En cuanto a los platos de carne, una sugerencia típica del país: el célebre cocido a la portuguesa, mezcla de carnes y verdura sabrosamente cocidos.
Si está en el norte, también puede saborear los callos al estilo de Porto, una variedad de feijoada (especie de fabada), que también se puede hacer a la transmontana, en el interior de la región.
El aceite portugués, de gran calidad, está siempre presente y acompaña todas las recetas de bacalao (¡dicen que hay 1001), en cuya preparación nadie los supera. En la forma de prepararlo y disfrutarlo.
Cada plato exige un vino determinado como acompañamiento. Tenemos vinos por todo el país, y si el de Porto tiene mucha fama, los tintos del Douro, de Alentejo y tantos otros no se quedan atrás.
¡Y los quesos! Solo le hablamos del Serra, pero todos los del Centro de Portugal y Alentejo son deliciosos.
Los dulces, cuyas raíces se pierden en los conventos donde se preparaban, todavía hoy hacen que demos "gracias al cielo". Y no deje de probar un pastel de crema. Combina siempre bien con el café, que tomamos tipo "expreso".
¿Le apetece un Porto o un Madeira después de la comida?
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