Andrea Marchiori afirma que es necesario generar una relación de largo
plazo con el productor para asegurar la consistencia en la calidad. Su
bodega espera crecer más de 10% en el exterior este año
Andrea Marchiori y Luis Barraud son los socios argentinos de Paul Hobbs
en Viña Cobos, una de las bodegas que más reconocimientos
internacionales le ha traído a Mendoza de la mano de sus renombrados
malbecs que deslumbran a la crítica del mundo.
Desde la empresa, que en la actualidad tiene puesto su foco en el mercado externo, Marchiori asegura que la vendimia, tras todos los eventos climáticos de la temporada, ha planteado muchos desafíos. Estima, además, que la relación entre las bodegas y los productores, para lograr consistencia en la calidad, tiene que ser a largo plazo.
-Con la vendimia terminada, ¿qué evaluación hace de los caldos de esta temporada?
-Ya terminamos con la recepción de uvas pero en la bodega estamos con mucho trabajo todavía. Las perspectivas son buenas; no obstante, creo que ha sido un año dispar. El clima nos ha dado muchos desafíos en 2014. Desde heladas en primavera hasta lluvias en febrero, también incluso heladas tempranas y tormentas de granizo. Tanto en blancos como en tintos hemos tenido muchas lluvias en febrero y marzo. Sin duda tuvimos más lluvias de las que hubiésemos querido y necesitado. En blancos el manejo en el viñedo ha sido fundamental; en años tan cruciales como este, es necesario para llegar a buen puerto con la calidad trabajar profundamente en el viñedo.
Estamos conformes con lo que hemos obtenido en mostos. Sin embargo, hemos tenido que hacer más trabajos de lo normal. Tuvimos botrytis, como en todos lados. Ahora el manejo de este desafío creo que va a ser el punto clave entre un vino de una calidad superior y otro mediocre.
Hay lotes que tuvimos que descartar, pero los viñedos que llegaron bien en sanidad creo que son muy interesantes.
-¿Qué variedades pueden resultar interesantes?
-Tenemos chardonnay que hemos probado y que están ahora en barricas que pueden ser muy interesantes, y por supuesto el malbec, que sigue siendo la variedad de Mendoza por excelencia.
-¿Argentina está empezando a diversificarse con los vinos que ofrece?
-Hace mucho tiempo que venimos apostando no solo al malbec sino al cabernet. Creo que nuestra bandera tiene que seguir siendo el malbec, pero en la medida en que nosotros le demostremos al mundo que podemos hacer cabernet sauvignon, cabernet franc y petit verdot plenos e interesantes, creo que hay muchas posibilidades. Me parece que lo más importante es seguir siendo consistentes, y estamos demostrando que somos más que un boom mundial y que tenemos la capacidad de hacer grandes vinos.
-¿Crees que en Estados Unidos el consumidor está dejando de consumir malbec?
-A nivel general, y hablando de Viña Cobos, el crecimiento del malbec es indiscutido; la demanda de malbec que tenemos supera nuestra oferta ampliamente. Yo creo que en la medida en que nosotros sigamos siendo capaces de producir buenos malbecs a buenos precios, hay mucho camino todavía por recorrer.
-El año pasado fue difícil para exportar y este año tiene malas perspectivas macro también...
-Indudablemente, el aumento de costos afecta directamente al margen de las ganancias que tenemos. Por supuesto que la devaluación ayuda bastante, pero si no hay un reajuste en el medio, ese respiro que tuvimos con la devaluación se va a perder. Si nuestros costos siguen aumentando al mismo nivel que tienen ahora, en algún momento, el beneficio de la devaluación se va a ver diluido.
-¿Qué expectativa de venta tienen en el exterior?
-Tenemos programado seguir creciendo en el mercado externo, con un alza del 10% al 15% anual. Esta tasa de crecimiento es bastante importante y la queremos alcanzar. Este año, por temas de rendimiento y de clima, estimo que en cantidad de botellas tendremos una producción similar a la de 2013. Estamos hablando de alrededor de 90 mil cajas. Igual tenemos que ver cómo queda.
