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viernes, 18 de febrero de 2011

La inflación frena el consumo de vino

A pesar de haber sido declarado como la"bebida nacional", el consumo interno de vinos no acompañó al nuevo récord histórico de exportaciones que se registraron en 2010 de la mano del Malbec. Según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), el despacho total de vinos al mercado interno cerró el año pasado con una baja del 5% en comparación con 2009.

Los problemas de disponibilidad de vinos por la escasa cosecha de 2009 y los consecuentes aumentos de precios, que hicieron perder atractivo a las segundas marcas (o vinos de mesa) frente a las bebidas sustitutas en el primer semestre de 2010, fueron las principales causas.

"En los primeros seis meses del año pasado tuvimos un desabastecimiento importante porque en 2009 produjimos poco. Los consumidores iban a la góndola y no encontraban vinos de segundas marcas y, además, los precios se habían incrementado con respecto de otras bebidas", explicó Guillermo Daniel García, presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura.

Esta caída siguió la tendencia en baja que había comenzado en 2008, cuando el consumo interno cayó 4,38% respecto de 2007 y que continuó en 2009, con una baja del 3,14 por ciento.

En la primera parte de 2010, el sector llegó a tener stock cero y se debió recurrir a la importación de vinos chilenos para abastecer el mercado interno.

Sergio Villanueva, gerente de la Unión Vitivinícola Argentina, apuntó que, mientras los precios de botella aumentaron entre 28 y 29 por ciento, el tetra pack, que tiene un 40% de despacho nacional, duplicó hasta un 50% su precio en comparación con otras bebidas.

"Mientras un 25% acompañó a los aumentos del índice general de las bebidas, el otro 25 se debió a las pérdidas por las cosechas que no llegaron a niveles de producción promedio", afirmó Villanueva.

Con una producción que rondó, según García, los 22 millones de quintales en 2009, cuando el promedio de una buena cosecha se aproxima generalmente a los 27 o 28 millones, el resultante fue que el consumidor "privilegió precios y recurrió a otras bebidas".

Juan Carlos Pina, presidente de Bodegas Argentinas, cámara empresaria que agrupa a bodegas de todo el país, afirmó: "El precio padeció dos problemas respecto de la composición de los costos. Por un lado, el sector experimentó el incremento de salarios y otros costos de producción, y por el otro, la baja cosecha produjo subas en los precios de la uva y el vino a granel".

Lo cierto es que el sector vitivinícola sufrió el año pasado los efectos de dos cosechas consecutivas reducidas, que llevaron a duplicar el valor de la uva. Los despachos de bodegas para el consumo local tuvieron la mayor baja en seis años, cuando, de enero a septiembre, cayeron 7,91 por ciento respecto del mismo período en 2009, impulsados sobre todo por el retroceso de los tetra-brik y las botellas de menos de $12.

La comercialización de volúmenes de vinos argentinos totalizó, de enero a noviembre de 2010, 11.321.280 hectolitros, una disminución de 6,6% respecto del mismo período de 2009. Estos datos contrastan con el éxito que los vinos tuvieron en el exterior por el aumento de la participación de varietales de mayor valor unitario.

Según un informe elaborado para Vinos de Argentina por la consultora especializada Caucasia Wine Thinking, sobre la base de datos de la Dirección General de Aduanas, las exportaciones vitivinícolas argentinas alcanzaron en 2010 los US$ 865 millones y registraron un nuevo récord en divisas, al superar US$ 860 millones de 2008.

Según el informe, el crecimiento fue impulsado por las exportaciones de vino embotellado, que sumaron US$ 649,1 millones, lo que implica un alza interanual de 17,6 por ciento.

Fuente: La Nación

martes, 21 de diciembre de 2010

Comparaciones odiosas

La cuestión del nivel de precios es un tema recurrente en la agenda económica mediática. En razón de ello, los grandes medios de comunicación han lanzado una nueva metodología científica para medirla. La misma consiste en apostar un movilero a las 10 de la mañana en una carnicería de la Recoleta para acercar a sus televidentes la triste realidad: indignadas señoras del barrio rezongan porque el lomo llegó a 100 pesos. El resultado de la medición es contundente: la inflación en Argentina está que arde y el sueldo no alcanza ni para comer.

