martes, 8 de abril de 2014

El vino dulce se pone de moda y las bodegas multiplican lanzamientos

"Vemos que en los últimos años hay una explosión de las propuestas dulces dentro del mercado de vinos y espumantes de Argentina. Para tener referencia, año a año el volumen de los espumantes dulces se duplica. De forma más gradual, los vinos blancos y tintos también vienen creciendo a un ritmo de doble dígito", explica Celia López, enóloga de Navarro Correas. Durante 2013, la bodega presentó varias innovaciones, entre ellas su vino Los Árboles Dulce. Además, incorporó dos espumantes dulces a nuestro portfolio: el espumante Navarro Correas Dulce y el espumante Los Árboles Dulce.

La mayoría de las nuevas propuestas se encuentran en un rango alrededor de los $35 a $45. Según datos suministrados por CCR, firma que realizó un análisis de mercado de las ventas que se realizan sólo en el canal supermercados, los vinos dulces blancos tuvieron un crecimiento del 26% medido en pesos entre el 2012 y el 2013.

Otros datos suministrados por una de las principales bodegas, también con mediciones de CCR a diciembre de 2013, indican que el mercado general de vinos dulces tuvo un crecimiento del 15% entre el año pasado y el anterior, y ya había crecido un 22% entre 2011 y el 2012.

Un paladar renovado

El público que elige estas novedosas variedades está especialmente conformado por jóvenes, personas que suelen preferir tragos en vez de vinos y una buena porción son mujeres.

"Está esta cultura de consumirlo entre mujeres, en reuniones de amigas. El packaging se orienta ahí", explica Cecilia Sanguinetti, Callia brand manager. La bodega fue pionera en el segmento de tintos dulces, con el lanzamiento del vino Esperado en agosto del año pasado. Y agregó: "La idea con la que fue lanzado es apuntar a un target más joven e incluso a personas que no están acostumbradas a tomar vino". Según comentó, es fácil de tomar, más frutado, con más azúcares y en realidad corresponde a un nueva categoría que es el de vinos de maduración prolongada. Callia cuenta además con dos espumantes: el dulce y el sweet rose, y un cosecha tardía blanco.

Desde Norton, admiten que una porción amplia del público de estos productos es femenino, en realidad apuntan a un espectro más amplio. "Si bien no lo enfocamos a la mujer, somos conscientes de que el 70 u 80% de las consumidoras son mujeres. En general, lo dulce está más dirigido a la mujer por un tema de paladar", indicó Ignacio Bariffi, brand manager de la bodega. La marca lanzó a fines del año pasado el Norton Cosecha tardía tinto. "Quisimos sacarlo como un tinto de verano. Es un producto más fácil de tomar, sin tanta acidez, que es tomado también por un público muy consumidor de tragos o para gente que se está iniciando en el mundo de los vinos", dijo el especialista, y comentó que en el supermercado Jumbo, por ejemplo, ya hay una góndola dedicada a los tintos dulces, entre los cuales se incluye además al Esperado, de Callia, y al Dadá. Norton cuenta con espumantes dulces rosados y blancos y una colección de cosecha tardía tinto, blanco y el recientemente lanzado rosado.

"En 2010 sacamos los espumantes y había una sola referencia en el mercado. Hoy, el 50% de las bodegas tiene un espumante dulce", indicó Bariffi y comentó, además, como un ejemplo del fuerte impacto que está teniendo este gusto entre los argentinos, que en los últimos dos años el Norton cosecha tardía fue el vino más vendido de todo el hipermercado Jumbo.

Impulso

Entre los factores que impulsan esta fuerte expansión, están las propias virtudes del producto, que lo vuelven apropiado para quienes no suelen degustar vino.

"El dulzor en el vino tiene la particularidad de derribar las barreras que a veces encuentran algunos consumidores en el vino tradicional: un paladar demasiado "seco" o "áspero", y eso hace que sean vinos más fáciles de tomar. También encontramos que estos productos son más versátiles, y ya no se encuentran necesariamente asociados a la comida sino que pueden ser consumidos como aperitivo o postre", apuntó López, de Navarro Correas.

Si bien los espumantes fueron los primeros en mostrarse en versiones más azucaradas, la moda se extendió pronto también a los vinos tranquilos. "Algunas nuevas propuestas en el mercado de vinos blancos dulces y tintos dulces pueden cambiar esa dinámica en los próximos años", vaticinó la enóloga de Navarro Correas.

Muchas de las bodegas que participan en este segmento tienen parte de su negocio orientado a la exportación. En este sentido, la fuerte tendencia a consumir vinos dulces en países como los Estados Unidos, constituye un incentivo adicional para incursionar con propuestas para este segmento.

Las bodegas ven en esta nueva propuesta la posibilidad de sumar mercado, captando la atención de consumidores a los que los tragos logran seducirlos más que el vino. Al menos hasta ahora.

Fuente: http://www.diariobae.com/notas/8850-el-vino-dulce-se-pone-de-moda-y-las-bodegas-multiplican-lanzamientos.html

Una tendencia con fuerte impulso en Estados Unidos

La moda de los vinos dulces se impuso en muchos países del mundo. En Estados Unidos, esta nueva costumbre a la hora de tomar comenzó de la mano del moscato y el Pinot Grigio.

Las ventas de moscato rosa entre mediados de 2009 y mediados del 2010 crecieron un 78%, época en la que se desató la euforia de consumo de estas variedades.

Para algunos, el interés en el Moscato fue una derivación natural de la gran popularidad con que cuenta el Prosecco.

Los aires italianos de estas bebidas, junto a las referencias que algunos artistas hicieron en sus canciones en los últimos años contribuyeron a acentuar el interés creciente del público.

Según los expertos, estos vinos dulces son ideales para acompañar quesos, picadas o para tomar como instancia previa a la comida. En general, suelen ser perfectos para tomar con los postres. 
 
Fuente: Area del Vino

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