Los resultados son claros, este año, la utilidad por cultivar uvas
varietales ha sido negativa. Así lo destaca un estudio realizado por la
Fundación Ideal en el que señalan que mientras los costos aumentaron 23%
por hectárea, los precios aumentaron 3%, lo que les habría generado una
importatante pérdida de rentabilidad.
Así las cosas, este año, fue más rentable tener una hectárea de uva común que una de varietal. El reporte señala que quienes vendieron sus uvas criollas y rosadas a $ 1,40 lograron una utilidad final del 30%, un número acorde a la inflación.
Datos del Observatorio Vitivinícola dan prueba de esta realidad: mientras que en 2013 se pagó en promedio un quintal de malbec $ 392, el año pasado ese mismo producto ascendió a $ 423. Así también sucedió con el cabernet, esta cosecha el valor promedio registrado en la Bolsa de Comercio fue de $ 306, en 2012 se ubicaba en $ 322.
Tanto para el caso del malbec como del cabernet, el precio de este año se ha ubicado por debajo de lo pagado en 2012 y 2011, mientras que el precio del cabernet franc también tuvo una baja: en 2011 su promedio fue de $ 342 y en la última vendimia registró $ 313.
Para las denominadas tintas B, como bonarda, el desempeño fue similar a otras variedades. Así en 2011 consiguió un valor promedio de $ 189 por quintal, que descendió a $ 181 en 2013. El syrah también tuvo la misma performance pasando de $ 223 en 2011 a $ 205 en 2013.
Si analizamos el caso de las blancas para el chardonnay el reporte del Observatorio muestra que el precio de un año a otro aumentó sólo 8 pesos por quintal. Pasando de $ 244 en 2012 a $ 252 en 2013. El sauvignon blanc también alcanzó un leve incremento pasando de $ 213 a $ 226 el quintal.
Ahora para analizar es el caso de las criollas que pasaron de pagarse $ 82 el quintal en 2010 y 2011 a colocarse en $ 142 en 2013. Para las cerezas el camino fue similar, mientras que en 2010 se pagaron $ 83 el quintal, en 2011 se obtuvo $ 80, en 2012 crecieron a $ 107 y en 2013 a $ 141.
El economista Alfredo Aciar consideró que la situación por la que hoy atraviesa la vitivinicultura está traccionada por las buenas expectativas que se generaron con el jugo concentrado de uva.
Así las cosas, este año, fue más rentable tener una hectárea de uva común que una de varietal. El reporte señala que quienes vendieron sus uvas criollas y rosadas a $ 1,40 lograron una utilidad final del 30%, un número acorde a la inflación.
Datos del Observatorio Vitivinícola dan prueba de esta realidad: mientras que en 2013 se pagó en promedio un quintal de malbec $ 392, el año pasado ese mismo producto ascendió a $ 423. Así también sucedió con el cabernet, esta cosecha el valor promedio registrado en la Bolsa de Comercio fue de $ 306, en 2012 se ubicaba en $ 322.
Tanto para el caso del malbec como del cabernet, el precio de este año se ha ubicado por debajo de lo pagado en 2012 y 2011, mientras que el precio del cabernet franc también tuvo una baja: en 2011 su promedio fue de $ 342 y en la última vendimia registró $ 313.
Para las denominadas tintas B, como bonarda, el desempeño fue similar a otras variedades. Así en 2011 consiguió un valor promedio de $ 189 por quintal, que descendió a $ 181 en 2013. El syrah también tuvo la misma performance pasando de $ 223 en 2011 a $ 205 en 2013.
Si analizamos el caso de las blancas para el chardonnay el reporte del Observatorio muestra que el precio de un año a otro aumentó sólo 8 pesos por quintal. Pasando de $ 244 en 2012 a $ 252 en 2013. El sauvignon blanc también alcanzó un leve incremento pasando de $ 213 a $ 226 el quintal.
Ahora para analizar es el caso de las criollas que pasaron de pagarse $ 82 el quintal en 2010 y 2011 a colocarse en $ 142 en 2013. Para las cerezas el camino fue similar, mientras que en 2010 se pagaron $ 83 el quintal, en 2011 se obtuvo $ 80, en 2012 crecieron a $ 107 y en 2013 a $ 141.
El economista Alfredo Aciar consideró que la situación por la que hoy atraviesa la vitivinicultura está traccionada por las buenas expectativas que se generaron con el jugo concentrado de uva.