Los economistas que intentan contradecir esta aparente realidad lo hacen mediante índices que a la mayoría de los mortales les resultan sospechosos o directamente incomprensibles. De nada sirve argumentar que lo que importa es el poder adquisitivo del salario, que la Argentina tiene el salario mínimo más alto de Sudamérica medido en dólares paridad de poder adquisitivo. Pero resulta que Internet permite dar un paseo virtual por los países vecinos para comparar. Basta con tomar un carrito electrónico y recorrer las góndolas de los supermercados on line. Ya no hay que creerle a nadie. Se pueden cotejar los precios de los alimentos con esos países. Lo hicimos para Argentina, Brasil, Uruguay y Chile. El primer resultado: el lomo más caro –el de ternera– en Coto cuesta 63,30 pesos, y el de novillito –nada despreciable– a 41,90 pesos.

El ejercicio es simple: observar los precios de los alimentos más importantes y compararlos con los salarios mínimos de cada país.

El Cuadro 1 que acompaña esta nota refleja los resultados de un tour virtual por la economía real. Esa experiencia arroja el siguiente resultado: con un salario mínimo argentino se puede comprar 400 litros de aceite de girasol, mientras que en Brasil el salario mínimo local alcanza para comprar 142 litros, en Chile 148 y en Uruguay 109. Siguiendo esa línea, en Argentina se pueden comprar 1168 kilogramos de harina de trigo, 847 kilogramos más que en Brasil, 768 más que en Uruguay y 690 más que en Chile. Los invitamos a que recorran el cuadro. En todos los casos, el salario mínimo argentino rinde más que el de países vecinos. Al finalizar la compra pasamos por la caja: en Argentina se había gastado el 8 por ciento de un salario mínimo, en Chile el 11, en Brasil el 13 y en Uruguay el 19 por ciento.

Si esta muestra es significativa –cada cual puede hacer la suya de manera muy sencilla–, es una muy buena noticia para la Argentina. Indica que los sectores asalariados de menores ingresos tienen más posibilidades de acceso a los alimentos en términos comparativos.

Ahora bien, ¿qué pasa con la clase media? El hecho de que con un salario mínimo pueda comprar más alimentos en Argentina podría reflejar simplemente que existe un salario mínimo alto y nada más (y nada menos). Sin embargo, se observa una tendencia muy similar en un ejercicio con los salarios medios. En este caso, cuando se pasa por la caja se había gastado el 3 por ciento de un salario medio en Argentina, el 4 en Brasil y en Chile y el 8 por ciento en Uruguay. Los resultados se exponen en el Cuadro 2.

Hay un dato que llama mucho la atención que merece una mirada en detalle: la comparación entre Argentina y Uruguay. Más allá de tener dos escalas distintas, las condiciones naturales para la producción de alimentos de los hermanos orientales son muy parecidas a las nuestras. Sin embargo las diferencias de precios, en todos los alimentos, son enormes. En particular, se vuelven abismales entre los productos marcados con un asterisco. Los invitamos a pensar qué característica común tienen estos productos en el mercado argentino que los diferencia del mercado uruguayo. La respuesta (perdón Paenza) al final del Cuadro 2

* Economistas de AEDA.



Fuente: pagina12.com.ar

viernes, 10 de diciembre de 2010

La canasta de Navidad llega con aumentos de hasta el 95%

Peceto y pollo, los que más subieron. A dos semanas de las Fiestas, las asociaciones de consumidores detectaron fuertes subas en típicos productos navideños, que en promedio son del 20%. Especulación y falta de oferta explican el alza.

La Navidad llega con sus mensajes de amor y paz, como rezan los villancicos, y con fuertes aumentos en los productos típicos, como se advierte en el bolsillo. Preparar la mesa para la Nochebuena costará en promedio un 20% más que el año pasado por la incidencia, sobre todo, del aumento de la carne, el pollo y el pan dulce, según tres asociaciones de consumidores. En la recorrida por las góndolas también detectaron que se afianzó una tendencia que ya tiene un puñado de años: productos más caros y con menos contenido, como las bebidas y las confituras.

