Área del Vino dialogó con aquellos enólogos que recibieron puntajes de
95 puntos hacia arriba para conocer más de cerca cada uno de los
exponentes premiados. Este año, proyectos personales y pequeñas bodegas
brillaron. Además, las zonas se destacaron por sobre los varietales.
Gualtallary y Altamira, lideraron la lista.
Luis Gutierrez, (Designado por Wine Advocate para catar los vinos de
Argentina y Chile), lanzó la lista con los vinos premiados. A partir de
97 puntos fueron los ejemplares que destacaron. En el informe que
contiene la lista, el periodista y catador español, señaló que
"Argentina se encuentra en un momento de transición más que interesante y
llama a este período "Argentina 3.0"".
Con respecto a los vinos premiados, indicó que por lo general se tratan de vinos frescos y fáciles de beber, y no por ello significa que son productos que hay que desmerecer. Según manifiesta, Argentina ha logrado un mayor equilibrio, elegancia y diferenciación, en sus vinos, sin exceder ni en la madera ni en alcohol. Asimismo, señaló, que hay una búsqueda interesante por parte de las bodegas y enólogos del país por mostrar en sus vinos el terroir y en es así, que observa una mayor identidad en los productos. "De a poco los hacedores de vinos están entendiendo sus suelos, viñedos, sus condiciones y de esta manera es que lo están expresando en sus vinos, "un fascinante viaje en busca de terroir"".
En este sentido, es que decidimos ir detrás de los enólogos para conocer de cerca cuáles son los vinos más llamaron la atención de este degustador.
Con respecto a los vinos premiados, indicó que por lo general se tratan de vinos frescos y fáciles de beber, y no por ello significa que son productos que hay que desmerecer. Según manifiesta, Argentina ha logrado un mayor equilibrio, elegancia y diferenciación, en sus vinos, sin exceder ni en la madera ni en alcohol. Asimismo, señaló, que hay una búsqueda interesante por parte de las bodegas y enólogos del país por mostrar en sus vinos el terroir y en es así, que observa una mayor identidad en los productos. "De a poco los hacedores de vinos están entendiendo sus suelos, viñedos, sus condiciones y de esta manera es que lo están expresando en sus vinos, "un fascinante viaje en busca de terroir"".
En este sentido, es que decidimos ir detrás de los enólogos para conocer de cerca cuáles son los vinos más llamaron la atención de este degustador.
Con 97 puntos, Gran Enemigo Gualtallary Single Vineyard, el proyecto personal de Alejandro Vigil -Aleanna- (enólogo de Catena Zapata), se ubicó en primer lugar. Este vino para el hacedor de vinos logró transmitir lo mejor de Gualtallary. "Es vino muy extremo que tiene la particularidad de mostrar fácilmente su identidad geográfica posiblemente puede haber influido". Según Vigil, este reconocimiento, en lo personal, lo llena de orgullo por ser la región donde en un inicio casi nadie apostaba nada, solo el Dr Catena tomó el riesgo de plantar.
Del mismo lugar es que Luis Gutierrez reconoció también los vinos 2009 Bodega Aleanna Gran Enemigo Gualtallary Single Vineyard con 95 y los ejemplares de Catena Zapata 2010 White Bones Chardonnay y 2010 Malbec Catena Zapata Adrianna Vineyard, ambos con 96 puntos.
En este sentido, es que Vigil señaló: "En esta ocasión, más allá de ser blanco tinto, Malbec o Cabernet, lo que importó fue la zona por sobre el varietal". Frente a esto, añadió que el desafió sigue siendo comunicar las regiones vitivinícolas de Argentina y mostrar la diversidad más allá del varietal. Finalmente, es que dijo que buscará trabajar más en la investigación para comprender cada zona o microzona de las regiones.
Un destacado aparte merece además el vino blanco de Catena Zapata, que se ubicó en segundo lugar. Vigil comentó que "en los últimos años estos vinos blancos de Gualtallary han sido reconocidos por los críticos y los consumidores. Es un proyecto que iniciamos en el 2005 con Laura Catena y recién lo reflejamos en el 2009 en una etiqueta comercial. Son vinos con perfiles muy lineales, trabajado con levaduras indígenas en barriles de 500ls usados, con fermentación maloláctica parcial o casi nula. Vinos de los denominados de sed, fáciles de beber, livianos pero extremadamente complejos. Los elaboramos con el concepto de vinos sin fruta, sin madera transparentes al terruño".
