A medida que se acerca el verano más son las personas que se ponen a dieta y deciden perder esos kilos que les sobran. En Vitónica hemos visto en infinidad de ocasiones los riesgos
que conlleva esta práctica, y por ello queremos detenernos en este
punto, pues todavía son muchas personas las que se unen a las llamadas dietas milagro que a la larga acabarán pasando factura.
Casi siempre las dietas que iniciamos para perder peso de manera rápida suelen ser restrictivas,
es decir, solemos eliminar cierto tipo de alimentos de nuestra dieta o
somos muy poco flexibles con las comidas. Por ello en esta ocasión vamos
a repasar algunos puntos a tener en cuenta al respecto.
No pasar hambre
Ante todo es necesario que no pasemos hambre. El
hambre es lo peor a la hora de mantener el peso, ya que el organismo
experimenta una situación de alerta al pasar hambre. Esta nos lleva a
sentir una necesidad elevada de consumir alimentos con alto contenido
calórico, siendo más difícil controlar el apetito y lo que nos llevamos a
la boca. Esto nos suele hacer cometer errores y comer lo primero que
tenemos a mano, que suele ser lo que más nos engorda.
Al pasar hambre, el organismo comienza un proceso por el cual, al
recibir alimento de nuevo, parte de esos nutrientes conseguidos los
almacenará en forma de grasa para evitar futuros episodios de hambre y
tener así reservas. Esto nos llevará a acumular mucho más en el cuerpo,
y por lo tanto a engordar con más facilidad. Para ello es necesario
realizar unas 5 comidas al día para evitar tener hambre. Eso sí, cada
comida debe ser ligera y contener alimentos saludables.
Cuidado con la falta de nutrientes
En toda dieta milagrosa solemos dejar de lado un tipo de nutrientes
que nuestro cuerpo demandará. Podemos sustituirlo con otros alimentos
más saludables o simplemente disminuir los niveles del mismo en el
organismo. Si esto sucede podemos varias los diferentes procesos de
funcionamiento del organismo, y con ello poner en riesgo nuestra salud.
Es fundamental que no eliminemos ningún tipo de nutriente en nuestra dieta.
Para ello lo aconsejable es acudir a un especialista a pedir consejo,
ya que cualquier dieta restrictiva que comencemos por nuestra cuenta
puede ser peligrosa y no ajustarse ni a nuestra genética ni a nuestro
ritmo de vida, acabando por poner en riesgo la salud.
El tiempo de la dieta
Otro punto a tener en cuenta es el tiempo que vamos a prolongar esa dieta,
y es que una dieta demasiado restrictiva mantenida durante unos pocos
días apenas tendrá efecto negativo en el organismo, pero si la alargamos
mucho tiempo podemos hacernos daño sin darnos cuenta. Para ello lo
mejor es simplemente adoptar hábitos alimenticios saludables y ante todo
evitar el sedentarismo para así conseguir los resultados perfectos sin
poner en jaque a nuestro organismo.
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Fuente: vitonica.com
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