En ésta se utilizan mejor las grasas. El aceite de oliva virgen tiene un 80% de ácido oleico (monoinsaturado) y un 14% de ácidos grasos saturados. Los ácidos grasos monoinsaturados aumentan la diferencia entre el colesterol HDL y el LDL, siendo el primero un protector frente a las placas de ateroma en las arterias. La dieta mediterránea es rica en pastas, verduras y frutas, al consumir un gran número de legumbres el porcentaje de hidratos de carbono es el adecuado, son frecuentes platos como lentejas, garbanzos y alubias.
El pescado se consume con la misma frecuencia que la carne, aumentando con ello el consumo de grasas poliinsaturadas frente a las saturadas.La combinación de estos nutrientes es la adecuada en esta dieta y en muchas ocasiones el método de preparar las comidas y el uso de especias favorecen la digestión de estos alimentos.
Aunque en principio podríamos pensar que la dieta de los españoles es la correcta debido a las alabanzas que se han producido en los últimos años, esto no es así. Los cambios que se han producido en la alimentación se alejan de la dieta mediterránea.
Nuestra situación actual es la siguiente:
- La dieta de los españoles sobrepasa el aporte calórico recomendado.
- Los alimentos de origen animal se consumen en exceso.
- El aporte de hidratos de carbono ha disminuido.
- Las grasas han sustituido en gran parte a los carbohidratos.
- El aporte de fibra también es insuficiente.
Fuente: elmundo.es
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