Con 95 puntos aparece 2012 Per Se La Craie. Este vino, llamó la atención de muchos y por no conocerse mucho de él. Se trata de un micro emprendimiento -sólo se hacen 800 botellas, y el proyecto total es de 1.600- de Edgardo Del Pópolo, (actual gerente de Dominio del Plata), junto a David Bonomi (enólogo de Doña Paula). "Se trata de un emprendimiento personal de garaje. La gracia de PerSe radica en el viñedo, yo personalmente me siento muy cercano al viñedo, muy ligado a las plantas, al lugar, a la gente, a los suelos, trato de entender cómo funciona todo ese conjunto". En este sentido, es que menciona que este vino es la confianza absoluta a lo que el terruño (en este caso Gualtallary) puede dar sin intervenciones y en forma muy simple. Es un vino, según Del Pópolo, con aroma y sabor a uva y al lugar. "Austero y serio, honesto, fino, sofisticado y muy balanceado. Me ha tocado expresar lo que pienso de nuestros paisajes vitícolas a través de un vino y por primera vez siento que sale lo que siempre pensé (o quise) y que en otros momentos y por distintas circunstancias no pude hacer", remarcó.
Más allá de Guatallary, Agrelo fue otra de las zonas reconocidas. De acá provienen los vinos 2010 Bodega Aleanna Gran Enemigo Agrelo Single Vineyard y 2011 Casarena Poblacion J M Blanco Cabernet Sauvignon; ambos con 95 puntos. Sobre el último vino, Martin Perez Cambet, Commercial Manager de la bodega contó que se trata de un vino que proviene de un viñedo único. "Es un parral de más de 80 años que tenemos en Agrelo, sobre calle Cobos. Paso unos 18 meses años en barrica de primer uso francesa. Lo que lo diferencia del resto es que es un mix entre el terroir y el viñedo antiguo".
Con respecto al varietal -que desde hace algunos años está siendo más que reconocida por la prensa internacional- es que destacó que "Argentina está logrando producir grandes Cabernet Sauvignon, totalmente diferentes a los del resto del mundo, dado porque los viñedos se encuentran en el medio del desierto y no influenciados por océanos, como en otros sitios. Esto hace que nuestros Cabernet Sauvignon mantengan una elegancia única".
De Altamira, los vinos que se destacaron fueron 2011 Achaval Ferrer Malbec Finca Altamira, con 95 puntos, y 2012 Familia Zuccardi Finca Piedra Infinita con 96 puntos. De este último, Sebastián Zuccardi, comentó que es un producto que muestra la expresión de un lugar particular. Por las características de Altamira y de la finca, "viene de un suelo muy pedegroso, pero con un alto contenido de calcáreo, lo que le da una expresión y una textura muy especial".
Asimismo, agregó que la diferencia con el resto -por lo que recibió un mayor puntaje- "es que viene de una finca particular en un lugar, por lo que es un vino no repetible ya que representa ese lugar y nuestra forma de interpretarlo. No es un vino perfecto, sino un vino de un lugar diferente y único".
Luego, con respecto a Achaval Ferrer, Santiago Achaval dijo a Área del Vino: "Este vino, al igual que 2011 Achaval Ferrer Malbec Finca Bella Vista (95) tienen la capacidad de reflejar su terruño. Su personalidad está determinada más por el terroir que por la variedad. Son ambos vinos intensos, pero elegantes, frescos, bebibles. También vinos que dejan entrever un gran potencial de guarda. En Finca Altamira dominan más notas rojas y minerales. En Finca Bella Vista combina frutos rojos y negros, y una estructura que vira entre el terciopelo y la seda. Finca Altamira tiene un carácter más demostrativo, Finca Bella Vista uno más reservado".
Finalmente, otra de las bodegas pequeñas, y que cada año se ubica en la lista es 2011 Bodega Noemia de Patagonia Malbec con 96 puntos. Hans Vinding, propietario y enólogo de este establecimiento, señaló que se trata de un vino que transmite elegancia, y es un producto muy transparente y marcado por la pureza.
"El diferencial de este vino -señala el propietario- es que proviene de un viñedo de Noemia de solo 1,5 hectáreas, además, de que es un producto que pasa 18 meses en barricas nuevas en vez de 1 año en barricas de segundo pasaje".
Fuente: Area del Vino
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