Comer avena
regularmente es bueno, porque es una de las mejores fuentes de
fibra soluble.
Es un carbohidrato complejo que tan sólo provee 4 kilocalorías por gramo, además contiene vitaminas del complejo B, vitaminas A y E, y minerales como el calcio, hierro, magnesio, zinc, potasio y sodio, que forman parte de una buena alimentación.
Es importante
mencionar que contiene polifenoles, que aunque no son clasificados
como nutrientes, son importantes porque ofrecen un efecto protector
en contra de procesos patológicos como el desarrollo de
la arterosclerosis.
La
avena es una planta de la familia de las poáceas, un cereal
similar al trigo, arroz o cebada. Por pertenecer a la familia
de los carbohidratos complejos, mucha gente piensa que engorda,
lo cual está totalmente alejado de la verdad.
La avena por sí sola no engorda si es parte de una alimentación saludable con balance, moderación, variedad y actividad física, que incluya el consumo de otros alimentos ricos en fibra, frutas, verduras, carnes magras, productos lácteos bajos en grasa y otros cereales o harinas integrales.
Este cereal
ayuda al sistema digestivo a funcionar mejor y favorece la sensación
de saciedad, lo que es importante cuando se intenta controlar
el peso corporal.
Tradicionalmente, la avena se consume caliente y por la mañana, pero la avena es muy versátil y hay otras maneras de comerla.
Se puede añadir
a los muffins, molletes, galletas, u otros cereales. También
se puede moler y agregarla a la carne molida en la preparación
de las albóndigas y otros usos más que los expertos
culinarios están desarrollando para diversificar los menús.
Es muy bueno combinarla con fruta. Al hacerlo, los polifenoles de la avena trabajan en concierto con otras vitaminas en las frutas como la vitamina C, aumentando el poder antioxidativo, y por consecuencia van a ofrecer una mayor protección en contra de las enfermedades cardiacas. Así que una buena taza de avena con cítricos como el melón, fresas o kiwi, hará de sus mañanas un despertar delicioso y nutritivo.
Comerla a
diario es saludable, pero si se necesita variar la dieta para
hacerla más interesante hay otros cereales ricos en fibra
que se pueden consumir.
El aparato
respiratorio también se ve beneficiado por el consumo de
avena: la tos, bronquitis, faringitis, inflamación de la
laringe y pulmones pueden mejorar si se toman semillas de avena
en dos litros de agua, repartidos durante el día en diferentes
tomas.
También
ayuda a reducir el colesterol, ya que posee fibra soluble que
absorbe agua, toxinas y exceso de colesterol malo circulante en
sangre. Reduce la tensión arterial, por su bajo contenido
en sodio y su alto aporte en potasio.
Además de estas propiedades para reducir el colesterol, la avena ayuda a controlar los niveles de la glucemia.
Avena
Caliente
Un tazón de avena caliente es siempre un reconfortante desayuno, además de aportarnos todos los nutrientes y beneficios de este extraordinario cereal.
Ingredientes:
Para dos personas
½ litro de leche, azúcar al gusto, canela al gusto, 2 clavos de olor ½ taza de avena en hojuelas.
Preparación:
En una cazuela ponemos una taza de agua y los clavitos de olor,
añadimos las hojuelas de avena y las cocinamos hasta que
estén listas. Aparte hervimos la leche con la canela y
el azúcar, al llegar al punto de ebullición, la
agregamos lentamente y revolviendo con cuchara de madera sobre
las hojuelas ya cocidas y cocinamos unos minutos a fuego lento.
Si las queremos mas ligera agregamos mas leche, si la deseamos
mas espesa ponemos menos leche.
Al servirla
en el tazón podemos espolvorearla con canela, con chocolate
en polvo, ponerle una cucharadita de leche condensada, igual agregarle
frutas o espolvorearla con azúcar. Podemos hacerlo a nuestro
gusto.
Con esta sencilla
receta culminamos nuestro breve cursillo dedicado a los desayunos.
Por supuesto también están los desayunos con cereales
o hojuelas de maíz, preparados con leche tibia y azúcar,
siempre es grato agregar algunos pedacitos de frutas, (manzanas,
bananas o frutillas) para hacerlo mas nutritivo y delicioso.
Licuado
de Mango con plátano y Avena
Ingredientes:
- 1 Mango de Manila
- 1 Plátano
- 1 Vaso grande de leche
- 1 Cuchara de Avena Entera
- 2 Almendras
Preparación:
Lava muy bien tu mango, luego retira la cáscara y el hueso
dejando sólo la pulpa. Licua esta pulpa con el plátano,
la leche, el avena y las almendras. Sirve en un vaso y tómalo
enseguida.
Fuente: alimentacion-sana.org
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