Hoy vengo con una tortita deliciosa que encontré en un blog español. No sé por qué se llama bizcocho de las monjas,
pero es sabrosísima. Con estas medidas que verán abajo sale una torta
esponjosa y bien alta, muy para el verano por lo liviana. No lleva
manteca sino aceite de oliva.
A aquellos que no les guste el sabor de este maravilloso óleo, pueden
reemplazarlo por aceite de girasol o de canola, o de cualquier otro que
les guste. La pueden cubrir con diversas cosas, desde azúcar impalpable
hasta crema chantilly, chocolate, dulce de leche, queso crema o fondant.
Ustedes eligen.
Ingredientes
Yemas, 4
Claras, 4
Azúcar, 350
Aceite de Oliva, 250 cc
Leche, 250 cc
Harina oooo, 400 grs
Levadura seca, 1 sobrecito
Ralladura de un limón
Preparación
Cernir la harina con la levadura y reservar.
Poner en un bol las yemas y 200 grs de azúcar, más la ralladura de
limón, y batir bien hasta que quede una apetitosa mezcla blanquecina y
espumosa. Agregar la leche y el aceite y batir hasta integrar bien.
Volcar encima la mezcla de harina y revolver con movimientos
envolventes hasta que no queden grumos. Montar las claras y agregar el
azúcar restante. Seguir batiendo hasta lograr punto nieve. Finalmente
incorporar a la mezcla anterior con movimientos envolventes.
Humedecer con rocío vegetal o enmantecar un molde grande (yo usé el
de Torta Angel, bien alto y con tubo en el medio), echar allí la mezcla y
llevar a horno de 165 grados por 55 minutos más o menos.
Dejar en el molde 10 minutos y luego desmoldar sobre rejilla. Decorar con lo que más nos guste.
Fuente: blogs.lanacion.com.ar/cocina-amateur
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