Cigarro y copa. A menudo, el consumo de alcohol y tabaco van de la
mano. Por eso, un equipo de investigadores de la Universidad de Yale
(EEUU) han querido averiguar qué impacto tienen determinadas políticas 'antihumo' sobre la bebida.
En concreto, han analizado las consecuencias de una subida de
impuestos sobre el tabaco en varios estados de EEUU sobre una muestra de
21.473 individuos de distintos puntos del país que habitualmente consumían alcohol.
Los resultados del análisis, que se publican en una edición 'on line'
de la revista 'Alcoholism: Clinical & Experimental Research',
muestran que la estrategia no sólo disuadió a muchos fumadores de seguir
con su adicción. También provocó cambios en los hábitos de algunos consumidores de alcohol.
"La investigación mostró que los aumentos en los impuestos sobre los
cigarrillos se asociaban con reducciones de modestas a moderadas" en la
cantidad de alcohol consumido y la frecuencia de 'atracones etílicos'
entre los varones fumadores analizados, señalan los investigadores en
las páginas de la revista científica.
La reducción del consumo de alcohol, continúan, fue especialmente
marcada entre los participantes que más bebían, los jóvenes adultos y los individuos que tenían menos ingresos. Por el contrario, la medida no pareció tener ningún efecto entre las mujeres estudiadas.
"Esta diferencia entre sexos podría ser particularmente importante
desde una perspectiva de prevención, ya que, comparados con las mujeres,
los hombres beben más, tienen un mayor riesgo de padecer trastornos
relacionados con el alcohol y son más proclives a realizar cambios en
función de los impuestos sobre el tabaco", señalan los investigadores.
En sus conclusiones, estos científicos subrayan que, aunque la
relación entre el gravamen sobre el tabaco y el consumo de alcohol
semanal era "de modesta a moderada", el impacto de los impuestos sobre
el tabaco "sí puede traducirse en diferencias clínicas relevantes si las reducciones en la bebida se mantienen y se acumulan en el tiempo".
"Unidos a los recientes hallazgos que muestran que la legislación
'antihumo' [por ejemplo la prohibición de fumar en los espacios
públicos], se asocia con una reducción en el consumo de alcohol y de
problemas vinculados al alcohol, nuestros resultados podrían tener
implicaciones significativas y sugieren que los beneficios para la salud
pública de las políticas dirigidas al tabaco podrían extenderse a los comportamientos relacionados con la bebida", añaden los autores.
Además de reclamar nuevas investigaciones sobre el tema, los
investigadores también solicitan que se examine si las restricciones
sobre el consumo de tabaco también tienen algún impacto sobre otros
aspectos, como la conducción o las cifras de violencia sexual.
Fuente: el mundo.es
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