-¿Le preocupa que el ajuste en el precio al productor traiga aparejado problemas de calidad en la materia prima?
-Sin dudas que se puede tener problemas. Con nuestros productores todavía no nos sentamos a hablar de precios, pero la idea es hacer un reajuste en el precio. Ya venimos de años muy duros para el productor y nosotros creemos que esto, para ser exitosos, tiene que ser una actividad a largo plazo. Para el productor son años complicados y en la medida en que la bodega tenga perspectivas debería hacerlas llegar al productor, sin dudas.
-¿Hay mercados en donde se puede lograr una rentabilidad similar a la de Estados Unidos?
-Sí, yo creo que sí. Nosotros hoy estamos vendiendo muy fuerte en Brasil y Canadá y estamos abriendo otros mercados. Tenemos muchas expectativas en mercados emergentes como Asia. Creo que nos queda mucho por aprender y explorar, pero sin dudas hay posibilidades. Creo que dentro de ese continente las posibilidades son abiertas, hay que hacerse conocer como país vitivinícola. Ahí hay un trabajo enorme por realizar.
-¿Están planeando nuevas inversiones?
-A pesar de la coyuntura, venimos invirtiendo en la bodega. El año pasado compramos una propiedad vecina, recuperamos una bodega vieja. Ahora estamos construyendo una nave nueva. Seguimos apostando al crecimiento.
-¿En dónde cree que reside el éxito comercial de Viña Cobos?
-Creo que primero estamos compitiendo a nivel mundial con los mejores vinos del mundo, con vinos que ofrecen mejor calidad a un precio menor. Un ejemplo típico es que un vino argentino a U$S 35 la botella es tan bueno como un vino de otra zona vitivinícola mundial que está en U$S 50. Esa competitividad como país nos ha servido mucho para ganar mercado.
Desde la empresa, que en la actualidad tiene puesto su foco en el mercado externo, Marchiori asegura que la vendimia, tras todos los eventos climáticos de la temporada, ha planteado muchos desafíos. Estima, además, que la relación entre las bodegas y los productores, para lograr consistencia en la calidad, tiene que ser a largo plazo.
-Con la vendimia terminada, ¿qué evaluación hace de los caldos de esta temporada?
-Ya terminamos con la recepción de uvas pero en la bodega estamos con mucho trabajo todavía. Las perspectivas son buenas; no obstante, creo que ha sido un año dispar. El clima nos ha dado muchos desafíos en 2014. Desde heladas en primavera hasta lluvias en febrero, también incluso heladas tempranas y tormentas de granizo. Tanto en blancos como en tintos hemos tenido muchas lluvias en febrero y marzo. Sin duda tuvimos más lluvias de las que hubiésemos querido y necesitado. En blancos el manejo en el viñedo ha sido fundamental; en años tan cruciales como este, es necesario para llegar a buen puerto con la calidad trabajar profundamente en el viñedo.
Estamos conformes con lo que hemos obtenido en mostos. Sin embargo, hemos tenido que hacer más trabajos de lo normal. Tuvimos botrytis, como en todos lados. Ahora el manejo de este desafío creo que va a ser el punto clave entre un vino de una calidad superior y otro mediocre.
Hay lotes que tuvimos que descartar, pero los viñedos que llegaron bien en sanidad creo que son muy interesantes.
-¿Qué variedades pueden resultar interesantes?
-Tenemos chardonnay que hemos probado y que están ahora en barricas que pueden ser muy interesantes, y por supuesto el malbec, que sigue siendo la variedad de Mendoza por excelencia.
-¿Argentina está empezando a diversificarse con los vinos que ofrece?
-Hace mucho tiempo que venimos apostando no solo al malbec sino al cabernet. Creo que nuestra bandera tiene que seguir siendo el malbec, pero en la medida en que nosotros le demostremos al mundo que podemos hacer cabernet sauvignon, cabernet franc y petit verdot plenos e interesantes, creo que hay muchas posibilidades. Me parece que lo más importante es seguir siendo consistentes, y estamos demostrando que somos más que un boom mundial y que tenemos la capacidad de hacer grandes vinos.
