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lunes, 3 de diciembre de 2012

Remedios naturales contra la depresión

La depresión es algo que nos afecta a todos en algún momento de nuestra vida. Podemos “sentirnos tristes” o sentirnos frustrados y/o ansiosos por alguna situación y escondernos de la familia y los amigos. También hay algunos que caen en una depresión clínica y buscan ayuda en un médico. Este artículo no pretende dar asesoramiento médico; recomendamos acudir urgentemente a un médico ante cualquier síntoma de depresión.

Una vez dicho esto, si padecemos de episodios ocasionales de depresión suave, en ocasiones denominada también ‘melancolía’, podremos reducir e incluso deshacernos de los síntomas utilizando remedios naturales, en lugar de recurrir a caras medicaciones como tratamiento o padecerla en silencio. En muchas ocasiones, la depresión es un síntoma de que el cuerpo no está recibiendo algunos de los nutrientes necesarios a través de la dieta.

Remedios naturales para la depresión

Algunos remedios naturales para la depresión incluyen: hipérico, gingsen y aceites vegetales y de pescado ricos en Omega3.

El hipérico
: es conocido por ser uno de los principales remedios herbales para la depresión. Se dice que es un antidepresivo eficaz pero, puesto que se trata de un remedio natural, sus efectos positivos pueden no ser aparentes hasta 4-6 semanas después de haber empezado a tomar la hierba. Además, el hipérico puede influir en el efecto de otras medicinas que estemos tomando, por lo que conviene consultarlo con nuestro médico o el profesional que nos esté tratando antes de tomar esta hierba.

Los suplementos de aceite de pescado con Omega3: en algunas personas, unos niveles bajos de ácidos grasos omega-3 pueden causar depresión. Las “grasas buenas” de estos ácidos grasos ayudan a la transmisión de la serotonina en el cerebro que, a su vez, puede ayudar a superar la depresión. Los suplementos de Omega3 son uno de los remedios más rápidos para la depresión que se pueden encontrar.

El gingsen: puede que ya nos suene como potenciador d ella memoria, pero también es uno de los remedios naturales para la depresión. Puesto que mejora la circulación de la sangre, también puede dar lugar a un mejor funcionamiento cerebral y una mejor regulación en el cerebro de la serotonina, conocida como la “hormona de la felicidad”.

Con un poco de suerte, estos remedios naturales nos proporcionarán cierto alivio para estos bajónes de ánimo. Si después de tomarlos, continuamos padeciendo depresión, deberemos acudir de inmediato a un profesional médico. 

Fuente: Examiner

miércoles, 24 de octubre de 2012

Como alimentarse para no deprimirse

¿Crees que tiene algo que ver la depresión con la alimentación?: Pues parece ser que sí, hay alimentos que se relacionan más con la depresión y otros que disminuyen el riesgo de padecerla.

Los expertos consideran que la depresión está aumentando en los países occidentales, principalmente entre los jóvenes. Para algunos la depresión es eminentemente psicológica, para otros un desequilibrio bioquímico y  también existe un tercer aspecto que es el nutricional.

La alimentación occidental ha disminuido el consumo de frutas y verduras (que son ricas en acido fólico), también ha disminuido el consumo de pescado (rico en ácidos grasos esenciales) y ha habido un marcado aumento del consumo de azúcar. También ha aumentado el estrés en el modo de vida de hoy en día (y aún más con la situación actual), por ello las necesidades en nutrientes también está alteradas, siendo necesarios más nutrientes para poder fabricar los neurotransmisores de los que depende el funcionamiento del cerebro.

Por lo general, una alimentación rica en alimentos procesados aumenta el riesgo de depresión, debido en parte a la perdida de nutrientes que sufren durante su elaboración y a la gran cantidad de aditivos que suelen tener. Mientras que los alimentos naturales, frutas, verduras, cereales integrales, pescados, etc., mantienen sus nutrientes originales y no contienen aditivos, protegen de la misma. Los nutrientes como magnesio, ácidos grasos esenciales, vitaminas del grupo B participan en la formación de neurotransmisores. Cuando existe situaciones de depresión no están en cantidades suficientes.

