martes, 12 de noviembre de 2013

La alimentación y el cerebro

La nutrición es uno de los factores que puede jugar un papel protector en el deterioro de las funciones cognitivas, por lo que es de gran importancia conocer y profundizar este aspecto formulando pautas que ayuden a disminuir el riesgo para presentar determinadas enfermedades. 

Una alimentación saludable, variada y completa, a través de una dieta equilibrada, permite que nuestro cuerpo funcione con normalidad cubriendo nuestras necesidades biológicas básicas, a la vez que reduce el riesgo de padecer ciertas alteraciones o enfermedades a corto y largo plazo. 

Actualmente, se reconoce la importancia de la dieta en la disminución del riesgo de patologías crónicas como las enfermedades del corazón, cáncer, diabetes y obesidad. Lo que generalmente no se tiene en cuenta es que la manera en que nos alimentamos tiene también un impacto sobre nuestro cerebro. Los mismos hábitos alimentarios que llevan a problemas físicos tales como enfermedades coronarias, se vuelven también factores de riesgo para presentar enfermedades cerebrales. 

La asociación de Alzheimer de los Estados Unidos "Alzheimer's Association" declaró un estudio longitudinal realizado con 1500 adultos, en el cual se determinó que aquellos que eran obesos a una edad intermedia tenían luego una probabilidad dos veces mayor de desarrollar demencia posteriormente en sus vidas. Aquellos que tenían colesterol alto y presión sanguínea alta tenían seis veces más riesgo de desarrollar demencia con el deterioro cognitivo e intelectual que ella implica.

Colesterol y el cerebro

El colesterol LDL, conocido como colesterol "malo", tiende a depositarse en las paredes internas de las arterias, disminuyendo su luz e impidiendo el correcto transporte de oxígeno y nutrientes a los distintos órganos, entre ellos el cerebro. Esta infiltración progresiva de colesterol en la pared arterial la deja vulnerable a la rotura con sus graves consecuencias a nivel cardíaco y/o cerebral. Sin embargo el HDL (Hight Density Lipoprotein) considerado colesterol "bueno" por la función que desempeña, podría proteger las células cerebrales. La hipertensión arterial también aumenta el riesgo de accidentes cerebro vasculares y demencia vascular.

Lic. Sol Vilaro, jefa de la Sección Nutrición en Neurología y Psiquiatría de INECO

Foto: Clarín - Andrés D'Elia
Fuente: entremujeres.com

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