La trufa es un hongo de los que más escasean, por este motivo es tan apreciado. A esto debemos sumar su poder aromático que dota de un toque especial cualquier plato en el que se utilice. Pero en cosmética existen tratamientos en los que la trufa es la estrella, y es que es uno de los productos más indicados para pieles sensibles o delicadas, o para aquellas que ya presentas los primeros signos del paso del tiempo.
Ante todo debemos destacar el efecto tensor de la piel que tiene la trufa. Las sustancias y antioxidantes que contiene le confieren estas propiedades que hacen que se la conozca como botox natural.
Otra de las propiedades que tiene la trufa aplicada sobre la piel es su efecto blanqueador, ya que se encarga de iluminar y hacer que las manchas que aparecen por culpa del sol desaparezcan poco a poco. Estas dos características la convierten en uno de los mejores tratamientos antiedad que existe.
Pero no solo tiene una serie de efectos instantáneos y visibles desde fuera, sino que aplicarnos trufa en la piel es una de las mejores maneras que tenemos de nutrir, pues ésta recibirá los diferentes nutrientes que contiene este hongo, y que tanto bien nos harán. Sobre todo a la hora de mantener la piel elástica y cargada de colágeno, ya que la trufa es un hongo que activará la producción natural del cuerpo de esta sustancia necesaria para tener una piel elástica y joven por más tiempo.
Como ya hemos dicho, la trufa tiene un efecto antioxidante muy potente, lo que hace que las células de la piel se protejan, y podamos mejorar el estado de las líneas de expresión, que se difuminarán, además de ayudarnos a tonificar, suavizar y limpiar la piel de impurezas y restos que la afean y empeoran su estado. Por ello los tratamientos con trufa pueden ser muy recomendables para poner a punto nuestra piel.
Fuente: vitonica.com
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