También hay que considerar los desequilibrios en los niveles de azúcar en sangre. La depresión se liga a pobre control de los niveles de glucosa en plasma. Cuando el nivel de glucosa en sangre se encuentra alterado,  aparecen síntomas de fatiga, irritabilidad, sudoración excesiva (principalmente por la noche), mareo, falta de concentración, y olvidos frecuentes, excesiva sed, depresión, y episodios de llanto, entre otros. El cerebro depende del aporte de glucosa para funcionar correctamente.

Cuando el consumo de azúcar es excesivo, implica unas necesidades aumentadas de vitaminas del grupo B y también del cromo.

La depresión es una enfermedad que requiere de atención médica, pero un primer paso para evitarla es tener una alimentación adecuada:
  • Come saludablemente: frutas y verduras frescas, legumbres pescado, pollo y cereales integrales. Evita los alimentos procesados, los alimentos ricos en grasas y los ricos en azúcar
  • Practica ejercicio y mantén un peso saludable
  • Consume pescado azul (rico en omega 3)
  • No te saltes comidas, para no tener oscilaciones de azúcar en sangre y por tanto en el cerebro
  • Asegúrate de que tomas suficientes vitaminas del grupo
  • Y también suficiente magnesio. La producción de serotonina depende del magnesio, cuando hay estrés existe más necesidad de magnesio ya que se consume más. Piensa en los vegetales verdes y es los cereales integrales
 Fuente: alimentacionysalud.universiablogs.net

jueves, 13 de septiembre de 2012

Combate la depresión post-vacacional con deporte

Para la gran mayoría de nosotros las vacaciones han llegado a su fin, o llegarán en los próximos días. La vuelta a la rutina después de casi un mes de vacaciones suele ser un tanto dura y en muchos casos traumática. En estos momentos lo que se suele producir es lo que se conoce como depresión post vacacional. Nosotros en este post queremos hacer algunas recomendaciones para paliar estos efectos mediante la práctica deportiva, una buena solución a este malestar.

Como siempre comentamos, el deporte es muy bueno para el organismo, y por ello su práctica es muy recomendable en cualquier época del año, edad y sexo. Ante todo hay que tener presente que es una válvula de escape, un buen momento para dejar los problemas y las preocupaciones a un lado, y por ello es una de las mejores soluciones para conseguir mejorar nuestro estado cuando acabamos de llegar de vacaciones y sentimos los ánimos por los suelos.

Generador de endorfinas

En primer lugar vamos a destacar la producción de endorfinas cuando practicamos actividades deportivas. Nuestro cuerpo al realizar un esfuerzo y una actividad física genera endorfinas en grandes cantidades. Esta sustancia es la conocida como hormona de la felicidad debido al efecto que tiene en el organismo. Por ello la práctica deportiva será una buena manera de mantenernos felices al regreso de las vacaciones y evitar así la depresión post vacacional.

Una distracción

Pensar en deporte también nos ayudará a combatir ese malestar, y es que realizar una rutina de entrenamiento, planificar los ejercicios o las diferentes disciplinas que vamos a practicar es una buena tarea para mantenernos entretenidos y evitar así caer en el aburrimiento y en la pena que puede suponer el regreso de las vacaciones. Además, podemos analizar nuestros gustos y personalidad a la hora de decantarnos por una u otra actividad a la hora de entrenar.

Fuera las preocupaciones

La práctica deportiva, una vez planificada, nos ayudará a evadirnos de las preocupaciones cotidianas. El deporte conlleva concentración y atención para la actividad que estamos realizando, y por ello es una buena manera de mantenernos distraídos. La práctica deportiva es una de las mejores válvulas de escape que existen, y es que mientras lo estamos llevando a cabo nuestra mente permanecerá relajada y ajena a todo lo que nos sucede alrededor.

Por estos motivos, además de la gratificación del trabajo bien hecho y de conseguir una buena salud, el deporte será un aliado perfecto a la vuelta de las vacaciones, ya que mediante su práctica conseguiremos hacer más llevadera la angustia y pena que conlleva el regreso. Además, entrar en rutina y establecernos unos parámetros y unas metas a seguir y conseguir, nos ayudará a adaptarnos mucho mejor a nuestro entorno cuando regresemos.

