Conocer los procesos que enfrenta el cuerpo ante una situación de estrés,
la influencia hormonal y los mecanismos de defensa del cuerpo, resulta
clave para la prevención de problemas de salud que pueden surgir en un
futuro. Los cambios en el metabolismo.
Hoy en día el ritmo de vida, las responsabilidades, el estar hiperconectados permanentemente y
las situaciones inesperadas son factores que influyen en el sistema
nervioso del cuerpo humano. Cuando una persona se enfrenta a situaciones
de fuerte tensión mental, su organismo las percibe como una agresión y
utiliza como mecanismo de defensa lo que se conoce como estrés.
En situaciones normales nuestro organismo emplea alrededor de
un 90% de su energía en actividades metabólicas dirigidas a la
renovación, reparación y creación de nuevos tejidos. Frente a
eventos estresantes esto cambia dramáticamente ya que el organismo se
dedica al envío de cantidades masivas de energía a los músculos al
tiempo que las actividades de reparación y creación del cuerpo se
paralizan.
Si bien muchos saben de qué se trata el estrés, pocos conocen la importante influencia de las hormonas en este proceso.
Ante una situación de alarma, el cerebro envía un mensaje a las
glándulas suprarrenales (situadas sobre el polo superior del riñón)
instándolas a que liberen cortisol y adrenalina, hormonas cuya principal
función es generar un incremento del nivel de azúcar en la sangre para
que corran importantes cantidades de energía por el cuerpo para
enfrentar el estado nervioso. Así, el metabolismo se prepara para resolver la situación de alarma.
Las consecuencias del estrés
El estrés está relacionado con muchas de las principales causas de
muerte tales como cáncer, enfermedades cardiacas, cirrosis del hígado,
enfermedades pulmonares, accidentes y suicidio. Es muy importante tener
en cuenta que así sea crónico o agudo (post traumático), solapado o
repetitivo, el estrés afecta el equilibrio psíquico, endocrino y
metabólico. Cuando la situación aparece luego de un evento traumático,
como un momento de pánico posterior a una situación grave, un
sentimiento de horror o impotencia, resulta fundamental el control de la
secreción de cortisol, sustancia que activa un sistema que incide en
varios procesos del organismo, como el sistema inmune, la digestión, las
emociones y el metabolismo, entre otras cosas.
Este sistema se denomina unidad hipotálamo hipofisaria suprarrenal y
es el sistema que integra la información que recibe el organismo del
medio ambiente con la liberación de hormonas, por ejemplo, una mujer que
debe realizar un viaje de estudios que en sí es un desafío placentero
es también un estrés por la lejanía de su familia que esto implica. Así
es que es percibido por el sistema nervioso central, quien envía señales
que impactan en el hipotálamo, este las traduce en señales hormonales
en la hipófisis y la misma llega a los ovarios que cesan su función y la
persona deja de menstruar.
Además de influir en todos estos procesos del cuerpo humano, está
comprobado que el estrés afecta al ser humano desde su vida fetal. La
presencia de un ambiente estresante puede traer consecuencias como el
retardo en el crecimiento intrauterino que está íntimamente asociado a
una mayor incidencia de insulino resistencia y diabetes en la vida
adulta, dado que la programación del funcionamiento de muchos órganos,
como el páncreas en este caso, se inicia dentro del vientre materno. El estrés puede tener como uno de sus efectos una muerte temprana y el envejecimiento prematuro.
En muchos casos se observó que la ingesta de pequeñas cantidades de
alimentos con alto contenido en azúcar tiene un efecto anti-estrés dado
que actúa sobre la serotonina, un neurotransmisor que inhibe la ira, la
agresión, la temperatura corporal y el humor entre otras cuestiones.
Pero esta aparente sensación de bienestar se contrabalancea: el exceso
de glucosa produce efectos negativos a largo plazo como el incremento
del riesgo cardiovascular debido a la obesidad central (localizada en el abdomen), la hipertensión arterial, el síndrome metabólico o la diabetes tipo 2.
Actualmente se estudia en gran medida el impacto del estrés crónico a
nivel cerebral, habiéndose demostrado una disminución de la actividad
del hipocampo cerebral, estructura que influye en la regulación de la
memoria. Además, si el estrés se prolonga en el tiempo haciéndose
crónico y el sistema se adapta a un nuevo nivel de cortisol, puede ser perjudicial para la salud llegando a ser fatal.
Para poder evitar los efectos negativos producidos por el estrés,
resulta vital comprender los mecanismos que se activan al enfrentar una
situación compleja. Esto ayudará a que la persona que la enfrenta se
maneje mejor para prevenir efectos a largo plazo.
Por: doctora Laura Maffei (MN 62441), directora del Centro Médico Doctora Laura Maffei
Fuente: infobae.com
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