martes, 20 de agosto de 2013
Guerra a las grasas: ¿se puede adelgazar en forma localizada?
lunes, 22 de julio de 2013
Los quesos agrupados según su contenido de grasas
jueves, 18 de octubre de 2012
¿Dónde y cómo se almacena la grasa en nuestro cuerpo?
- Grasa subcutánea: son los conocidos “michelines”. Es la grasa que se va a acumular debajo de nuestra piel y la que normalmente perdemos con más facilidad cuando hacemos ejercicio. Según la genética y nuestra hormonas, la grasa se puede acumular más en unas zonas que en otras. En los hombres por ejemplo tenderemos a almacenar más en la barriga y torso, mientras que en las mujeres esta grasa subcutánea es más proclive a centrarse en caderas y muslos.
- Grasa visceral: esta grasa ya está más interiorizada en nuestro organismo. Se localiza alrededor de los órganos, algo que va a suponer un peligro si está en exceso. Normalmente un exceso de grasa visceral va precedido de un exceso de grasa subcutánea, de ahí la importancia en nuestra salud de evitar desarrollar una barriga prominente.
- Grasa intramuscular: es muy poca la grasa que se va a depositar entre las fibras musculares. Normalmente no se suele hablar de esta localización de grasa porque su cantidad es muy inferior en comparación con las otras dos. Es en personas obesas donde se empieza a apreciar un mayor almacén de grasa en músculo, algo que por otro lado puede contribuir a hacernos resistentes a la insulina, causa de diabetes.
viernes, 5 de octubre de 2012
Tres maneras de reducir los antojos colmados de grasas
- Dile adiós al estrés: duerme lo suficiente, realiza actividades relajantes y dile adiós al estrés andando, leyendo o escuchando tú música preferida, pues estar estresado o no haber descansado bien, eleva los niveles de una hormona liberada en el estómago llamada grelina que nos empuja a comer más y sobre todo, a preferir alimentos grasos.
- Reduce las comidas compradas o elaboradas fuera de casa: cuanto más comes más quieres, eso es lo que produce la ingesta de comida rápida, pues está comprobado que la comida que podemos adquirir en un fast food, los alimentos grasos nos estimulan a comer más alimentos grasos.
- Dile adiós a los alimentos adictivos: los alimentos adictivos son aquellos que no sacian y que poseen simultáneamente grasas y azúcares, por ejemplo: bollos, helado, nata y azúcar, pasteles y demás. Si frecuentemente consumes estos alimentos más alimentos grasos querrás y difícilmente te llenaras, por eso, reduce los alimentos adictivos en tu dieta y procura consumir menos azúcares junto a grasas.
martes, 29 de mayo de 2012
No olvidemos las grasas en la dieta del deportista
jueves, 3 de marzo de 2011
Tips para quemar grasas

- Como dato casero para adelgazar es aconsejable tomar TÉ ROJO PU ERH, llamado el "devorador de grasas", por sus efectivos resultados.
- Agrégale agua al jugo En vez de tomarte un jugo normal, ponle la mitad de agua para alargarlo. Puedes disminuir 85 calorías por vaso aprox.
- La comidad cacéra tiene muchísmas menos calorías que la comida en restaurant ya que para que los alimentos se sientan muy sabrosos utilizan grandes cantidades de aceites y si es frito peor. Una comida cacera tiene al menos 300 calorías menos que una similar en un restaurant.
Prefiere los alimentos amargos: Los alimentos amargos tienen un principio activo que mejora la función hepatica, es decir ayudás a este órgano vital a hacer mas efectiva su función de desintoxicar la sangre y con ello tu cuerpo será mas eficiente eliminando las grasas. Los alimentos amargos mas conocidos:
Té verde
Pomelo
Alcaucil
Berenjena
Diente de León
Lechuga Scarola
Mate
Toronjil
Hercampuri
- Usa semilla de Chia La Chia es alta en fibra, y tiene la capacidad de expandirse en el estómago lo que te ayuda a saciarte más rápido, a eliminar calorías y a tener una mejor digestión.
- Hazte un exámen de sangre ya que según estudios de cada 12 mujeres (la mayoría no lo saben) tiene algún problema en la tiroides, lo que puede causar que su metabolismo sea lento y por resultado mayor asimilación de grasas.
- Entre más agua tomes, es mejor para tu cuerpo, además de que te llena el estómago y te quita un poco el hambre.
- Engaña a tus papilas gustativas. Chupar una pastilla de menta o eucalipto puede ayudar a que se te quite la ansiedad de comer.
- Ensalada en trozos Corta los pedazos de lechuga, zanahoria, tomate, etc, en trozos grandes (en lugar de rallarlos o cortarlos pequeños), te cuesta más trabajo masticar pedazos grandes, entonces lo más seguro es que mastiques más y comas menos.
- Anota lo que comes Escribir lo que comes te puede ayudar a tener más control, no tiene que ser super exacto, pero el escribir ayuda a más o menos saber lo que has comido en el día y controlarte.
- Menos cantidad de comida Es muy fácil que se te pase la mano comiendo, por ejemplo, pastas. Por eso, antes de empezar a comer, mida la cantidad de lo que vas a comer, para que no comas de más.
- Quita las grasas con una servilleta Aunque a la vista de los demás se vea algo raro Absorbe la grasa con una servilleta de papel puedes deshacerte de casi una cucharita de aceite (o 40 calorías y 4.5 gramos de grasa), de dos pedazos de pizza.
viernes, 28 de enero de 2011
Las grasas me deprimen