Como cada fin de año, las asociaciones de consumidores confirman que esta Navidad poner la mesa será más caro que el año pasado. El aumento difiere de acuerdo a la organización, pero en ningún caso baja del 20% . Consumidores Libres comparó una canasta de 20 productos y encontró un aumento promedio del 23% respecto del año pasado. Pero al discriminar por productos, los aumentos son mucho más altos. Según este mismo informe, lo que más subió fue el pollo : aumentó 83% de los $ 6 que costaba el kilo en 2009 a los $ 11 que sale hoy. El relevamiento del Centro de Educación al Consumidor (CEC) señala que lo que más aumentó fue el peceto : 95% (de $ 22 a $ 43). Para la Asociación de Consumidores y Usuarios de la Argentina (ADECUA), el ananá fizz está un 41% arriba, de $ 6,99 a $ 11,99. También hubo subas en los enlatados : el ananá aumentó 35%; las arvejas, 37%; el durazno, 30%; y el atún, 25%.

Más que nunca, es mucha la diferencia entre productos de primera marca y los de segunda. El martes, en una recorrida, Clarín relevó los precios de seis productos clásicos para armar una mesa navideña a la hora del brindis: pan dulce, turrón, pasas de uva, sidra, garrapiñada y duraznos en almíbar. Con productos de primeras marcas cuesta $ 58,45; con segundas marcas, el valor desciende a $ 40,70, un 44% menos.

De acuerdo a los últimos datos del INDEC (octubre), la inflación en los últimos 12 meses fue del 11,13% . Para las consultoras privadas, en cambio, alcanza el 25% .

¿Cómo se explican los aumentos, más allá de la inflación? “Con respecto a la carne hay un problema de producción porque nos comimos todo el stock ganadero. Y si la carne sube suben los productos sustitutos, como el pollo. El precio del trigo aumentó a nivel internacional y lo mismo pasó con los lácteos. Todo incide en el precio de los productos de Navidad que ahora llenan las góndolas. Una mesa navideña para cuatro personas saldrá este año entre $ 250 y $ 300, apunta Susana Andrada, titular del CEC.

Para el ex diputado Héctor Polino, representante legal de Consumidores Libres, el aumento en los precios se da por razones especulativas . Explica: “La oferta no acompaña el aumento de la demanda, y como no hay intención de producir más , los valores de los productos suben y se los llevan quienes los pueden pagar”. Y agrega: “Eso sumado a que sólo dos o tres empresas concentran gran parte de la producción navideña”.

“Ojo con llevarse un producto sólo por precio y no por cantidad”, advierte Sandra González, de ADECUA. Es que desde hace cuatro años nota que los productos aumentan pero, al mismo tiempo, bajan en contenido . Así, una botella de vino tinto de marca se consigue a $ 18, pero resulta que apenas llega a los 700 centímetros cúbicos. “Con la excusa del cambio de envase, te achican la cantidad . Era algo que venía pasando, pero ahora ya es una constante”, agrega González.

Fuente: clarin.com

jueves, 4 de noviembre de 2010

Los alimentos básicos subieron más del 40% en el último año

Impulsados por la carne, en octubre se dispararon los precios de los alimentos básicos: en promedio subieron 4,5 por ciento. Ese ajuste se sumó a distintos factores domésticos y externos que se acumularon en el último año, haciendo que la Canasta Básica Alimentaria acumulara -respecto a octubre de 2009- un alza del 47,7%, según la consultora Economía & Regiones (E&R). Ese ajuste supera por lejos la inflación interna, que se estima que ronda el 25/30% anual.

Las mediciones de ADELCO (Liga de Acción del Consumidor), que incluye una cesta básica de alimentos y artículos de limpieza, marcan subas levemente superiores. Entre los artículos de marcas líderes en los últimos 12 meses el incremento es del 52,32%, mientras los precios de marcas baratas ascendieron un 50,93%.

También la consultora FIEL detectó un alza en octubre del 4% en la Canasta Básica de indigencia, con una suba interanual de casi el 40%.

Si bien por lejos el mes pasado la carne lideró los aumentos, las subas fueron generalizadas, ya que también subieron los precios de frutas y verduras, lácteos, bebidas, panificados, fiambres y embutidos.

A contramano de lo que afirmó el martes el ministro de Economía, Amado Boudou —que la inflación es un tema que no preocupa a la gente y que tal vez pueda preocupar a la clase medio-alta — el alza de los alimentos básicos golpea a todos los sectores, pero con inusitada fuerza a las franjas de menores ingresos, en especial a los que viven en torno de la línea de pobreza o de indigencia.

De acuerdo al INDEC, en promedio los hogares argentinos destinan el 37,9% de sus ingresos a comprar alimentos. Pero entre las familias más pobres supera el 45%. Por eso, cuando mayor es la inflación en los alimentos, mayor es el impacto sobre los sectores de ingresos fijos y más pobres.

