¿Te gusta tomar sol? Tené en cuenta los dos pilares básicos para
mantenerte linda: una elevada hidratación y una correcta nutrición. Los
detallamos.
La piel se renueva de una forma constante. Su ritmo de crecimiento
requiere el aporte de nutrientes esenciales provenientes de la dieta:
* Predominio de hortalizas crudas y semillas germinadas.
* Abundancia de jugos de frutas, jugos de verduras e infusiones refrescantes.
* Escaso aporte de sal común y aditivos químicos.
* Bajo contenido de grasas y proteínas de origen animal.
* Abundancia de fibra de cereales integrales.
Las
frutas de estación, las hojas de color verde intenso y las hortalizas
de todo tipo deben constituir el papel más importante en la dieta. Son
los alimentos que más agua contienen.
Los antioxidantes aumentan
el nivel de enzimas en las células. Se obtienen con una dieta rica en
vegetales, frutas, brotes, algas marinas, semillas, cereales integrales,
frutas cítricas, cebollas, perejil, té verde y aceites vegetales.
Las vitaminas y minerales también juegan un rol importante:
* Vitamina A: contribuye a la renovación cutánea y ayuda a prevenir el cáncer de piel.
* Vitamina E: previene y combate el envejecimiento prematuro al proteger y restaurar las membranas celulares.
* Hierro: presente
en legumbres, pescados, huevos, frutos secos, cereales y verduras
verdes, es un mineral indispensable en la producción de la hemoglobina,
gracias a la cual la piel tiene un buen color. Son excelentes fuentes el
alga espirulina, el polen y la quínoa.
* Vitamina C:
favorece la absorción de hierro, que interviene en la síntesis de
colágeno. Está muy presente en los cítricos como el pomelo, la naranja,
la mandarina y el kiwi.
* Azufre: resulta
indispensable en la síntesis de la queratina. Lo podemos encontrar en
huevos, levadura de cerveza, lácteos y cereales integrales.
* Otros nutrientes: el magnesio, el calcio, los ácidos grasos omega 3 y la vitamina B también contribuyen a mantener sana la piel.
También
es importante ingerir proteínas de origen vegetal presentes en las
legumbres y frutos secos. Resultan de gran ayuda en la reparación de
los tejidos expuestos al exceso de luz solar.
El consumo de agua es indispensable.
Dos litros diarios ayudan a mantener la piel perfectamente hidratada y a
eliminar las toxinas que pueden perjudicar al organismo.
Por la licenciada María Cecilia Ponce, nutricionista del Laboratorio ALCAT.
Foto: Clarín
Fuente: entremujeres.com
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