Dieta y pérdida de memoria
viernes, 3 de diciembre de 2010
Principios alimenticios para ponerse en forma (IV)

Así que con esta nueva entrada de los principios alimenticios para ponerse en forma, llegamos al tema de las grasas. Como antes hemos hecho, ahora tampoco vamos a profundizar exhaustivamente con tecnicismos de cómo se unen sus moléculas de glicerina ni definiciones demasiado amplias. Simplemente hablaremos de lo que nos interesa de la grasa para confeccionar nuestra futura dieta.
Como todos nos podemos imaginar la grasa no se tiene que transformar en grasa puesto que ya lo es y por tanto se almacena siempre como tal, y se puede decir que es un combustible energético muy pobre para nuestro organismo, es como hablar del diesel y el gasoil, la grasa es el diesel que se usa para momentos en los que no se necesita mucha energía, por ejemplo trotando, dando paseos o ejercitándose a un 65% de nuestro ritmo cardiaco máximo (pero esto ya se tratará en otra entrada).
Podemos pensar entonces que lo ideal es no tomar nada de grasa, ¿verdad? Pues la verdad que esto no es cierto, lo ideal es tomar grasa con moderación pero que sea grasa “buena”. Se llama grasa “buena” a las grasas insaturadas (que pueden ser monoinsaturadas o poliinsaturadas), mientras que las que conocemos como grasas “malas” son las grasas saturadas y las grasa trans, que podemos decir que eran insaturadas que han pasado a ser saturadas.
Con esto sabemos que debemos evitar las “malas” ya que elevan el colesterol, algunos ejemplos: bollería industrial, mantequillas, aceite de coco, aceite de cacahuete, crema de cacao, sebos, mantecas… Nuestro cuerpo sólo las usa básicamente para producir energía, pero como hemos hablado antes cuando no se necesita de energía de calidad como el glucógeno.
Las grasas “buenas” reducen el colesterol, ayudan a asimilar las proteínas, a proteger órganos vitales, ayudan a retrasar el catabolismo muscular… de ahí lo de buenas, pero se deben comer con moderación. Ejemplos de alimentos que tienen estás grasas: frutos secos, aceite de oliva, aceites de pescado, girasol, soja…
Aunque habíamos dicho que no íbamos a entrar en mucho detalle creemos que es importante hablar de dos subtipos de grasas poliinsaturadas como son: las grasas omega 6 que se encuentran en las semillas de girasol, el germen de trigo, el sésamo, las nueces, la soja, el maíz y sus aceites; y las grasas omega 3 que se encuentran en varios pescados azules como el salmón, la caballa, el arenque o la trucha, y también en distintos frutos secos y aceites como las nueces, semillas de colza, semillas de soja, semillas de lino y sus aceites. Debemos saber básicamente que son muy necesarios para el crecimiento y el desarrollo, así como para mantener una buena salud.
Ahora que ya sabemos que son las grasas, los hidratos y las proteinas, podemos entender que debemos comer, como y cuando, así que en la próxima entrada hablaremos de la dieta.
Fuente: vitonica.com
viernes, 26 de noviembre de 2010
Un café antes de entrenar nos puede ayudar a quemar más grasas

