La obesidad sigue creciendo y es sin duda algo
alarmante. Desde la comunidad médica y científica se siguen buscando
estrategias para combatir esta gran epidemia del siglo XXI. Para ello, siguen saliendo más y más investigaciones al respecto para entender la obesidad de la mejor manera posible y ponerle remedio.
En uno de estos recientes estudios llevado a cabo en roedores se pudo
comprobar que la obesidad inducida por una alimentación inadecuada
influye en las señales celulares de los receptores del gusto
periféricos, lo que conllevaría a un cambio en el gusto y podría alterar la percepción del mismo.
En el estudio compararon a dos grupos de roedores, unos con obesidad y
el grupo normal o de control. Los roedores obesos respondieron de forma
más débil al estímulo dulce así como al amargo. Aún se
desconoce el mecanismo directo mediante el cual existe esa relación
entre la modificación en la percepción del gusto y obesidad.
Pero la hipótesis es que el grupo de roedores obeso al tener mayor dificultad para percibir el dulce comerían más que los roedores del grupo de control para conseguir la misma recompensa.
Esto supone un problema cuando entendemos que una de las causas de la
obesidad es una alimentación inadecuada, entre otros por exceso
energético. Y esta alimentación está controlada por el apetito, el cual
está regulado por muchos factores entre los que destaca el gusto.
Imagen I Tobyotter
Fuente: vitonica.com
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