E&R detectó que el precio de corte de la carne vacuna en el mercado minorista tuvo “un aumento del 114% respecto del mismo mes del año pasado. A modo de ejemplo, el precio del asado de ternera “en góndola” muestra un aumento interanual del 104%, al pasar de valer $ 14,90 el kilo en octubre de 2009 a $ 30,35 por kilo en octubre de este año”. Los lácteos no se quedaron atrás, con subas importantes de entre el 4 y 6,6% en el precio de la margarina, yogur bebible, manteca y leche en polvo.

Las mediciones oficiales provinciales avalan estas mediciones. A septiembre, para el Instituto de Estadísticas y Censos (IPEC) de Santa Fe hubo un incremento anual del 74,55% en el precio del kilo de nalga y del 81,16% del kilo de carne picada de segunda. En tanto, en quesos, manteca y leche la suba es del 50% anual promedio.

Hacia adelante el panorama alcista no se detiene porque, por ejemplo, el precio mayorista de la carne registró un aumento aún mayor “al incrementarse un 20,5% en octubre y un 128% en relación al mismo mes del año anterior”. Eso implica una presión por nuevas subas.

Una de las razones del aumento del precio de la carne es la fuerte contracción de la oferta. Según el INDEC, en septiembre se produjo un 29,1% menos que en igual mes de 2009 y acumula en los 9 primeros una retracción del 19,7%. A su vez, como una parte de la faena se exporta, “se observa una merma de la producción de carne para el mercado interno del 23%”, reconoce E & R. Esto vuelca una parte de la demanda a los productos sustitutos, potenciando la inflación.

Con este escenario se descuenta que volverán los reclamos salariales.

Fuente: clarin.com

viernes, 22 de octubre de 2010

Carnes y verduras subieron hasta un 30% en dos meses

Carnes y verduras no dejaron de subir en los últimos meses. Y esa escalada de precios, notoria tanto en las góndolas de hipermercados y locales barriales, empujó la inflación, esa que aliviana cada vez más los changuitos y genera quejas y enojos entre los consumidores.

Es que las subas llegan hasta el 30% en sólo dos meses, de acuerdo con relevamientos realizados por asociaciones de consumidores y la Asociación de Dirigentes de Empresas (ADE).

Los cortes de carne vacuna que más subieron son el matambre y el lomo (28%), la bola de lomo (25%) y el asado (15%), según datos de ADE relevados entre el 15 de agosto y el 15 de octubre.

Pero en la última semana siguió la escalada. En promedio, sólo en el último mes, el kilo de hacienda subió en ese período un 11%. Así, a lo largo del año, su precio tuvo un alza del 90%: tres veces más rápido que la inflación real.

Hoy, por ejemplo, el kilo de asado cotiza a $ 33 o $36 –según la calidad y el barrio donde se compre– cuando en septiembre estaba $ 25, informan en el Centro de Educación al Consumidor (CEC). Y apuntan que “en el mostrador la carne acumula una suba que va del 10 al 30%”.

Entre las verduras hay incrementos mayores al 30%, como en el caso de los pimientos, que treparon de $ 14 a $ 27 el kilo (93%), la calabaza, de $ 4 a $ 6, los tomates perita, de $ 8 a $ 12 (50%), y los limones, de $ 6 a $ 8 (33%).

“Con estas subas cotidianas, la inflación se está comiendo los bolsillos de la gente”, afirma Susana Andrada, titular del CEC.

El seguimiento de precios que mensualmente hace la Liga de Acción del Consumidor ADELCO, también indica fuertes aumentos durante septiembre. “Entre los productos que más subieron figuran la nalga cortada para milanesa (de $ 30 a $ 39: 31,5%), tomate redondo larga vida (de $ 7 a $ 9: 27%) y papa (de $ 4,20 a $ 4,60: 9%)”, detallan en la asociación. Estos precios fueron relevados entre el 26 de agosto y el 29 de septiembre. ADELCO hace este informdesde hace 15 años.

En el caso del tomate y el morrón, los operadores mayoristas explican que la producción del norte del país –la que cubre la demanda a la salida del invierno–, se vio afectada por la ola de frío polar que se registró hace unos días y por eso la oferta cayó hasta un 50%. Ese faltante provoca la escalada de precios cuando, por la llegada de los primeros calores, sube la demanda de estas verduras. “Acá no hay nada estacional”, denuncia Andrada. Y afirma: “Históricamente estos productos comienzan a aumentar en septiembre y octubre y no paran hasta diciembre”.