"Se pensó que el precio internacional seguiría en los niveles récord de fines del año pasado y principios de este. No se tuvo en cuenta que Argentina es un país que pondera bastante en este mercado y con un 32% de pauta diversificatoria, seguro iba a destinar más uvas a mosto, incrementando su oferta y afectando negativamente el precio internacional. Esta situación se irá licuando durante el año vía precio del sulfitado. Por ahí vendrá el ajuste".
No obstante, Aciar, sostiene que "los productores de uvas varietales no perdieron dinero este año. Lo que pasó es que dejaron de tener los grandes márgenes de otros años".
Vitivinicultura en crisis
Los viticultores están acusando una situación compleja con rendimientos acotados que no pueden mejorar, ya sea por el tipo de zona en donde está emplazado el proyecto o por la forma en que ha sido concebido. De una u otra forma, una de las zonas más perjudicadas por esta situación ha sido el Valle de Uco.
Consultado sobre el tema, Horacio Meli, presidente de la Cámara de Empresarios de Tupungato, señaló que "los discursos cambian. Un par de años atrás nos decían que teníamos que plantar 10 mil hectáreas más de malbec porque la proyección de la demanda internacional así lo indicaba. Ahora nos dicen que se necesita producir varietales de alto rendimiento porque la uva no se puede pagar más de 45 o 50 centavos de dólar. Por qué no se ponen de acuerdo".
Meli también reconoció que hoy el mercado para venta de vino es un oligopolio, concentrado en dos grandes empresas, que presionan los precios a la baja.
Desde otro valle productivo, Javier Palau, presidente del Centro de Viñateros y Bodegueros del Este, fue contundente a la afirmar que la zona está atravesando una grave crisis. "En un momento se planteó un panorama que no era cierto, no hay mercado para tantos varietales".
Palau, también advirtió que no entiende cuál es la razón por la que vitivinicultura está parada, los meses de stock son pocos y no debería generarse esta situación.
"No hay una caída abrupta de los mercados, lo que sucede es que esta es una actividad muy sensible que ha quedado librada a la voluntad de dos a tres grandes", describió Palau, quien aseguró que la crisis es tan fuerte que ya se teme por empresas que puedan dejar de operar o que refinancien nuevamente los plazos de pago de la uva que entró a las bodegas en marzo.
Fuente: http://www.losandes.com.ar/notas/2013/8/17/2013-varietales-dejaron-rentables-732150.asp
¿Fracasó la reconversión?
A veinte años del inicio de
la reconversión vitícola en la provincia y con este escenario de
incertidumbre, resta preguntarse si, a la distancia, el proceso, que
alcanzó su punto más alto entre 1995 y 1999 en función de los créditos
otorgados para reconvertir, tuvo falencias que llevaron a la situación
hasta este punto.
"Creo que puede haber sido desordenada la reconversión y hoy los mayores perjudicados son los productores del Valle de Uco. Nosotros hicimos las cosas para tener uva de calidad con un promedio de 80 quintales por hectárea, ahora supongamos que lo podemos subir a 100 quintales, la situación sigue preocupando", dice Meli.
Palau, desde el Este, también consideró que hay que ser cautos y analizar cada situación. "No hay tanto mercado para un vino top. Lo que mueve la aguja son los finitos, y finos".
Para Aciar, "la reconversión es uno de los cambios estructurales más importantes que tuvo la vitivinicultura. Es, definitivamente, uno de los grandes logros que tuvo la industria, y está bien. El empeoramiento de la situación de las uvas varietales no es por problemas del mercado vitivinícola, es consecuencia de una política macroeconómica que esta ponderando otros beneficios en detrimento de la producción y las exportaciones".
"Creo que puede haber sido desordenada la reconversión y hoy los mayores perjudicados son los productores del Valle de Uco. Nosotros hicimos las cosas para tener uva de calidad con un promedio de 80 quintales por hectárea, ahora supongamos que lo podemos subir a 100 quintales, la situación sigue preocupando", dice Meli.
Palau, desde el Este, también consideró que hay que ser cautos y analizar cada situación. "No hay tanto mercado para un vino top. Lo que mueve la aguja son los finitos, y finos".
Para Aciar, "la reconversión es uno de los cambios estructurales más importantes que tuvo la vitivinicultura. Es, definitivamente, uno de los grandes logros que tuvo la industria, y está bien. El empeoramiento de la situación de las uvas varietales no es por problemas del mercado vitivinícola, es consecuencia de una política macroeconómica que esta ponderando otros beneficios en detrimento de la producción y las exportaciones".
Fuente: Area del Vino
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