francia; - en tanto ha probado ser poco sensible a la podredumbre y no tiene corrimiento. "No logramos tanto color, en la zona de La Consulta es donde se da más interesante.  Su calidad está muy influenciada por el terroir; al tener Malbec no nos extraña, porque ya sabemos que sus características dependen mucho el suelo. Tiene menos polifenoles que el Malbec, no tiene aromas destacados varietales que lo identifiquen, en algunas zonas cálidas aparece un poco de herbáceo. Es bastante exigente en el clima para obtener una buena calidad, en zonas cálidas no se destaca en lo absoluto".

Trabajo estandarizado

Si la bodega experimental del INTA tuviera, como en Estados Unidos, apoyo del sector privado, o mayores aportes del Estado podría realizar microvinificaciones en barrica y guarda para ver cómo evolucionan estas variedades con la madera. "Para tener repeticiones, necesitamos 3 barricas por varietal, este año lo empezaríamos a hacer si logramos financiamiento extra al que tiene INTA. El rendimiento que estamos trabajando es de 150 quintales por hectárea; en algunas regiones podría tener más producción, pero en general esta es la producción límite", dijo el ingeniero.

Hoy el trabajo con cada uno de los varietales está estandarizado. Se utiliza el mismo sistema de conducción, espaldero alto, 2,50 mts de distancia entre hileras, 1,50 mts entre plantas, sistema de poda doble gouyot y la misma cantidad de yemas y brotes por planta en todas las zonas. "En general la cosecha se hace con 24 brix las tintas, y las  blancas 22 brix, en los tintos estamos en 14 y en los blancos 12 o 13 grados de alcohol".

En cuanto a la vinificación, las tintas se fermentan a 25 grados; las blancas entre 18 y 20. "Usamos siempre una levadura seleccionada, la D254 de Lallemand. El tiempo de maceración lo modificamos por varietal, inicial 12 días, y luego variamos según los resultados obtenidos. A las tintas se les hace maloláctica, con siembra de bacterias".

Fuente: Area del Vino

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