No sólo es el fruto con mayor poder antioxidante: también tiene muchas cualidades vinculadas a una protección natural ante infecciones urinarias. Reduce hasta 10 veces la presencia de Escherichia coli en la vagina y más de 4 veces en la vejiga.
La anatomía femenina hace que las cistitis y otras infecciones del
tracto urogenital sean mucho más frecuentes en ellas que en los varones.
De hecho, la mayoría de las mujeres adultas padece cistitis
(inflamación de la vejiga, que es el caso más típico) al menos una vez.
Alrededor
del 80% de las infecciones urinarias son producidas por la bacteria
Escherichia coli, tienen tratamiento, y el hecho de que sean comunes no
significa que no haya que recurrir al médico, ya que de no ser tratadas,
sus complicaciones pueden ser muy graves.
Recientemente se ha
descubierto que existe un componente de los arándanos llamado
proantocianidina, que impide la acción de las vellosidades ("fimbrias")
con que la bacteria Escherichia coli se adhiere a las células de los
tejidos mucosos internos, y por lo tanto evita que prolifere.
Es
decir que a los múltiples beneficios científicamente comprobados del
arándano –como el de ser, según el Departamento de Agricultura
Estadounidense, el fruto con mayor poder antioxidante–, se suma la
protección natural ante infecciones urinarias. Entre las mujeres que
consumieron diariamente una dosis polvo de extracto de arándano, la
presencia de Escherichia coli en la vagina se reduce en 10 veces, y en
más de 4 veces en la vejiga, de acuerdo con un estudio publicado en la
revista de la Asociación Estadounidense de Urología (AUA) en 2007.
De
hecho, el Consenso intersociedades para el manejo de la infección del
tracto urinario, publicado conjuntamente por la Sociedad Argentina de
Urología (SAU), la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) y la
Sociedad de Ginecología Y Obstetricia de Buenos Aires (SOGIBA), entre
otras entidades médicas, da cuenta de dos estudios que certifican que el
consumo de jugo de arándano "puede reducir el número de infecciones
urinarias en un período de 12 meses en mujeres".
Por ese mismo
motivo, las Guías sobre Infecciones Urológicas elaboradas en 2013 por la
Asociación Europea de Urología (EAU) recomiendan directamente consumir
36 mg diarios de proantocianidina, el mencionado componente activo del
arándano. "En las mujeres que sufren infecciones urinarias a repetición,
el consumo sistemático del arándano aumenta el tiempo libre de
recidivas entre infecciones", asegura a su vez el doctor Amado Bechara,
Jefe de Unidad de la División de Urología del Hospital "Carlos Durand"
de la Ciudad de Buenos Aires y profesor de Urología de la
Universidad de Buenos Aires (UBA), quien además explicó que esta
"barrera de protección natural" creada por el extracto del arándano
también ayuda a disminuir la necesidad de recetar antibióticos como
profilaxis.
De esta manera, señala, se contribuye a bajar el
riesgo de que las infecciones se vuelvan resistentes a los antibióticos,
que es el gran riesgo que enfrenta hoy la medicina por el uso excesivo
de este tipo de medicamentos.
El frío y las infecciones urinarias
Ni
hacen falta estadísticas que demuestren que con la llegada de las
primeras temperaturas bajas del año aparece la necesidad de usar el
baño más seguido. Es una "figurita repetida" de las estaciones frías
del año. Eso genera dudas en muchas mujeres, y sobre todo en las que
sufren cistitis o infecciones urinarias a repetición, ya que el
aumento de la frecuencia urinaria (es decir, la necesidad de ir al baño
más seguido) y de la urgencia (apenas aparecen las ganas) están entre
los principales síntomas.
Otros de los posibles síntomas de una
cistitis a los que hay que prestar atención a fin de consultar al
médico, pueden ser el ardor o dolor al orinar, sensación de presión o
calambres en el bajo vientre, o incuso algunas líneas de fiebre.
Fuente: entremujeres.com
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