Fuente: vitonica.com

lunes, 2 de abril de 2012

Una investigación vincula la comida basura con un riesgo elevado de depresión

La comida rápida y la bollería industrial no solo son los peores enemigos de la salud cardiaca, sino que al parecer también son contrincantes de la salud mental.

Científicos de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y de la Universidad de Navarra son los autores de una nueva investigación que constata que los consumidores de hamburguesas, pizzas, magdalenas, donuts... tienen más riesgo de desarrollar depresión.

Almudena Sánchez-Villegas,  autora principal de un estudio epidemiológico que ha visto la luz en el último 'Public Health Nutrition' , reconoce a ELMUNDO.es: "En este estudio hemos constatado que aquellos participantes con mayor consumo de comida rápida, presentaban un mayor riesgo de depresión que los participantes que no consumían este tipo de alimentos. Este incremento del riesgo se sitúa en torno al 40%".

"La depresión afecta a 121 millones de personas en todo el mundo, lo que la convierte en una de las principales causas globales de discapacidad ajustada por años de vida y la principal causa en países con ingresos altos y medios. Sin embargo, poco se conoce sobre el papel de la dieta en el desarrollo de los trastornos depresivos. Anteriores estudios sugieren un papel preventivo de ciertos nutrientes y alimentos, como las vitaminas del grupo B, los ácidos grasos omega-3 y el aceite de oliva. Asimismo, un patrón dietético saludable, como la dieta mediterránea, se ha relacionado con un menor riesgo de depresión", introducen los investigadores en su estudio.

A pesar de todo, los "efectos sobre el trastorno mental de otros componentes de la dieta no han sido tan ampliamente estudiados. Varios estudios epidemiológicos transversales (es decir, sin seguimiento de los participantes a lo largo del tiempo) han analizado la asociación entre el consumo de estos productos y la presencia de síntomas depresivos o de estrés percibido", insisten los investigadores que afirman que también se ha encontrado "una asociación positiva entre, comida rápida, aperitivos y  dulces y la presencia de síntomas depresivos".

Seis años de seguimiento

Este nuevo análisis se ha llevado a cabo con 8.964 participantes del 'Seguimiento Universidad de Navarra (SUN)', un proyecto que se inició en 1999, y en estos momentos cuenta con más de 20.000 participantes. "Los participantes, ninguno con diagnóstico de depresión y sin consumo de antidepresivos al inicio de la investigación, recibieron un seguimiento medio de seis años. Todos rellenaron  cuestionarios cada dos años sobre sus hábitos de vida y consumo de alimentos", reconocen los científicos. Durante el periodo de seguimiento, 493 de ellos fueron diagnosticados de depresión o comenzaron a tomar antidepresivos.

El estudio confirma una relación positiva entre el consumo de comida rápida y bollería y el trastorno depresivo. Además, y según la doctora  Sánchez-Villegas "se observa que, cuanta más comida rápida se ingiere, mayor es el riesgo de depresión. Esta relación, llamada dosis-respuesta, se puso de manifiesto sobre todo para la comida basura. No se observó esta tendencia con la bollería industrial. En este caso, el incremento del riesgo de padecer la enfermedad se mantenía constante ya con relativamente bajos consumos".

Otros datos que apunta el estudio son que los participantes con mayor ingesta de hamburguesas, pizzas, salchichas, donuts... son más propensos "a estar solteros, ser menos activos y tener un patrón dietético peor, con un consumo menor de fruta, frutos secos, pescado, verduras y aceite de oliva". Además, tendían a fumar más y a trabajar más de 45 horas semanales.

José Luis Carrasco, jefe de la Unidad de Trastorno Límite de la Personalidad, del Hospital Universitario Clínico San Carlos de Madrid, reconoce que "los datos de este trabajo son razonables y es algo que nosotros vemos en la clínica diaria. Otra cosa es que se deba ser precavido con los datos que inferir una causalidad".

Posibles causas

Según la primera firmante del trabajo, "una posible explicación es la alta presencia de grasas tipo trans en este tipo de alimentos. Estas grasas pueden tener efectos negativos sobre diferentes sistemas biológicos incrementando, entre otros efectos, el riesgo de enfermedad cardiovascular. También la ingesta de este tipo de grasas se ha asociado con un mayor riesgo de depresión. Su mecanismo de acción está relacionado con un incremento en la producción de citoquinas y con un empeoramiento en el funcionamiento del endotelio (tejido que recubre los vasos sanguíneos)".