-¿Crees que en Estados Unidos el consumidor está dejando de consumir malbec?
-A nivel general, y hablando de Viña Cobos, el crecimiento del malbec es indiscutido; la demanda de malbec que tenemos supera nuestra oferta ampliamente. Yo creo que en la medida en que nosotros sigamos siendo capaces de producir buenos malbecs a buenos precios, hay mucho camino todavía por recorrer.
-El año pasado fue difícil para exportar y este año tiene malas perspectivas macro también...
-Indudablemente, el aumento de costos afecta directamente al margen de las ganancias que tenemos. Por supuesto que la devaluación ayuda bastante, pero si no hay un reajuste en el medio, ese respiro que tuvimos con la devaluación se va a perder. Si nuestros costos siguen aumentando al mismo nivel que tienen ahora, en algún momento, el beneficio de la devaluación se va a ver diluido.
-¿Qué expectativa de venta tienen en el exterior?
-Tenemos programado seguir creciendo en el mercado externo, con un alza del 10% al 15% anual. Esta tasa de crecimiento es bastante importante y la queremos alcanzar. Este año, por temas de rendimiento y de clima, estimo que en cantidad de botellas tendremos una producción similar a la de 2013. Estamos hablando de alrededor de 90 mil cajas. Igual tenemos que ver cómo queda.
-¿Le preocupa que el ajuste en el precio al productor traiga aparejado problemas de calidad en la materia prima?
-Sin dudas que se puede tener problemas. Con nuestros productores todavía no nos sentamos a hablar de precios, pero la idea es hacer un reajuste en el precio. Ya venimos de años muy duros para el productor y nosotros creemos que esto, para ser exitosos, tiene que ser una actividad a largo plazo. Para el productor son años complicados y en la medida en que la bodega tenga perspectivas debería hacerlas llegar al productor, sin dudas.
-¿Hay mercados en donde se puede lograr una rentabilidad similar a la de Estados Unidos?
-Sí, yo creo que sí. Nosotros hoy estamos vendiendo muy fuerte en Brasil y Canadá y estamos abriendo otros mercados. Tenemos muchas expectativas en mercados emergentes como Asia. Creo que nos queda mucho por aprender y explorar, pero sin dudas hay posibilidades. Creo que dentro de ese continente las posibilidades son abiertas, hay que hacerse conocer como país vitivinícola. Ahí hay un trabajo enorme por realizar.
-¿Están planeando nuevas inversiones?
-A pesar de la coyuntura, venimos invirtiendo en la bodega. El año pasado compramos una propiedad vecina, recuperamos una bodega vieja. Ahora estamos construyendo una nave nueva. Seguimos apostando al crecimiento.
-¿En dónde cree que reside el éxito comercial de Viña Cobos?
-Creo que primero estamos compitiendo a nivel mundial con los mejores vinos del mundo, con vinos que ofrecen mejor calidad a un precio menor. Un ejemplo típico es que un vino argentino a U$S 35 la botella es tan bueno como un vino de otra zona vitivinícola mundial que está en U$S 50. Esa competitividad como país nos ha servido mucho para ganar mercado.
Perfil
Tiene 42 años y estudió enología dado que estuvo involucrada desde chica en el cultivo de viñedos a través de su familia. Se recibió en 1996. Empezó su desarrollo profesional como enóloga a cargo del departamento de calidad en Bodegas Norton.Con Luis Barraud, enólogo y esposo, viajó a California, donde en 1997 conocieron a Paul Hobbs. Allí los tres decidieron comenzar el proyecto Viña Cobos. Actualmente se desempeña como responsable de viñedos de Viña Cobos.
Fuente: http://losandes.com.ar/notas/2014/5/24/andrea-marchiori-bodega-tiene-buenas-perspectivas-deberia-hacerlas-llegar-productor-787444.asp
Fuente: Area del Vino
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