viernes, 21 de diciembre de 2012

Pinot Grigio, ¿lecciones para el Malbec?

El éxito exportador del Pinot Grigio italiano ha sido un fenómeno verdaderamente notorio en la última década y en la actualidad es uno de los varietales más populares en Estados Unidos y Reino Unido. En veinte años paso de un ser un ignoto varietal italiano, a ser furor en los principales mercado de consumo, entonces, ¿En donde reside la clave de su éxito?

Hay varios motivos para ello. En primer lugar podemos mencionar las características propias de estos vinos. Su carácter fresco, liviano y sencillo capta perfectamente las nuevas tendencias de los consumidores de vinos, que buscan vinos menos complejos, más alejados de la madera, fáciles de beber y de combinar con las comidas. Estas características lo hacen una excelente alternativa al clásico Chardonnay, cuyo paso por barricas de roble introduce una dificultad adicional para maridar con las comidas, y hasta el Sauvignon Blanc o el Riesling, que para muchos consumidores son demasiado aromáticos y definidos.



De esta forma, el Pinot Grigio, con una buena acidez, frescura y poco carácter, se convierte en la alternativa más versátil para los consumidores de vinos blancos. El Pinot Grigio experimentó el éxito exportador por primera vez en los 70, gracias a la imposición de la marca Santa Margherita, en los Estados Unidos. Sin embargo, el varietal realmente explotó en los 90, en parte en respuesta a una demanda de vinos de sus características.

Por otro lado, la creciente oferta que ha acompañado la demanda en los últimos años es el resultado del gran tamaño y empuje de dos de las más grandes cooperativas vitivinícolas italianas, como Cavit y Mezzacorona, que han logrado poner sus ventajas de escala a favor de la intensa promoción del varietal, logrando al mismo tiempo costos muy eficientes.

Además, el manejo de rendimientos en los viñedos fue fundamental para mantener los costos al mínimo y poder ofrecer muy buenos vinos a bajos precios. Se realizaron nuevas plantaciones de esta variedad en terrenos planos, y de baja altitud, que normalmente no eran utilizados para los vinos tradicionales italianos. De esta forma, al mismo tiempo de contar con menores costos de inversión en tierra, se facilitó la cosecha mecánica, reduciendo los costos de mano de obra.



Una de las mayores preocupaciones de los italianos es el hecho de que es un vino fácilmente reproducible y muchos productores en el nuevo mundo, han aprovechado este auge del varietal para producir sus propios Pinot Grigio, aunque el varietal aún es asociado fuertemente con Italia. Es más, productores de países del nuevo mundo como Australia, o Estados Unidos pueden producir estos vinos a menores costos gracias a regulaciones ventajosas, como la posibilidad de agregar entre el 15% y el 25% de otras variedades de uvas a vinos etiquetados como "Pinot Grigio".

En mercados como Estados Unidos, Reino Unidos y Canadá, el consumo de este varietal ha crecido aceleradamente. Sin embargo, en Alemania, por ejemplo, su consumo ha caído. Esto probablemente sea causado por el rotundo éxito que ha tenido localmente el Riesling, que en gran medida satisface las demandas de los nuevos consumidores, y pueden verse como alternativos.

En la mayoría de los mercados se ve este comportamiento, de crecimiento del share, aunque cada vez con menos fuerza. Sin embargo, en algunos mercados como Alemania, el varietal está experimentando un retroceso. Reino Unido es el mercado en el cual mayor éxito ha tenido, pasando de un share de menos del 2% a casi 7%. La fuerte popularidad del Pinot Grigio en este mercado, se basa en una gran tendencia hacia vinos más livianos, con pequeñas reducciones de alcohol y calorías, y que también pueden servirse bien fríos durante el verano.

El consumo de este varietal parece estar llegando a su etapa de madurez, como puede verse en el gráfico. Entre 2001 y 2007 las tasas de crecimiento fueron del 10.5% anual en promedio, pero a partir de ese año sólo experimentó un 2.7% anual de crecimiento, lo cual nos está indicando que el varietal ganó mucha importancia y espacios en los principales mercados mundiales, pero su consumo ya se está estabilizando en el mundo. Este mismo comportamiento se vio en otros varietales, como el Riesling, el Sauvignon Blanc o el Syrah,  que en distintos momentos de las últimas décadas tuvieron un período de aumento explosivo de su consumo, luego de lo cual mostraron signos de maduración y un aletargamiento en su crecimiento.

Por lo tanto, como reflexión para la Argentina, queda preguntarnos si es posible que el Malbec esté llegando a su punto de maduración, sobre todo en el mercado de Estados Unidos. De ser así es necesario anticiparse a los sucesos e implementar estrategias conjuntas para consolidar la posición lograda por nuestro varietal emblema. Desde diversificar los estilos y regiones del Malbec, hasta agregar atributos como la sustentabilidad o el comercio justo en la elaboración, son algunas de las alternativas que están comenzando a ser discutidas en la industria.

El Pinot Grigio en la Argentina

El auge del Pinot Grigio italiano, ha sido también un gran incentivo para las plantaciones de esta variedad en los principales países productores de vinos, y Argentina no ha sido ajena a esta situación. En los últimos años el varietal ha tenido un aumento considerable de participación en las exportaciones de vinos de nuestro país, aunque aún tiene un share muy pequeño.

En el consumo interno también se aprecia la mayor preferencia por estos vinos. La participación del Pinot Grigio en los despachos al consumo interno de vinos varietales ha pasado del 0.03% en 2006 a 0.13% en 2012, según estadísticas del Observatorio Vitivinícola. Mientras tanto, en el mismo período la participación de los vinos blancos en su conjunto se ha mantenido relativamente constante, lo que muestra una mayor preferencia por este varietal.

Fuente: Area del Vino

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