Especialistas alertan que cinco de cada 100 jóvenes de entre 25 y 35 años sufren esta afección. Los peligros de la obesidad, el sedentarismo y el estrés. Riesgos a largo plazo.
Entre el 5 y el 7% de los jóvenes de 25 a 34 años son hipertensos.
El porcentaje es levemente menor en personas de 15 a 24, pero también
representativo, afectando al 2% de este sector poblacional.
“La gente se está haciendo hipertensa cada vez más joven.
Si uno analiza cada grupo etario notará que cada vez hay más
hipertensos en cada uno ellos; en otras palabras, de a poco se va
adelantando la hipertensión. Si un joven propenso a ser hipertenso a los
50 años, engorda mucho a los 30 o 35 años, puede hacerse hipertenso
antes”. A esa conclusión llegaron especialistas que participaron en las
IV Jornadas de Cardiología, que se realizaron en Córdoba.
El doctor Marcelo Orias (MP 19.514 – ME 8.500) es jefe del Servicio
de Nefrología del Sanatorio Allende de esa provincia y consideró que “la obesidad y el sedentarismo están influyendo
marcadamente en la edad en que aparece la hipertensión. El estrés
también, pero es difícil medirlo y hablar de sus consecuencias. En
cambio, la obesidad está claramente en aumento y se sabe que sube la
presión; tal es así que cuando un obeso baja de peso, inicialmente la
presión se normaliza un tiempo pero, aún manteniéndose delgado, tiene
mucho riesgo de ser hipertenso más tardíamente”.
“Es oportuno aclarar que hay gente que no se va a hacer hipertensa
jamás, por más obesa y sedentaria que sea, porque no tiene la genética para ser hipertensa. Ahora, en aquel joven que tiene genes para ser hipertenso, la obesidad, el sedentarismo y probablemente el estrés
sirven de gatillo para esta afección. O sea, éstas no son causas en sí
sino factores que inician o agravan la hipertensión”, recalcó el
co-director del Laboratorio de Genética de Hipertensión Arterial del
Instituto de Investigación MyM Ferreyra Inimec-Conicet.
Tras asegurar que “en los jóvenes genera mucha ansiedad este tema”, el especialista destacó que “5 de cada 100 personas de ese grupo etario en la Argentina tiene hipertensión”.
“Si uno suma, estamos hablando de una gran cantidad de individuos
hipertensos –agregó-. Entonces, no estamos frente a un fenómeno
demasiado extraño y debemos cuidarnos en los hábitos, porque si hay
genes hipertensivos en la familia, logremos que la presión arterial se eleve lo más tardíamente posible”.
Los riesgos de ser hipertensos a una edad temprana
La hipertensión daña las arterias lentamente. Es por eso que Orias
destacó que “si bien todo el mundo tiene miedo a los picos de
hipertensión, es raro que eso le suceda a un joven con las arterias
sanas”.
“El problema es que aún las presiones muy leves en el tiempo van causando daño,
entonces si la persona se hace hipertensa a los 30 años y no se cuida,
puede tener problemas a una edad todavía temprana”, explicó el
especialista, y remarcó: “Si el paciente tiene las arterias dañadas en
el cerebro, puede darle un infarto de cerebro; si las arterias dañadas
son en el corazón, se puede producir un ataque al corazón; y si el daño
se da en los riñones, se puede ir a diálisis. Si se dañan todas, puede
tener todos estos problemas”.
Lo importante es saber que las consecuencias son a mediano plazo, no
inmediatas. Por eso es importantísimo saber que uno es hipertenso y
disminuir la presión, con medidas farmacológicas o no farmacológicas,
pero tener una presión normal para que no se vayan dañando las arterias.
“Hay muchos jóvenes que no saben que son hipertensos
ya que esta afección, en general, es asintomática. Si no te tomás la
presión, no te vas a enterar nunca de que estás con la presión alta”,
subrayó.
La clave: los hábitos de vida
Además del creciente sedentarismo y obesidad, se consume mucha más sal que hace 50 años y eso influye directamente en el aumento de la hipertensión.
En este marco, lo ideal es la prevención. Comer muy poca sal,
mantener un peso saludable, hacer mucha actividad física aeróbica y no
fumar son medidas preventivas generales que todo el mundo debería
aplicar para disminuir los niveles de presión arterial.
“En los estadios iniciales de hipertensión, la
presión no está elevada continuamente, sino de a ratos, por lo que en
esa etapa uno puede normalizarla yendo al gimnasio, bajando el consumo
de sal, adelgazando o tratando de serenarse. Todas esas acciones ayudan a
controlar la presión inicialmente. Después de un tiempo, pese a que se
haga todo eso, la presión sube y se mantiene elevada en forma
permanente”, aconsejó.
Y remarcó que “en general, en edades tempranas, la mayoría de las personas pueden normalizar la presión
durante un tiempo sólo a partir de cambios en los hábitos de vida. Pero
hay gente joven muy hipertensa que aún en edades tempranas y aún
teniendo hábitos saludables deben tomar dos o tres medicamentos”.
Y finalizó: “Si esta es la situación y se determina que la medicación
es ineludible, no hay que dar vueltas. Si la persona no toma la
medicación, la presión estará elevada constantemente e irá dañando su
organismo. El problema se dará 10-20 años después, cuando se vean las
consecuencias; por eso la prevención tiene que empezar hoy“.
Fuente: infobae.com
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