Pero no nos equivoquemos, el café no va a hacer milagros ni vamos a notar los resultados al instante.
La cafeína, al ser un estimulante ayuda a liberar ácidos grasos de los adipocitos, lo que aumenta la posibilidad de disponer de esta energía por parte de nuestras células, pero el ejercicio va a ser fundamental para quemarlos.
Un café puede ayudarnos a quemar más grasa en el entrenamiento, pero también tenemos que entrenar lo suficiente como para movilizar y quemar esos ácidos grasos. También se tiene que disponer de recursos para quemar las grasas, es decir, de mitocondrias. De nada sirve tener disponibles grasas para quemar si no hay espacio suficiente en el “horno”.
En consecuencia, si somos sedentarios y pretendemos tomarnos un café y salir a andar media hora para quemar grasa, esto no va a tener mucho sentido. En cambio, si tenemos cierta base de trabajo físico, un café puede contribuir a la quema de un mayor porcentaje graso cuando hacemos una actividad física.
Pero también hay que tener otra cosa en cuenta, y es que los que no estamos acostumbrados a tomar café, ésto puede ser más un perjuicio que un beneficio a la hora de hacer deporte, porque puede dar lugar a cierta deshidratación, nerviosismo o exceso de estimulación digestiva. En definitiva, cada cual tiene que valorar si un café antes de la actividad física le puede hacer bien. Milagros desde luego no hace, pero puede ser una ayuda más.
Fuente: vitonica.com
martes, 5 de octubre de 2010
Las vitaminas son imprescindibles para quemar grasa

Un aporte inadecuado de vitaminas puede afectar a la quema de grasa, por eso cuando hacemos una dieta de adelgazamiento es importante que la alimentación sea completa, para que los proceos metabólicos no se vean afectados.
Dichas vitaminas actúan como enzimas en las reacciones, y sin ellas se interrumpe el proceso, dificultando el metabolismo graso. El cumplir la regla de:“cinco raciones de frutas y verduras diarias” puede solucionar el problema y hacer que el aporte vitamínico no se vea en peligro.
Cuando de perder grasa se refiere, sólo se nos viene a la cabeza dejar de comer para no ingerir calorías, pero el perder peso a base de grasa va más allá y si mantenemos la máquina del organismo bien engrasada podemos optimizar esa pérdida de grasa. Las vitaminas son una pieza fundamental de ese engranaje, para que la grasa se oxide correctamente, al igual que hacer una actividad física adecuada y contínua.
De ahí que el aporte de todo tipo de frutas también sea importante en una dieta de adelgazamientos, ya que al restringir la cantidad de calorías, debemos de asegurarnos que ingerimos todos los micronutrientes en sus cantidades adecuadas, sino empezaremos a tener deficiencias, y el fallo del metabolismo es uno de ellos.
Fuente: vitonica.com
domingo, 29 de agosto de 2010
Para adelgazar: ¿reducimos grasas o hidratos?

