Casa Coupage nace en Buenos Aires hace nueve años entre los sommelier Inés Mendieta y su socio Santiago Mymicopulo,
quien quedará a cargo de este restaurante. Este sitio nació como uno de
los primeros restaurantes a puertas cerradas que hubo y empezó siendo
un club de catas de vinos y maridaje.
En diálogo con Área del Vino, contó que en el caso de Mendoza, el emprendimiento fue abierto junto a su pareja y socio italiano, Michele Aretini quien es barista de café y pastelero y ella sommelier y cocinera, por lo que destaca "ser el combo perfecto para Casa Coupage".
El restaurante abrió oficialmente sus puertas el 31 de mayo en una vieja casona construida en 1904 ubicada en Carril Gómez al 3602 de Maipú.
¿Por qué decidiste volcar este proyecto a Mendoza?
Creo que el lugar natural de Casa Coupage es Mendoza por considerarla la cuna del vino, además de creer que es uno de los lugares más magníficos para vivir, donde el turismo está pidiendo nuevas propuestas y que la comunicación del vino no siempre esté ligada a una bodega.
¿Cuál es la idea con la que nace?
El objetivo de Casa Coupage es cultivar a la gente sobre el vino desde la práctica. Que cada uno vaya descubriendo sus propios gustos, más allá del marketing que haya detrás de cada etiqueta.
¿Quién es el chef encargado? Además de estar yo y mi marido como pastelero, estamos trabajando en exclusivo con un chef local, Pablo de Rosas que viene de trabajar muchos años con Lucas Bustos y tiene muy buena formación, además de ser una excelente persona y trabajadora, con sabores muy finos, que encaja perfecto con el proyecto Casa Coupage.
¿Cómo será la logística y con qué capacidad cuentan?En principio vamos a abrir con nueve mesas con una capacidad total de 25 cubiertos. Y cuando llegue el verano y la temporada lo permita la idea es aprovechar el patio de la casa para poner mesas al aire libre.
En un primer momento el lugar estará abierto de martes a viernes al mediodía y viernes y sábado por la noche. La idea es ir sumando noches a medida que comience a tener un flujo más importante de gente.
¿Cuál es la propuesta gastronómica?Nosotros no contamos con un menú fijo, porque no sólo queremos captar al turista sino también al público mendocino, ya que estamos a 11 kilómetros de la ciudad. Nosotros ofrecemos un menú estacional, que con el arribo de cada estación cambiará todos los platos. La carta corta estará compuesta por tres entradas, tres principales y tres postres. Y además, dentro de la carta de vino contamos con 70 etiquetas y la idea es que el cliente pueda elegir entre la degustación de tres vinos, cinco o siete etiquetas, puede tomar un vino, vino por copa o traer su vino para el descorche o no consumir vino.
¿Cuál es el diferencial con otros restaurantes o como trasladas el concepto de Buenos Aires a Mendoza?Yo como sommelier voy a estar atendiendo las mesas, como allá en Buenos Aires mi socio original. La idea es que la persona que opte por elegir una degustación de 3, 5 o 7 etiquetas, que son las propuestas en carta, no hay nada que este predeterminado. Yo me acerco y pregunto qué van a comer y el cliente luego de decirme que va elegir, él puede optar o por elegir los vinos que quiere, que yo lo aconseje, que él me diga que sólo quiere blancos, tintos o dulces, o una variedad en particular, y yo le de las opciones de marcas para hacer los comparativos. Yo le doy mi apoyo y consejo si necesita porque tengo la cava entera para disponer de muchos vinos. Además, si alguien pone en mis manos el maridaje, y al cliente no le gusta el vino que le di, tiene la libertad de decírmelo y yo inmediatamente se lo cambio con otra opción.
En diálogo con Área del Vino, contó que en el caso de Mendoza, el emprendimiento fue abierto junto a su pareja y socio italiano, Michele Aretini quien es barista de café y pastelero y ella sommelier y cocinera, por lo que destaca "ser el combo perfecto para Casa Coupage".
El restaurante abrió oficialmente sus puertas el 31 de mayo en una vieja casona construida en 1904 ubicada en Carril Gómez al 3602 de Maipú.
¿Por qué decidiste volcar este proyecto a Mendoza?
Creo que el lugar natural de Casa Coupage es Mendoza por considerarla la cuna del vino, además de creer que es uno de los lugares más magníficos para vivir, donde el turismo está pidiendo nuevas propuestas y que la comunicación del vino no siempre esté ligada a una bodega.
¿Cuál es la idea con la que nace?
El objetivo de Casa Coupage es cultivar a la gente sobre el vino desde la práctica. Que cada uno vaya descubriendo sus propios gustos, más allá del marketing que haya detrás de cada etiqueta.
¿Quién es el chef encargado? Además de estar yo y mi marido como pastelero, estamos trabajando en exclusivo con un chef local, Pablo de Rosas que viene de trabajar muchos años con Lucas Bustos y tiene muy buena formación, además de ser una excelente persona y trabajadora, con sabores muy finos, que encaja perfecto con el proyecto Casa Coupage.
¿Cómo será la logística y con qué capacidad cuentan?En principio vamos a abrir con nueve mesas con una capacidad total de 25 cubiertos. Y cuando llegue el verano y la temporada lo permita la idea es aprovechar el patio de la casa para poner mesas al aire libre.
En un primer momento el lugar estará abierto de martes a viernes al mediodía y viernes y sábado por la noche. La idea es ir sumando noches a medida que comience a tener un flujo más importante de gente.
¿Cuál es la propuesta gastronómica?Nosotros no contamos con un menú fijo, porque no sólo queremos captar al turista sino también al público mendocino, ya que estamos a 11 kilómetros de la ciudad. Nosotros ofrecemos un menú estacional, que con el arribo de cada estación cambiará todos los platos. La carta corta estará compuesta por tres entradas, tres principales y tres postres. Y además, dentro de la carta de vino contamos con 70 etiquetas y la idea es que el cliente pueda elegir entre la degustación de tres vinos, cinco o siete etiquetas, puede tomar un vino, vino por copa o traer su vino para el descorche o no consumir vino.
¿Cuál es el diferencial con otros restaurantes o como trasladas el concepto de Buenos Aires a Mendoza?Yo como sommelier voy a estar atendiendo las mesas, como allá en Buenos Aires mi socio original. La idea es que la persona que opte por elegir una degustación de 3, 5 o 7 etiquetas, que son las propuestas en carta, no hay nada que este predeterminado. Yo me acerco y pregunto qué van a comer y el cliente luego de decirme que va elegir, él puede optar o por elegir los vinos que quiere, que yo lo aconseje, que él me diga que sólo quiere blancos, tintos o dulces, o una variedad en particular, y yo le de las opciones de marcas para hacer los comparativos. Yo le doy mi apoyo y consejo si necesita porque tengo la cava entera para disponer de muchos vinos. Además, si alguien pone en mis manos el maridaje, y al cliente no le gusta el vino que le di, tiene la libertad de decírmelo y yo inmediatamente se lo cambio con otra opción.
Fuente: Area del Vino
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