jueves, 13 de septiembre de 2012

El estrés y la alimentación

El estrés fomenta la retención de sales en el organismo.

Ir a trabajar o no tener trabajo, llevar una casa, hijos, familia, querer distraerse y no disponer de tiempo o recursos, los amigos, las funciones que desempeñamos en los puestos de trabajo y las responsabilidades que día a día se amontonan en la agenda producen estrés. El estrés se entiende como una respuesta de defensa necesaria que utiliza el organismo humano para la supervivencia, en algunos casos el estrés se considera una enfermedad, ya que un periodo largo en esta situación puede afectar a distintos órganos de las cuerpo humano, a la alimentación o la salud mental.

Dada esta situación que día a día se repite en más personas. El pasado 7 de septiembre el Science News publicaba un artículo sobre la investigación llevada a cabo por el Dr. Gregory Harshfield (Investigador de la Hipertensión en el Instituto de Salud Pública y Preventiva) sobre la repercusión que tenía el estrés y la retención de sales.

Este estudio ha desvelado que el estrés puede generar más de 160 mg de sal en determinados picos de estrés y esto puede suponer hasta 500 miligramos de sodio extra. Esto quiere decir que cuando presentamos estrés estamos dandole a nuestro cuerpo como una bolsa de patatas fritas, y, si todos conocemos que el estrés es perjudicial para la salud y, somos conocedores de los efectos que tiene la sal en las dietas... pero ¿sabemos que el estrés genera cifras de sodio elevadas nada recomendadas para el buen funcionamiento del sistema cardiovascular?

El Instituto de Medicina recomienda una ingesta de sales diaria de entre 1500 y 2300 miligramos y, el estudio realizado por el Dr.Gregory Harshfield demuestra que las personas estresadas acumulan un promedio de 3700 mg de sodio. ¿Esto que supone? Pues esta retención de sodio o sales en el cuerpo genera  un aumento de la presión arterial pudiendo desencadenar en problemas cardiovasculares.

Esta investigación se llevó a cabo en una muestra de población negra, donde se identificaron los factores retenedores de sal y se mostró que esto puede afectar como bloqueador del receptor de angiotensina (tratamiento médico para la presión arterial). Y esto demuestra que las dietas y alimentación bajas en sal son beneficiosas para la salud.

El estudio, centrado en el efecto que esto supone en los riñones y realizado en una muestra tanto de población blanca como de población negra, ha demostrado que:
  • El 30% de los negros y el 10% de los blancos retienen más sodios en épocas prolongadas de estés
  • El estrés impulsa el sistema nervioso
  • El estrés aumenta la presión arterial
En la actualidad y tras concluir esta base de investigación se centran los estudios en el Proyecto del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la sangre observando el comportamiento en pacientes menores de 21 años antes y después de acudir al médico con un muestra de orina. El Dr. Gregory Harshfield trabaja para desarrollar un perfil genético que sirva para detectar esta sintomatología. A día de hoy en Estados Unidos, una de cada tres personas es hipertensa, principalmente por la mala alimentación, basada en productos procesados.

Fuente: alimentacion-salud.euroresidentes.com

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