Fuente: clarin.com

miércoles, 20 de octubre de 2010

En el último mes, la carne aumentó entre 3 y 4 pesos por kilo

Adentro del novillo, cada kilo de carne cuesta hoy 1 peso más que el mes pasado (un alza del 11%). Ya en el camión, en la media res, ese mismo kilo subió cerca de $ 2. En el mostrador, la gente paga hoy de 3 a 4 pesos más por cada kilo de carne, en promedio. La suba que los expertos vaticinaban para el comienzo de la primavera ya es un hecho. Los mismos especialistas auguran ahora que la escalada volverá a sentirse en diciembre.

A lo largo del año la carne vacuna creció de precio tres veces más rápido que la inflación real . La única explicación seria es que no hay ganado suficiente, ya que el stock bovino se redujo en casi 10 millones de cabezas desde 2006, y se ubicaría en torno a 48 millones de animales.

En ese telón de fondo, el brusco reacomodamiento de los precios que se produjo en octubre estaba cantado, ya que se repite todos los años. Con la primavera llegan los pastos, y los ganaderos retienen sus bovinos en el campo para que coman y ganen peso.

En el mercado de Liniers, el termómetro, el kilo vivo de novillo abrió el año en 3,99 pesos . En marzo ya había llegado a 5 pesos e ingresó a setiembre en 6 pesos. Desde ahí todo aceleró: ayer cerró a 7,61 pesos . La suba fue de más del 20% en 45 días. Y supera el 90% en lo que va del año.

Ese fuerte aumento se está desparramando ahora en supermercados y carnicerías. Daniel, que atiende el local de Carnes Rubén, en Villa Ballester, recibía la semana pasada la media res de ternera a 16 pesos por kilo y ahora la pagó casi 19 pesos. Remarcó sus precios en igual proporción, cerca del 20%.

El encargado de una carnicería de Palermo pagaba 15 pesos hace dos semanas la misma mercadería que ahora le cotizan a 17,80 pesos. Y también aumentó los cortes al público. “Si no lo hago, tengo que cerrar”, explicó.

En su medición mensual de la inflación, con datos al 15 de octubre, la Asociación de Dirigentes de Empresas (ADE) relevó precios nunca antes vistos. En la misma categoría, la tierna ternera, el kilo de asado ya costaba 34 pesos, la nalga rondaba los 31 pesos y el lomo superaba los 55 pesos.

Esos mismos cortes, pero de novillo, eran apenas algo más baratos.

Según Marcelo Rossi, experto en política ganadera de la UCR, diciembre volverá a deparar malas noticias para el consumidor , ya que se recalienta la demanda interna por las fiestas de fin de año y no habrá suficiente disponibilidad de hacienda. “El proceso de recomposición de los stocks va a llevar al menos siete años”, señaló.

En el entorno del secretario Guillermo Moreno siempre echaron las culpas de estos cimbronazos de precios a las exportaciones. Ya no pueden hacerlo, porque los embarques están en sus mínimos históricos.

La carne que hoy produce la Argentina ya no alcanza siquiera para atender el consumo interno de 2009. Era de 70 kilos anuales por habitante y ahora promedia los 50 kilos y desparejo. Los sectores pudientes siguen en 70 kilos. Pero los pobres apenas llegan a 20.

Fuente: clarin.com

domingo, 10 de octubre de 2010

Los alimentos y las bebidas, al frente de los aumentos


La inflación retomó un ritmo ascendente en setiembre aunque a menor velocidad que la observada en el promedio del primer trimestre del año. Es la conclusión del estudio Bein y asociados, que para el mes pasado registró una inflación del 1,6%.

Así, para esa consultora, “el tercer trimestre del año muestra un aumento acumulado de 4,5%, consistente con un ritmo inflacionario mensual promedio de 1,5%, superior al 1,3% del trimestre anterior pero por debajo del 2,4% de los primeros tres meses del año”. El informe difundido el viernes señala que “en términos interanuales la inflación minorista asociada a nuestro estimador llega al 22%, y acumula una suba de 16,7% en nueve meses, 6,2 puntos porcentuales por encima de la inflación para igual período del año anterior.

