Por Verónica Gurisatti
Los licores existen en
casi todos los países y tienen mucho que ver con cada cultura, y aunque
se obtienen de maneras muy distintas: unos a partir de alcoholes neutros
que provienen de vinos, cereales, orujos y tubérculos; otros de
aguardientes previamente envejecidos como el brandy, el cogñac , el whisky , el vodka o el armagnac;
y otros de mezclas de alcoholes con productos naturales, todos están
saborizados y aromatizados con flores, hojas, plantas, frutas, especias y
frutos secos, y son el resultado de diferentes técnicas de elaboración
como la destilación continua o doble, la maceración, la infusión o la
crianza en recipientes de madera. Pero la calidad tiene que ver con las propiedades del alcohol, del azúcar, del tipo de materias primas y del proceso de producción. Aquí, cinco exquisitos licores para disfrutar después de cenar.
Kahlúa
Originario de Veracruz (México) es uno de los licores de
café más vendidos del mundo y se elabora con granos 100% arábica y
aguardiente de caña de azúcar y ron, en algunos lugares se le añade
especias además de chocolate o vainilla y también miel para reducir el
gusto amargo del café. Es del tipo Baileys, de color marrón claro, textura densa y buen cuerpo, cremoso, dulce, con aromas y sabor único a café. Tiene una graduación del 20% de alcohol y es mucho más rico bien frío con dos hielos y un ingrediente básico en la coctelería. Cuesta $75.
Strega
Licor de hierbas que se produce desde 1860 en Benevento (Italia) y hoy es universalmente conocido como digestivo incluso mezclado con soda y limón.
El proceso de elaboración empieza con la molienda de alrededor 70
hierbas y especias de todo el mundo, entre ellas la canela de Ceilán, el
iris de Florencia, el enebro italiano de los Apeninos y una especie de
Sannio que crece en la orilla de los ríos de la región, y termina con
una lenta crianza de varios meses en barricas de roble para lograr una
mejor integración de los distintos sabores. Cuesta $90.
Sambuca
Clásico licor de anís italiano que proviene de Lacio y se
bebe casi siempre con tres granos de café tostado y se enciende hasta
que el café comienza a colorear la bebida. Se obtiene por
destilación al vapor de las semillas de anís estrella, al cual se le
añade una solución de azúcares y otros aceites esenciales y por último
se añeja durante ocho meses en toneles de madera de fresno. Es seco, tiene aromas intensos y sabor a anís y cuando se prepara con café se llama Sambuca con mosca. Cuesta $140.
Frangélico
Otro licor italiano hecho en el Piamonte con avellanas
tostadas sumergidas en alcohol junto con bayas y especias que se
destilan con alcohol puro, agua y azúcar y luego se deja reposar en
barriles de roble durante seis a ocho semanas para que se mezcle todo
bien. Se produce desde hace más de 300 años y recibe su nombre de los monjes cristianos que vivían en la región.
Tiene 20% de alcohol, color dorado, aromas intensos, suave textura y
delicado sabor, y es tan versátil que se disfruta sólo, con hielo, en
cócteles o con café. Cuesta $150.
Hpnotiq
Nuevo y glamoroso licor de origen francés elaborado
con una combinación de vodka premium triplemente destilado, cogñac
francés y jugo natural de naranja y frutas tropicales como maracuyá y
arándanos (blueberry), que le dan su característico color azul.
Seduce con sus aromas cítricos y exóticos, la fineza del alcohol, su
carácter refrescante y único y su elegante presentación. Tiene 17% de
alcohol y se sirve frío en copa flauta de champagne con dos cubitos de
hielo. Cuesta $249.
Fuente: conexionbrando.com
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