miércoles, 13 de abril de 2011

El camino del vino promete ser un boom

Charlie Arturaola, protagonista de este film sobre el vino argentino que se rodó íntegramente en Mendoza, habla de la película que se estrenará en Nueva York o Los Ángeles.

"Lo que más le gusta a Charlie es hablar de la película", comenta entre risas cómplices Pandora, tercera esposa de Arturaola, una simpática norteamericana de origen galés a la que le gusta bromear sobre las pasiones de este peculiar sommellier, cuya ficticia pérdida de paladar y el siguiente peregrinaje por "El camino del vino" para recuperarlo, son materia prima de esta película.

La película dirigida por Nicolás Carrera fue elegida como una de las 5 principales en la Culinary Division de la Berlinale, lo que despertó un gran interés internacional. Además, fue premiada como mejor película del año en el Festival de Cine de Mar del Plata.

A rodar mi vida

Invitado una vez más al Masters of Food and Wine, Charlie Arturaola -quien se define a sí mismo como un wine speaker internacional que tiene muchas millas recorridas en el mundo del vino- recuerda que la idea se generó en una mesa de amigos, en charlas nocturnas, vino de por medio, con su amigo, el mendocino Ramiro Navarro, primo de los hermanos Nicolás y Sebastián Carreras, dueños a su vez de Cactus Cine, el estudio que rodó la película.

"Ellos querían filmar, Charlie no tenía tiempo para venir; no me podía quedar 11 días en Mendoza. Lo más dificultoso fue encontrar un tiempo para filmar, dentro de los meses de cosecha; sobre todo había que encontrar a Michel Rolland en esos días", recuerda refiriéndose a sí mismo en tercera persona.

Finalmente decidieron empezar y la película comenzó a rodarse en Valle de Uco en diciembre de 2009. La trama consiste en que Arturaola, uno de los 10 mejores paladares del mundo, había perdido el sentido del gusto y del olfato. "Teníamos que encontrar al gran padre, Michel Rolland, que nos daba la bendición, para comenzar mi viaje". Gracias a los sponsors, Susana Balbo, Norton, Bianchi, Club Tapiz y otros, se puso en marcha el proyecto. "La película se fue filmando por piezas. Cada bodega representando algo de Mendoza: Trapiche, su historia; Tempus Alba su perfil boutique; Krontiras, la viticultura biodinámica. Para el que sabe de vino, es claro que cada subregión de Mendoza está representada", dice.

El film se rodó íntegramente en Mendoza. "Esto es mendocino puro, por Ramiro Navarro, porque entre fernet y coca cola en más de una madrugada, nos dimos la oportunidad de crear este guión", comenta Charlie.

La película llevó 225 horas de rodaje e incluye fiestas típicas religiosas como la procesión de la Virgen de la Carrodilla. No es una road movie, es un docu-film, ya que el 80% es ficción y 2 escenas son documentales. "La diferencia entre esta película y una de Hollywood es, como dice nuestro productor porteño - alemán, que no está George Clooney, si no yo y que hicimos todo a pulmón". Esto significa que como actor, Arturaola no cobró un centavo.

El dinero podría venir ahora, con el éxito. "Vamos a estrenarla en Los Ángeles, o en Nueva York en setiembre u octubre de este año. Estamos a nivel Hollywood con este film", aclara Charlie.

"El film está jugando en primera. Ahora está a nivel de Shortline, una compañía de Hollywood que maneja films latinoamericanos", confió a Día a Día del Vino.

Personajes adorables

La película incluye personajes muy queribles como el chef Donato de Santis, que es quien guía a Arturaola en la búsqueda de su paladar. El contenido es muy humano, es casi un viaje espiritual porque no sólo muestra cómo a través de la vuelta a las raíces, el sommellier recupera su paladar, sino que lo hace revalorizando la cultura de Mendoza, la gente, los personajes, el trabajo, los pequeños productores y los grandes productores. "Desde el punto de vista profesional, trabajar con Michel Rolland fue muy bueno, así como con Donato de Santis. En términos de amistad, fue increíble", remarca el protagonista.

En medio de la película, en su vida real, Charlie Arturaola se convirtió en abuelo y viajó a Uruguay a conocer a su nieto. "Por lo tanto, la película tiene mucho de la familia, de la inmigración y de mi historia, ya que yo me fui de Uruguay a los 18 años y nunca más regresé", aclara.

Exhibido en la original y sabrosa sección "Cine Culinario" de la Berlinale, el filme fue acogido con grandes aplausos por parte del público. Tras su proyección en el prestigioso Museo Gropius Bau, el sediento público se desplazó al restaurante para degustar un menú inspirado en la película.

Fuente: Area del Vino

No hay comentarios:

Publicar un comentario


Cascada Inacayal - Villa La Angostura - Patagonia Argentina