Los precios de alimentos y bebidas lideraron la dinámica impulsados por nuevas alzas en los precios de los cortes de carne, en línea con la estacionalidad (aunque exacerbada de nuevo por las lluvias).

De todas formas los aumentos registrados por los alimentos en el mes (2,2%) se ubican bien por debajo de la tasa de 4% mensual promedio del primer trimestre, cuando impactó la duplicación del precio mayorista de la carne.

Fuente: clarin.com

martes, 31 de agosto de 2010

Alimentos: subas de hasta 85% anual que el INDEC no difunde

Fuente: clarin.com

El precio del azúcar aumentó 85% en los últimos 12 meses. Los cortes de carne más populares subieron entre el 55% y el 70% en apenas un año. El pollo entero aumentó el 42% y la leche un 36%. Y una gran cantidad de frutas y verduras de la canasta básica alimenticia también registró incrementos similares.

Estos datos no fueron compilados por consultores privados en base a metodologías que ofrezcan flancos débiles. Se trata, en cambio, de datos oficiales y públicos. Y corresponden a la ciudad de Rosario, que cuenta con una estructura de población y de comercio que son similares a la de amplias zonas de la Capital y el GBA.

Además, corresponden al relevamiento elaborado por el Instituto Provincial de Estadísticas (IPEC) de la provincia de Santa Fe. Es un organismo oficial que cuenta con una particularidad que lo hace relevante: su forma de producción de estadísticas no pudo ser intervenida por la conducción política que maneja el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) desde fines de 2006.

El IPEC sigue aplicando la misma metodología que el Instituto Nacional aplicaba hasta que el área de Indice de Precios al Consumidor fue intervenida a comienzos de 2007, tras el desembarco del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.

El organismo provincial lo hace, lógicamente, con sus propios relevamientos de precios en ese territorio. Luego, todos los meses, publica el listado con más de 60 productos básicos, con un detalle de sus precios promedio y las variaciones registradas.

Esta era una práctica que también existía en el INDEC hasta que dejó de hacerlo en marzo de 2008 -por orden de la intervención- con el argumento de que el listado de productos era “superfluo”.

Por eso, ya no es posible cotejar las cifras de ambos organismos simplemente porque el INDEC las borró del acceso público. Lo que sí se pueden cotejar son los índices generales por rubro, con las variaciones promedio de cada uno.

Según el IPEC, y respaldados por los precios del listado por productos, los alimentos en Rosario aumentaron un 34,7% entre junio pasado y el mismo mes de 2009. En esos mismos 12 meses, el INDEC registró un incremento de apenas el 15,7% en los alimentos.

La diferencia entre una y otra medición no es menor: representa una brecha de más del 100% en un apenas año. En tanto que si se computan desde fines de 2006 -cuando empezó la manipulación de los índices- las diferencias se amplifican aún más: para el IPEC los precios de los alimentos aumentaron en ese lapso el 97,5% y para el INDEC el 32,7%. La brecha es del 200 por ciento.

¿Cuál de estas mediciones es más creíble?, se podría preguntar.

El IPEC publica los precios promedio de los productos que releva. Así en junio, el kilo de nalga estaba a $ 28; el medio kilo de yerba a $ 3,87, o la leche entera en sachet a $ 3,43. Estos valores se aproximan a los efectivamente pagados por los consumidores.

Además, según surge de las renovaciones de convenios salariales, tanto los sindicatos como los empresarios acordaron en la mayoría de los casos aumentos que oscilan entre el 25 y 30% y que se aproximan más a las cifras santafecinas que a las del INDEC.

En la misma línea van las declaraciones del camionero Hugo Moyano cuando aclara que discute en las paritarias en base al índice “de las amas de casa” y no el del INDEC. Por su parte, inquilinos y propietarios vienen renovando los alquileres también en porcentajes más elevados que los informados por el organismo nacional.

Por último, los informes de las universidades nacionales que monitorearon las estadísticas del INDEC remarcan que las divergencias se deben a la poca confiabilidad de los precios relevados e imputados por el organismo en su base de datos a la hora de elaborar el índice de precios.

viernes, 11 de junio de 2010

Competitividad, al borde del abismo

La suba del precio del vino, la estabilidad cambiaria y el cambio en los hábitos de consumo, están generando un cóctel explosivo que podría llegar a poner en peligro los equilibrios del negocio del vino.

