Generalmente antes de empezar a comer no nos detenemos unos minutos a
analizar la situación, sino que con frecuencia simplemente procedemos
con el acto de ingerir comida, acto que comienza con la búsqueda de
alimento. Sin embargo, resulta fundamental escuchar al cuerpo antes de comer.
Si nos detuviéramos antes de proseguir con la búsqueda de comida para analizar qué sentimos verdaderamente, podríamos discernir si tenemos realmente hambre, si buscamos comer por otras razones, o si bien sólo fue un impulso que se diluye minutos más tarde.
Para poder adaptar lo mejor posible nuestra ingesta a las necesidades
fisiológicas de ingerir alimento, resulta imprescindible detenernos a escuchar nuestro cuerpo antes de comer.
Ni bien estamos por ingresar algo a nuestra boca o antes, justo
cuando nos levantamos del sillón en búsqueda de alimentos, debemos
detenernos con la finalidad de analizar qué sentimos y por qué buscamos comer en realidad.
Si han pasado más de 3 o 4 horas sin comer, probablemente tengas
hambre real, mientras que también puedes buscar alimento ante el
aburrimiento, ante una situación de ansiedad, ante una publicidad de
comida apetitosa o simplemente, porque tienes el alimento frente tuyo y
estás a punto de comerlo sin tener siquiera hambre.
Entonces, recuerda que hay muchas razones que nos empujan a comer sin hambre real y que tú puedes controlarlas escuchando a tu cuerpo antes de comer, con el objetivo de ajustar el ingreso de alimento lo mejor posible a las necesidades de nuestro cuerpo.
Y tú, ¿escuchas tu cuerpo antes de comer?
Imagen | Alessandra Luvisotto
Fuente: vitonica.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario