Con sus colores y formas llamativas, y sus deliciosos sabores, los dulces son irresistibles para casi todos. ¿A partir de qué edad pueden comerlos y en qué cantidad? La importancia de la higiene bucal y las primeras visitas al dentista. Los caramelos, las gaseosas y los jugos son los principales causantes de las caries.
Las
golosinas son una tentación a la que pocos se resisten. Sus colores,
formas y sabores atraen a niños y grandes, pero a la vez comprometen la
salud de las muelas y dientes, ya que sus componentes suelen ser
considerados como los de mayor causante de las caries.
Por
eso es bueno saber cómo cuidar los dientes de los pequeños que empiezan
a probar sus primeros dulces, qué tipo de golosinas pueden consumir y
con qué frecuencia.
Deberían
empezar a comerlas luego de los 5 años, porque los azúcares (hidratos
de carbono) que contienen los dulces, son los causantes de las caries.
Además, aquellos menores a esta edad suelen llevar una higiene
deficiente, porque aún no tienen el suficiente control sobre el cepillo
de dientes, por lo que intervenir en su dieta es algo elemental.
¿Cuántos dulces y en qué momento los pueden comer?
La
ingesta de golosinas debe ser controlada por los padres, tratando de
reducir los momentos de azúcar a la menor cantidad posible. La
frecuencia en que se consumen debe ser menor a 4 veces por día, ya que
la saliva tiene una función reguladora del PH, actuando como
amortiguador o buffer de la acidez.
¿Caramelos, chupetines, medialunas o gaseosas?
Al
momento de elegir las golosinas, se recomienda optar por las más
pequeñas, de manera que sea menor cantidad de azúcar la que se consuma,
debido a que los hidratos de carbono son metalizados por las bacterias
de la placa bacteriana, y el ácido resultante produce la
descalcificación de la superficie del diente. Hay que tener en cuenta
que los dulces pegajosos son los peores y que los líquidos como gaseosas
y jugos también pueden ser cariogénicos.
¡A cuidar los dientes!
La
educación en salud bucal en los niños es de suma importancia para su
buen desarrollo. Lo ideal es acompañarlos al dentista y enseñarles a
higienizarse la boca 3 veces al día como mínimo. La primer visita al
odontólogo debe hacerse cuando el niño completa la erupción de las
piezas temporarias, es decir, a partir de los 2 años. Y el cepillado
debe comenzarse cuando sale el 1º diente, siempre con la participación
activa de los padres. Fomentar el hábito de la higiene resultará crucial
para el cuidado de los dientes de los chicos.
Por los doctores Pablo Colla, odontopediatra; y Guillermo Tassello, jefe de clínica de Consulmed para Staff Médico.
Foto: Thinkstock Photos
Fuente: entremujeres.com
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