El precio del vino ha tenido una escala importante en los últimos cuatro meses. De la mano de una cosecha que sigue por debajo de los promedios normales, el precio del vino creció entre enero y mayo de 2010 un 100% comparado con los mismos meses pero de 2009.

Datos del INV congelados al 16 de mayo, muestran que en todo el país se cosechó un total de 2.610.830.448 kilos de uva, con las que se elaboraron1.570.652.003 litros de vino y 345.856.007 litros de mosto. En la provincia de Mendoza se cosecharon 1.820.079.912 kilos de uva, de los cuales 1.186.117.014 litros se destinaron a vino y 177.633.079 litros a mosto. En San Juan, se cosecharon 647.625.663 kilos de uva: 294.962.684 litros de vino y 156.921.403 litros de mosto.

Si bien esta cosecha fue superior a la de 2009 donde los quiebres de stock de algunos vinos de consumo masivo fueron uno de los grandes problemas, todavía los números se ubican por debajo de una cosecha promedio.

Esta es una de las razones por la cual el precio del vino de traslado ha tenido una importante escalada, en los últimos doce meses. Si miramos los precios registrados en las operaciones de la Bolsa de Comercio de Mendoza, en el mes de enero de este año el precio ponderado conjunto para las operaciones de contado alcanzaba un alza del 108% comprado con enero de 2009, mientras que en las operaciones financiadas la suba registrada era del 105%.

El mes de febrero mostró en el mismo rubro (precio ponderado conjunto comparado con mismo mes de 2009) un incremento del 109%, para marzo un suba del 114%, abril una suba del 99% y para mayo del 85% en las operaciones de contado. Mientras que en las operaciones financiadas el aumento fue del 105%, 132%, 116%, 104% y 87% respectivamente.

Los vinos más demandados y por consecuencia los que más aumentaron comparados con el mismo mes pero de 2009, fueron los tintos, que tuvieron alzas entre el 92% y el 148%. En el caso de los blancos las alzas fueron mucho menores y variaron entre 55% y 67%. En las operaciones financiadas el precio del tinto creció entre enero y mayo de 2010 entre 171% y 124%. En tanto, la evolución de los blancos fue mucho menor y se ubicó entre el 65% y el 89%.

Como consecuencia de la baja cosecha de 2009 los aumentos en el mercado de traslado se remontan al año pasado que cerró con aumento en las operaciones de contado para tintos del 60%, en las de rosado del 47% y en las de blanco del 28%. Lo mismo sucedió en las operaciones financiadas que mostraron una evolución en los tintos del 62%, en los rosados del 191% y en los blancos del 25%.

El problema de la competitividad

Tanto en el mercado interno como el externo, el alza en los insumos y salarios, sumado a las malas cosechas han hecho que el precio del vino suba y que se pierda competitividad en los segmentos de precios bajos tanto en botella como en tetrabrik.

Consultado por Día a Día de Vino, Julio Caminos, Gerente de exportaciones de RPB, la empresa que más volumen exporta de la Argentina en vinos fraccionados, sostuvo que "en el mercado doméstico el consumidor está buscando nuevas alternativas y se va del vino. En cambio, en otros mercados siguen fieles al vino y cambian un proveedor por otro. No obstante, es más complicado lo que nos pasa acá en el mercado interno por el hecho de que, al subir los precios del vino base argentino, hay bebidas sustitutas que han ido cubriendo ese consumo y resulta muy difícil hacer volver a los consumidores al vino. El mercado internacional es sólo un 10% del total de lo que vendemos en el mercado interno, por lo tanto la incidencia de este tipo de conductas del consumidor es muy difícil de sostener, porque el mercado interno es sumamente importante".

En tanto, sobre las exportaciones el ejecutivo de RPB, indicó que "nosotros hemos mantenido e incrementado nuestras exportaciones año a año. Aún cuando tenemos crecimientos importantes en algunos mercados, hemos perdido algunos otros por una cuestión de precios. El vino en Argentina ha crecido a nivel dólar y nos ha puesto en algunos mercados fuera de competencia. Rusia es uno de los mercados donde hemos perdido competitividad y el mercado del continente africano donde hemos perdido varios países, si bien seguimos vendiendo es ecuación es menor que antes".

Caminos destacó que España es uno de los países que más fuerte está compitiendo contra Argentina. "A diferencia de la situación que hay en nuestro país, hoy ellos tienen excedentes y han visto la posibilidad de ir captando algo de los consumos que nosotros cubríamos", indicó.