"Las citoquinas pro-inflamatorias "son sustancias con capacidad inflamatoria que se relacionan con una disminución en la síntesis de neurotransmisores (necesarios para la transmisión nerviosa y que se encuentran disminuidos cuando se da la enfermedad mental) y de factores relacionados con el adecuado funcionamiento neuronal y que se denominan neurotrofinas", apunta la investigadora.

El endotelio "es capaz de sintetizar y secretar algunas de estas neurotrofinas, por lo que un funcionamiento inadecuado de éste podría conducir a un inadecuado funcionamiento cerebral", puntualiza.

Aunque pudiera ser que las personas con depresión sean las que más alimentos basura consumen, la experta argumenta por qué ésta no es una explicación a los resultados de su investigación. "El estudio está basado en participantes que cuando iniciaron el estudio no tenían la enfermedad. Para evitar que, a pesar de todo, hubiera un número de sujetos que ya estuvieran deprimidos pero todavía no diagnosticados, se repitió el análisis eliminando a todos aquellos participantes que recibieron el diagnóstico a los dos años de haber accedido a participar en el estudio y cuyos datos sobre la dieta pudieran estar influidos por la presencia de un trastorno depresivo no diagnosticado. Los resultados no cambiaron".

Hábitos y predisposición

En este sentido, el doctor Carrasco reconoce que "las personas deprimidas tienden a comer más rápido y peor. No mantienen hábitos de vida saludables y el estrés les impide sentarse a comer tranquilamente. No obstante, en este estudio los participantes no padecían en un inicio la enfermedad mental por lo que puede haber dos explicaciones en la relación comida basura y más riesgo de depresión. Una de ellas es biológica y otra de carácter temperamental".

La comida rápida "produce una gratificación inmediata y sensación de saciedad. Es como los dulces, los donuts o las magdalenas, que también son alimentos más adictivos y que van 'a atraer' a personas con un tipo de temperamento. Si una persona con vulnerabilidad o predisposición a la depresión, insegura, inestable emocionalmente, tiene unos hábitos de alimentación que se basan en tomar hamburguesas, pizzas, en definitiva, en comer en cinco minutos, esto significa que está desestabilizando su equilibrio emocional. A estas personas les sucede también que se enamoran muy rápidamente y de forma muy intensa o, como ha destacado el estudio, trabajan más, fuman más...", agrega el experto del Hospital Clínico.

Protegerse de la depresión con la dieta sí es posible. "En otras investigaciones llevadas a cabo por el proyecto SUN, se ha puesto de manifiesto el efecto protector del seguimiento de dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, aceite de oliva, frutos secos y legumbres, sobre la depresión, tal y como recogió el 'Archives of General Psychiatry".

Fuente. elmundo.es

jueves, 11 de agosto de 2011

Plátanos, nueces y chocolate para tratar la depresión

Los plátanos, nueces y chocolates son una alternativa real a los fármacos antidepresivos, sostienen científicos del Instituto Belga para la Protección de la Salud.

“Muchas veces las personas realizan malas elecciones al comer; eligen alimentos que contienen grandes cantidades de hormonas que incrementan la transmisión de impulsos nerviosos [p.ej. los alimentos altos en grasas saturadas]. Si una persona tiene preferencia por estos alimentos y los incluye regularmente en su dieta, esto puede volverle más susceptible a sufrir de depresión”, comentan los expertos Belgas.

Según sostienen, una muy buena alternativa a los depresivos comerciales son el chocolate, los plátanos y nueces: “No sorprende que en Bélgica, dónde la depresión asociada con la falta de sol es común, el chocolate y los plátanos escandinavos además de las nueces hayan empezado a formar parte indispensable de la dieta diaria”.

Los estudios realizados en este Instituto en los últimos años han demostrado que estos tres alimentos poseen una sustancia capaz de transformarse en uno de los neurotransmisores de los que el cuerpo carece en los estados depresivos.

