jueves, 14 de octubre de 2010

Plan Estratégico Argentina Vitivinícola 2020

En esta nota, la gerenta general de la Corporación Vitivinícola Argentina, brinda las claves del plan estratégico que la entidad lleva a cabo desde 2005 y plantea cuáles son los próximos desafíos.

A mediados de octubre, la COVIAR realizará su reunión anual. En su cuarta jornada estratégica, se dará continuidad al proceso de reflexión que permite, de manera sistemática actualizar o corregir, las líneas de acción del Plan Estratégico Argentina Vitivinícola 2020. Este año, el foco estará puesto en el análisis de los cambios producidos entre 2000 y 2010, para determinar los factores críticos sobre los que se deberá actuar en el mediano plazo.

La COVIAR -Corporación Vitivinícola argentina- representa el esfuerzo de articulación de toda la cadena: la etapa productiva, la industrial y la de comercialización, en todo el país y en conjunto con el sector público, para la ejecución del Plan Estratégico Argentina Vitivinícola 2020.

Al formular y poner en marcha el mencionado plan, la vitivinicultura entendió la necesidad imperiosa de adecuarse al nuevo escenario económico nacional e internacional, desarrollando medidas profundas y comprometidas que le permitieran no sólo revertir el acentuado proceso de deterioro del consumo y desaparición de miles de pequeñas explotaciones observado desde la década del 70 sino, principalmente, aprovechar las ventajas naturales y la capacidad de sus recursos humanos y tecnológicos, para generar riqueza que pudiera ser distribuida equitativamente entre los distintos factores de la producción.

Con una contribución autoimpuesta por el propio sector privado y el apoyo de programas públicos, el Plan Estratégico Vitivinícola se desarrolla desde el año 2005 y tiene en marcha más de 15 proyectos. Es una experiencia singular que es utilizada como ejemplo de lo que hoy en parece ser tan difícil de lograr: voluntades comunes que priorizan el consenso, la participación de todos los actores y búsqueda de eficiencia para hacer de Argentina uno de los países líderes de la vitivinicultura mundial.

El plan comenzó a implementarse en 2005 y surgió como resultado de tres años de estudios específicos y numerosos foros, luego de los cuales quedaron definidos los objetivos que servirán de guía hasta 2020: posicionar los vinos varietales argentinos en los mercados del Norte, desarrollar el mercado latinoamericano, reimpulsar el mercado argentino de vinos y apoyar el desarrollo de pequeños productores de uva para integrarlos en el negocio.

Los proyectos de promoción en el mercado externo e interno apuntalan la demanda en un contexto de crisis internacional y de marcado descenso del consumo. En ellos se invertirá entre julio de 2010 y junio 2011, alrededor de 34 millones de pesos: 20 millones los aporta la Corporación, algo más de 11 millones de pesos las unidades ejecutoras-Vinos de Argentina y Fondo Vitivinícola- y las provincias aportarán alrededor de 3 millones de pesos a través del Consejo Federal de inversiones.

El directorio de la Corporación está gestionando mayor cantidad de recursos públicos, nacionales y provinciales, para fortalecer presupuestariamente el programa de promoción que desarrolla la vitivinicultura argentina. Los recursos que actualmente se destinan resultan claramente insuficientes, medidos en función de los aportes que realizan los competidores del vino tanto en el mercado interno como en el externo.

El proyecto de integración de pequeños productores a la cadena vitivinícola, puesto en marcha en diciembre de 2009, significa $ 200 millones de pesos que en 4 años, estarán destinados a fortalecer nuestra tercera línea estratégica: apoyar el desarrollo de los pequeños productores.

Los fondos provienen del gobierno nacional a través de un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo. Los pequeños productores y bodegas que participan del proyecto aportarán, en los 4 años de ejecución, alrededor del 100 millones de pesos más. La integración vertical de productores a establecimientos industriales, de vinos, mostos, uvas en fresco y pasas, con un contrato a 10 años, les permitirá previsibilidad en su relación comercial y en definitiva, mayor sustentabilidad.

En el área de investigación, desarrollo e innovación y a pesar del esfuerzo de incorporación de tecnología que realizan las empresas o el de capacitación y transferencia que realizan el INTA y el INV, el plan tiene aún un largo camino por delante. Los vinos argentinos son reconocidos en el mundo por su excelente relación precio- calidad pero las dificultades de financiamiento han descapitalizado fundamentalmente a la pequeña y mediana empresa y éste es un capítulo que preocupa especialmente. El proyecto PI-TEC de integración tecnológica, que ejecutan distintas entidades del sector, prevé invertir alrededor de 8 millones de pesos en I+D+i.

El debate

Por estos días y previo a la realización de la jornada anual estratégica, existe en la COVIAR un profundo debate: ¿Cómo fortalecer la alianza público-privada para lograr que las políticas vinculadas a la vitivinicultura sean analizadas y debatidas en las mesas del plan estratégico? Con la mirada siempre puesta en los objetivos estratégicos definidos para 2020, ¿cómo renovar las acciones que se realizan, para adecuarlas a los cambios del consumo mundial y doméstico de vino?

En una sociedad poco acostumbrada a alianzas duraderas y a la construcción colectiva, el PEVI resulta una experiencia novedosa y compleja, a la que contribuyen todos los actores del sector.

Fuente: Area del Vino

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