Mosto, las perspectivas

El precio del blanco escurrido durante los primeros meses del año, hizo que la de decisión de elaborar mosto se viera complicada, ya que los precios pagados para producir jugo concentrado de uva eran menores que los ofrecidos por un blanco básico.

Con la cosecha cerrada la industria del mosto, planea colocar en el exterior 100.000 toneladas, en un precio que ronda entre los 1.300 y 1.450 dólares dependiendo el tipo de jugo concentrado de uva que se envíe. A la gran competencia de jugo de manzana concentrado chino, este año se le han sumado nuevos competidores.

Sergio Colombo, gerente de la Cámara del Mosto, sostuvo que "en realidad hemos comenzado la etapa de poscosecha. Se han estabilizado los precios en el mercado internacional, en tanto no empiece la cosecha en el hemisferio norte, pero se ha producido una situación en los mercados debido a la crisis financiera internacional y a la caída del Euro, lo que ha permitido que el dólar se revalorice frente al euro haga que el mosto español tenga más competitividad y después de varios años, está molestando a la Argentina en el mercado de Estados Unidos".

Fuente: Area del Vino

viernes, 14 de mayo de 2010

El vino no se salva de la inflación


Desde Casa Bianchi adelantaron que las exportaciones se van a ver muy afectadas porque los clientes del exterior "no aceptan aumentos de precios". Directivos de la bodega se quejaron de las fuertes subas de costos tales como combustible, sueldos, transporte, mano de obra y energía

Los crecientes costos laborales y de equipos, y una feroz competencia de precios de España y Australia desafían a los productores argentinos de vino, pero Casa Bianchi, una de las mayores bodegas del país, espera aumentar sus ingresos este año tras una gran expansión.

Argentina es el quinto mayor productor mundial de vino y la bodega Bianchi, una empresa familiar, es la sexta bodega en importancia en el país con exportaciones de vinos y mostos de casi 770 millones de dólares en el 2009.

La relativa estabilidad del peso argentino frente al dólar y la alta inflación en el país se han convertido en un problema para la industria.

"Las ventas del exterior se van a ver muy afectadas porque no nos aceptan aumentos de precios y lo más grave es que en nuestro país, en dólares, aumenta todo, porque el dólar sigue valiendo 3.80 como hace dos años atrás", dijo Raúl Bianchi, presidente de la bodega.

"El combustible aumentó un montón, también los sueldos, los transportes, la mano de obra y la energía", afirmó el ejecutivo en el Foro de Reuters sobre Inversión en América latina.

Casa Bianchi, en manos de la familia por tercera generación, exporta el 30 por ciento de su producción cada año, principalmente a Estados Unidos, Canadá, Noruega y Brasil.

La producción de la bodega es reconocida por sus vinos de media y alta gama, con valores a partir de los 10 dólares la botella.

Pero aún con valores de comercialización atractivos, Bianchi dijo que tiene problemas para competir con países como España, Francia, Australia y Nueva Zelanda.

"Estás en San Francisco, Nueva York, Chicago, Vancouver, en todos aquellos lugares en los almacenes de vino los países hacen descuentos: Australia 20 por ciento de descuento, Nueva Zelanda 10 por ciento", dijo Bianchi, quien acaba de regresar de un viaje a Estados Unidos y Canadá.

Sin embargo, la estimación de facturación de Casa Bianchi es de 140 millones de pesos 36 millones de dólares desde los 129 millones de pesos el año pasado, gracias a un previsto aumento en el volumen que alcanzaría los 3 millones de litros frente a los 2,5 millones de litros el año pasado.

El aumento en la producción se vio apoyada en una reciente inversión de unos cinco millones de dólares en la bodega para ampliar especialmente su producción de alta gama.

El ejecutivo dijo que otras bodegas argentinas tienen el apoyo de acaudalados inversores extranjeros.

"Nunca regalé una botella de vino. Cada botella que ustedes ven en la calle está comprada y pagada, que a diferencia de muchas bodegas que tienen un inversor externo que pone un millón de dólares para inundar el mercado", dijo.

Sería bueno tener un mayor respaldo monetario, explicó, pero nuestra compañía no está en venta. "Recibo llamadas todos los días, tengo propuestas de compra todo el tiempo", reveló el productor.

Fuente: Infobae Profesional


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