A la fecha existen diversos estudios que muestran un vínculo directo entre nutrición y desordenes mentales. Incluso se han diseñado dietas especiales para tratar distintos tipos de padecimientos. La realidad es que la alimentación es un factor esencial que repercute en nuestra salud tanto física como mental y es importante prestar atención a nuestros hábitos alimenticios haciendo una cuidadosa selección de aquellos alimentos que consumimos a diario, buscando el más óptimo desempeño de nuestro cuerpo. Sin embargo, en casos en que la depresión se haya convertido en un trastorno grave lo más recomendable es buscar ayuda médica y/o psicoterapéutica.

Fuente: sanopordentro.com

viernes, 28 de enero de 2011

Las grasas me deprimen


Mejor frutos secos que grasas. No sólo por cuestiones cardiovasculares, sino por salud mental. El consumo de grasas saturadas y trans, presentes sobre todo en los productos industrializados y la comida rápida, incrementa el riesgo de sufrir depresión. "En comparación con las personas que no las ingieren, sus probabilidades se incrementan en un 42%", revela un estudio publicado en la revista científica 'PloS One'.

"Nuestro objetivo era analizar el rol de las distintas grasas en el desarrollo de la depresión. Apenas hay literatura científica al respecto", expone a ELMUNDO.es Miguel Ángel Martínez-González, director de la investigación, realizada por las universidades de Navarra y Las Palmas de Gran Canaria. Al contrario que las trans, añade, "descubrimos que el aceite de oliva y las grasas poliinsaturadas (abundantes en el pescado) protegen contra las enfermedades mentales y están asociadas con un menor riesgo de depresión".

Estos resultados podrían explicar por qué hay mayor incidencia de depresión en el norte que en el sur de Europa. Según Martínez-González, también catedrático de Salud de Medicina Preventiva en la Universidad de Navarra, "en países como España y Grecia, consumimos más legumbres y, lo que es más decisivo, usamos mucho el aceite de oliva. En Holanda, Noruega, Dinamarca, etc., se consumen más lácteos (grasas saturadas), mucho pan untado con margarina (con trans) y bollería industrial".

En los últimos años se ha incrementado este problema de salud mental y, de forma paralela, parece que también empezamos a sustituir las verduras y el pescado por productos industriales como bollería y comida rápida. "Nuestro patrón de dieta es cada vez más americano. Incorporamos más grasas trans", remarca el especialista.

Los resultados confirman esta asociación. Después de examinar la dieta diaria y el estilo de vida de 12.059 personas durante una media de seis años, y teniendo en cuenta la posible influencia de otros factores, "observamos que un 30% las depresiones serían atribuibles a un alto consumo de grasa perjudicial", concluyen los científicos españoles.

Actualmente, la depresión afecta a unos 150 millones de personas en el mundo. Como recuerda Miguel Ángel Martínez-González, "se trata de la primera causa de pérdida de años de vida sana en los países desarrollados (por años de incapacitación e incluso suicidios), por lo que las acciones preventivas son fundamentales". Y dadas las conclusiones del artículo, la dieta podría ser una gran apuesta para el abordaje de este problema de salud pública.

Dieta y pérdida de memoria

De la misma manera que el tipo de alimentación influye en las probabilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares, también lo hace en el desarrollo de depresiones y en el deterioro cognitivo. En este sentido, otro estudio, publicado esta semana en la revista 'Neurology' y realizado en el Instituto Francés de Investigación para la Salud (INSERM), confirma la asociación entre el síndrome metabólico y la pérdida de memoria en las personas a partir de los 65 años. Es decir, aquellos que tienen hipertensión, obesidad y diabetes tienen un 20% más de riesgo de presentar deterioro en dicha función mental.

Al final, somos lo que comemos y está demostrado, tal y como indica Miguel Ángel Martínez-González, que "la dieta mediterránea reduce las probabilidades padecer diabetes, hipertensión y obesidad", y por lo tanto, del deterioro cognitivo que pudieran producir estas afecciones.

Lo ideal sería, concluye el investigador español, "que los fabricantes de alimentos quitasen las grasas perjudiciales o al menos informasen de este contenido en el etiquetado. Tendría que estar legislado".

Fuente: elmundo.es

Cascada Inacayal - Villa La Angostura - Patagonia Argentina