jueves, 5 de febrero de 2009

Torta Galesa


En 1863, cuando el Presidente Mitre, organizó la República Argentina, el entonces Ministro del Interior Don Guillermo Rawson, trae una propuesta del país de Gales al gobierno, de parte de los señores Lewis Jones y John Parry "Conde de Madryn", para que en el sur del río Negro se instale una colonia Galesa.

Esta llega a las costas del actual Puerto Madryn el 28 de Julio de 1865 a bordo de un velero, llamado Mimosa. En él, llegaron 153 hombres y mujeres con el solo propósito de mantener vivas sus tradiciones, cultura, religión y cultivar este árido y bello suelo Patagónico.

Nace, ante una necesidad de un buen alimento de fácil conservación y larga durabilidad, la torta negra. Los galeses pensando en su torta de casamiento y de Navidad, y utilizando las escasas materias primas que obtenían de Buenos Aires, desarrollan este producto que desde entonces y en la actualidad, se reconoce como típico de la colonia Galesa en la provincia del Chubut, siendo éste netamente Patagónico.

Uno de aquellos primeros colonos, se llamaba John Jones, quien recibía el apodo de Mountain Ash, por el lugar de Gales de donde provenía. John Jones, mantuvo su receta en el seno familiar, pasándola de generación en generación, conteniendo como característica principal, los verdaderos secretos del bouquet familiar.

COMIDA CHUBUTENSE
Ningún galés del País de Gales conoce la torta que lo identifica con su patria, a menos que haya viajado al sur argentino, precisamente a la provincia del Chubut. Es aquí, en la estepa patagónica, donde los primeros colonos provenientes de aquella tierra verde inventaron una torta. Querían que durase mucho tiempo, para llevar en las largas travesías por el desierto en busca de otra verde comarca que los albergara.

La torta negra galesa, patrimonio gastronómico de Chubut, tiene diferentes versiones. La receta que propone Cosas Nuestras es la que prepara Susana Kely de la Fuente, descendiente de galeses por parte de su mamá y heredera de Nain Maggie (abuela Margarita), una casa de té en Trevelin, pequeña ciudad al pie de los Andes.

La experiencia indica que el postre es más sabroso si se lo deja orear dos días. La historia cuenta que, una vez instalados los colonos, comenzaron a utilizarla como torta de bodas, cuyo último piso se retiraba y se guardaba envuelto en un fino papel, en una lata bien cerrada. Año a año, para conmemorar su aniversario, los novios compartían una porción de esa torta especial. Ahora se continúa esa tradición, conservando porciones de torta galesa en papel manteca o de aluminio y colocándolas en algún recipiente plástico, lo que asegura uno, tres y hasta más años del mejor sabor para la hora del té o para acompañar con un vino blanco dulce.

INGREDIENTES
- 1 kilo de harina leudante
- 250 gramos de fruta abrillantada
- 250 gramos de pasas de uva sin semillas
- 125 gramos de pasas de ciruelas sin carozo
- 125 gramos de higos negros tiernos
- 250 gramos de nueces
- 400 gramos de manteca
- 1 taza de azúcar negra
- 1 taza de azúcar blanca quemada (caramelo)
- 4 huevos
- 1 pizca de nuez moscada rallada
- 1 pizca de clavo de olor
- 1 cucharadita de canela
- Cognac o ron
- Esencia de vainilla

PREPARACIÓN
Macerar en cognac o ron las pasas de uva durante 24 horas.
Batir la manteca con el azúcar negra, agregar los huevos, mezclar bien e incorporar la fruta, la nuez moscada, el clavo de olor, la canela y la esencia.
Agregar la harina y unir todo con el caramelo.
Volcar en un molde enmantecado y enharinado, y colocar en horno moderado durante una hora y media.
Una buena combinación Para acompañar la torta galesa proponemos otra alternativa de maridaje, menos convencional que la infusión de té. Recomendamos hacerlo con un vino de cosecha tardía elaborado a partir de una cepa blanca, ya que la acidez y las notas cítricas del vino se balancean con el dulzor y equilibran la intensidad de aromas de la torta.

Además, las notas de miel y frutas maduras y secas que caracterizan a estos vinos combinan muy bien con las frutas propias de la torta. Otra posibilidad es acompañarla con un vino de alto grado alcohólico, estructura y dulzor, pero de cepa tinta. Se trata de una torta que combina sabores complejos y especiados, que irían muy bien con un vino dulce fortificado de uva malbec.


CONDICIONES DE CONSERVACION DE LA TORTA NEGRA
Dado que el producto es totalmente natural, es decir que no posee conservantes, es conveniente tener en cuenta lo siguiente:
. Evitar que el producto este al alcance del sol o calor.
. Mantener en lugar seco, oscuro y fresco.
. No conservar en heladera, el frío de esta seca al producto perdiendo sabor. Luego de abierto el envase de la torta:
. Al caracterizarse la torta negra por ser frutada, no la corte como una torta tradicional, córtela en fetas de no más de 1,5 cm. de espesor de esta forma evitará que se rompa el centro.
. Déjela oxigenarse unos minutos antes de consumirla.
. Conservarla en un recipiente herméticamente cerrado (tupper), en lugar fresco, oscuro y seco, para evitar que el contacto del producto con el aire, produzca sequedad en el mismo.

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