Analizamos y comparamos ambas opciones para descubrir que es más saludable al momento de adelgazar: ¿reducir grasas o hidratos?.
Podemos ir a los extremos de una dieta cetógenica, pero simplemente nos dedicaremos a analizar una dieta baja en hidratos, es decir con aproximadamente el 40% de las calorías provistas por este nutriente. Estas dietas, por defecto, tienen un porcentaje de proteínas y grasas más elevado que lo habitual, por esa razón, puede ser causa de alteraciones lipídicas en sangre.
Respecto a la pérdida de peso, este tipo de dietas reducidas en hidratos no ha mostrado tener diferencias significativas a largo plazo en el peso perdido, con respecto a las dietas bajas en grasas. Por otro lado, debemos admitir que los hidratos son básicos en nuestra dieta, por lo tanto, en ocasiones resulta muy difícil limitar la cantidad de pan ingerida, las pastas o el arroz. Así, la dieta puede no ser fiable a largo plazo.
Dietas bajas en grasas
Aunque en la actualidad consumimos más grasas de lo recomendado, no suele ser muy costoso limitar alimentos no básicos, como son los fiambres, frituras, embutidos, mantequilla o nata. A nivel pérdida de peso pueden producir un efecto más leve a corto plazo, pero no tiene diferencias significativas con las dietas bajas en hidratos a largo plazo.
En estudios se ha comprobado que las dietas que incluyen hidratos en proporciones normales respecto al valor calórico total asignado, las personas tienen mejor estado de ánimo, lo cual contribuye a que el plan de adelgazamiento sea más llevadero. Y recientemente se supo que las dietas bajas en grasas para adelgazar, reducen el colesterol malo y elevan el colesterol HDL o bueno.
Personalmente creo que no son buenos los extremos, por lo que es posible perder peso con una dieta con 55% de hidratos y 30% de grasas, es decir, equilibrada pero hipocalórica. Al momento de analizar y comparar dietas bajas en hidratos y bajas en grasas, creo que la opción más sana, llevadera y cómoda es la segunda, es decir, reducir grasas en la dieta y permitirnos disfrutar de los hidratos en la dieta que tan mala fama tienen a causa de mitos populares que debemos erradicar.
Por supuesto, una dieta recomendable y segura será aquella que atienda los gustos, posibilidades y necesidades de cada persona. Así, para unos puede ser mejor reducir grasas, mientras que en otros casos irá bien y será más fácil una dieta reducida en hidratos o bien, una dieta hipocalórica equilibrada.
Fuente: vitonica.com
viernes, 23 de julio de 2010
Comer alimentos grasos nos hace consumir más cantidad de alimento

Por este motivo, el Doctor John Blundell, psicólogo de la Universidad de Leeds en Gran Bretaña, ha llevado a cabo un estudio según el cuál las personas que siguen una dieta rica en grasas acaban consumiendo más alimento que los que llevan una dieta normal.
Según este estudio, la ingesta de alimentos grasos emite al cerebro señales de que estamos saciados, pero en ocasiones no lo hace lo suficientemente rápido, ya que la grasa que no es utilizada en forma de energía es acumulada en el organismo.
Este retardo lo que hace es que comamos más cantidad de alimento, induciéndonos a engordar más. Para ello nos pone el ejemplo de los hidratos de carbono que se acumulan en el hígado y los músculos. Solamente podemos acumular medio kilo. El resto se quema en forma de energía. Cuando llegamos a los límites de este nutriente el cerebro deja de pedir más y nos hace perder el apetito. Con la grasa esto no sucede.
Según este estudio, el organismo está preparado para almacenar todas las cantidades de grasa posibles, ya que se adapta a ello engordando y cambiando su forma. Por esto los niveles de saciedad con los alimentos grasos son diferentes, evitando que nuestro cerebro reciba las señales que nos obligan a dejar de comer.
Este fenómeno explicaría que muchas personas que su dieta la basan en alimentos grasos ingieran grandes cantidades de alimento que les llevan a engordar y comenzar así un proceso que no tiene fin y que puede acabar con su salud.
En su defecto debemos comer alimentos que nos aporten otros nutrientes que sí nos sacian como los hidratos, las proteínas bajas en grasa…
Fuente: vitonica.com
viernes, 13 de marzo de 2009
La dieta mas famosa

Los especialistas han podido comprobar que al añadir aceite de oliva virgen o frutos secos (almendras, avellanas y nueces) a una dieta mediterránea, la persona logra bajar la tensión arterial, el colesterol malo y el azúcar en sangre mucho más que sí se sigue un menú bajo en grasas.
"Es imporante saber que no hay que prohibir todas las grasas a las personas obesas", explica Emilio Ros, uno de los investigadores del estudio y endocrinólogo del Hospital Clínico de Barcelona. Este especialista insiste en que añadir aceite o frutos secos a una dieta mediterránea no tiene que equivaler a un aumento de peso ya que se puede compensar con el número de calorías globales. "En el estudio no dimos consejos específicos para perder peso. Introdujimos grasas saludables que tienen un efecto distinto de las grasas saturadas", insiste Ros.

Cascada Inacayal - Villa La Angostura - Patagonia Argentina